Era de esperarse, un tribunal obliga al estado peruano a repartir de manera gratuita la píldora del día siguiente y la Iglesia Católica salta hasta el techo con su muy altruista (no es sarcasmo) idea de la defensa de la vida y que esto va en contra de cualquier principio.  El problema del asunto es que no conozco (quizás mi ignorancia sea supina) de ninguna iniciativa de la Iglesia destinada a darle la mano a mujeres violadas o niñas embarazadas con ayuda psicológica, techo, cuidados médicos, alimentación para que dichas mujeres den a luz y quizás ayudarlas a dar a dichos niños en adopción a fin que tengan un mejor futuro.

Entonces, la Iglesia antes de salir a oponerse a cualquiera de estas iniciativas deberían tener programas que ayuden a dichas mujeres en todos los aspectos, es en ese momento que su estandarte de la defensa de la vida se volvería acción y no solo retorica principista.  Yo considero que eso es simple falta de voluntad (o avaricia) porque dinero si tienen y bastante, logística y recursos humanos también, pero es más fácil decir que no a cualquier iniciativa y no proponer nada o en todo caso simplemente esperar que el resto haga su parte y desde arriba supervisar y decir que está bien o mal como un gran juez impoluto y sabio.

Considero que la Iglesia pudo indicar su completo rechazo al dictamen del Poder Judicial y en el mismo acto renunciar a los más de dos millones y medio de soles anuales que recibe del Estado Peruano a fin que se implemente un programa de ayuda a estas mujeres para evitar que recurran a estos métodos.  En ese caso yo hubiese sido el primero en pararme a aplaudir porque sería una muestra de desprendimiento y genuina preocupación por la situación que viven miles de mujeres en el país.

Descansa humanidad donde quiera que estés …. (esta vez no hay mas)