Anqas ñan mayu patampi, o el camino azul al borde del río, hace referencia a la Feria Andahuylina que arma al borde del Río Chumbao todos los fines de semana, caracterizada por formar un borde azúl, al lado del río, color característico de los plásticos utilizados para armar los puestos. Esta congrega a vendedores de productos agrícolas de más de treinta comunidades campesinas en la zona. Pero no todo es fácil para estos agricultores, quienes muchas veces se ven en la complicada situación de tener que ofertar sus productos a los compradores mayoristas a precios irrisorios, que no cubren la cantidad de trabajo invertido en la producción. Por otro lado, los suelos en estas localidades se están viendo poco a poco debilitados, por el reparto indiscriminado de pesticidas por parte de los mismos compradores a gran escala. En esta crónica se narra de manera sencilla algunos de estos temas de sumo interés, desde la experiencia de la autora y el compartir en un día de watia (celebración de la cosecha de papa) con una familia andahuaylina.
Anqas Ñan Mayu Patanpi
Victor Quispe, comunero de Lliuppauquio, ha subido a su chacra mas alta acompañado de sus tres hijos y su esposa. Todos ayudamos a cargar las ollas con los refrescos y panes que acompañarán la jornada de trabajo – y la tan esperada Watia. Es Lunes 14 de junio del 2014, me encuentro en Andahuaylas, hago una pausa en mi investigación para la tésis y decido acompañar a la familia en esta jornada.
Ayer se escarbó la papa, y hoy se pondrá en sacos según su tamaño para poder ser vendida en la Feria Central. Todos ayudamos mientras Marisol y Nancy cantan “derecho reclama kotenchi turinki Alan García, Guardia Civil, policia kuna ñujajiñaruna, campesino runa fuertes luchadores…”, canciones que compusieron en la comunidad, pasado el andahuaylaso.
La papa de primera estaba grande y gordita, lo que enorgullecía a Victor, quien nos ofrecía cada cierto tiempo una chapita de caña para poder seguir trabajando. El año pasado había sacado ochenta sacos de papa. Este año había 28 sacos alineados y listos para ser llevados a la venta.
A pesar de haber cosechado menor cantidad de papa a comparación de otros años, la familia Quispe produce mas y mejor calidad de estas que el promedio de las familias andahuaylinas, quienes obtienen poca cantidad de papas chicas que no son bien recibidas para la venta al por mayor. La disminución en la producción de papa en las comunidades campesinas andahuaylinas se debe entre otros factores, al empobrecimiento progresivo de los suelos, al reparto de pesticidas por parte de los compradores mayoristas y la distribución no equitativa del agua.
Las papas estaban listas para llegar a la Feria de Domingo, los compradores mayoristas esperaban los sacos en la perieferia. El borde del Río Chumbao se cubría de los plásticos azules caracterísiticos de la feria, y en los camiones llegaban familias de mas de 30 comunidades campesinas. Entonces comenzaban las negociaciones. Kilómetros de productores de papa, quinua, maswa, se interconectan con otras filas de fruta recien llegada de la selva alta, y ellas con las hileras de pescado congelado chileno, listo para satisfacer la gran demanda de cebiche, el plato mas consumido por los andahuaylinos, y el favorito de Armandina Carrión, lliupapuquiana, amiga, quien se dirigía a la fila de Peluquerías.
En el calmino nos encontrábamos con grandes cantidades de puestos de venta de chaquitacllas, y al lado en un puesto de ropa, puedes encontrar las distintas polleras que caracterizan a las mujeres de cada comunidad, así como grandes rumas de ropa norteamericana.
Los comuneros y productores en la mayoría de los casos se ven en la necesidad de poner en venta sus productos, y acceder a los precios que los transportistas les imponen, sin embargo la dependencia generada con el mercado es reinterpretada de dinstintas maneras, creando distintas formas de resistencia(s), recreando el vínculo de la comunidad con el mercado.
Cae la tarde, los huancabambinos que asistieron a la feria han terminado de vender sus productos. Empiezan a alistarse: los músicos sacan los intrumentos que tenían guardados en sus puntos de venta y junto con las mujeres que ya compraron lechones y otros productos, empiezan a subir a los alderedor de diez camiones que los esperan para volver a Huancabamba, donde se realizará el matrimonio. Los novios ya listos, suben al station wagon que los llevará a la gran celebración. Nosotros nos subimos con ellos, desde arriba vemos poco a poco reaparecer el plomo de las veredas. La feria termina con las últimas negociaciones, y los grandes remates: el momento preferido de los compradores al por mayor. Ningún campesino quiere regresar a su casa con un saco de papas en las manos, a veces cinco soles será la ganancia que deberá cubrir sus gastos. Con la feria será hasta el siguiente domingo.