Cuando estaba en la universidad tuve que batallar con un sinfín de cursos, los mismos que a veces tuve que llevar más de una vez.
El hecho es que en medio de tener que estudiar y la psicosis de si la clase fue suficiente para el nivel de la práctica, llego a mis manos una especie …de llaverito curioso,era una diminuta muñequita como de acrílico, de cabello rosado,piernas de resortes y zapatos con corazoncitos. Primero pense que serviría si la ponía en mi celular, pero luego me desanimé de hacerlo….temía que pudiera caerse. Así que para seguir dandolé el valor sentimental que se merecía la puse dentro de mi cartuchera.
Tenía a mi muñequita junto conmigo en cada momento, estudiando, en práctica, en examen y en todo lugar. Inclusive revisaba que antes de dar cualquier examen estuviese alli, porque había descubierto…. que me traía suerte¡¡¡¡.
El tiempo fue pasando, deje de jalar cursos y todo se volvío más fácil. Nose si la magia de mi muñequita tuvo algo que ver, pero ella y yo terminamos juntas la universidad.
Después de eso entre mudanzas y todo, pense que la había perdido (o mejor dicho la olvide por un tiempo), pero este sábado, moviendo y ordenando algunas cosas del nuevo espacio que ahora es mi escritorio la encontre¡¡¡¡ =), y ahora no nos separaremos nunca jamás.