Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua (2014). Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. Colombia: Planeta.
apacheta. (De or. aim.) 1. f. Majano que los indígenas de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad. 2. f. Bol. Lugar elevado de caminos o montañas al que se atribuye carácter sagrado según antiguas tradiciones indígenas.
Asociación de Academias de la Lengua (2010). Diccionario de americanismos. Madrid: Santillana.
apacheta. (Del aim. y del quech. apachita, ara de piedra). I. 1. f. Pe, Ch, Ar; Bo:O,C,S, rur. Montón de piedras que los indios y mestizos de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad. II. 1. f. Bo:O,C,S. Lugar alto de una colina. rur. □ a. ǁ ¡a robar a la ~! loc. interj. Bo:O. Expresa negación y rechazo ante la pretensión de alguien de vender algo a precio muy elevado. pop + cult → espon. (a robar de la apacheta). b. ǁ ¡a robar de la ~! Bo:O. ¡a robar a la apacheta! pop + cult → espon.
Álvarez Vita, Juan (2009). Diccionario de peruanismos. Lima: UAP.
apacheta. * (Voz aim.). 1. f. Majano que los indígenas de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad. // 2. Bol. Lugar elevado de caminos o montañas al que le atribuye carácter sagrado según antiguas tradiciones indígenas. Nota: El Drae consideraba en su vigésima primera edición la defnición siguiente: * 1. f. Montón de piedras que los indios y mestizos de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad. Al sustituir “montón de piedras” por “majano”, tal como aparece en la actual edición del Drae, se ha caído en una grave inexactitud pues esta última palabra está referida a las tierras de labor o encrucijadas y división de términos y no a los lugares, tenidos por sagrados, donde se van formando las apachetas.
Calvo Pérez, Julio (2014). Diccionario etimológico de palabras del Perú. Lima: Universidad Ricardo Palma.
apacheta. < aim. apachita <q. apaciq ‘el que hace llevar’ <apay ‘llevar + suf. caus. -chi + suf. ag. -q, + aim. suj. caus. / direcc. / perf. -ta (‘montoncito de piedras, que colocan los viajeros al borde del camino, en la alta montaña’). NOTA: La etimología tiene que ver con el heccho siguiente: Las personas que surcaban los caminos tomaban una piedrecita en la parte baja, la cual subían como sacrificio hasta la cumbre y la depositaban allí en el lugar correspondiente, para construir un pequeño altar y granjearse el favor de los apus. Julio Calvo, colaborador con Henrique Urbano en su edición de La extirpación de la idolatria en el Perú de Pablo José de Arriaga (no publ.), lo confirma en el texto siguiente (redactado para la ocasión): “Apacheta, no es sino una relajación fónica de apachita, que está muy bien definida por Arriaga (< aim. apachita <q. apachiq lo que hace llevar “cumbre de un cerro por la que pasa un camino” + sufijo causativo/ elevador aim. -ta). Los diccionarios antiguos reflejan la palabra tal cual, con la variación acostumbrada apacheta / apachita (< q. apachi ‘envío, despacho; viaje’+ suf. aim. –ta, elevador =”lugar para hacer llevar arriba de inmediato”), unos lugares propios para depositar ofrendas y dar gracias a los apus, por permitir circular por las alturas a cambio de un pequeño sacrificio: recoger una piedrecita en el valle y colocarla en el montón, lo que concuerda totalmente con el verbo causativo apachiy ‘permitir llevar, transportar’. Cf: “apachita: Collado, montones de piedras que adoravan los yndios” (Anónimo de 1586: 16-17); “Apachita. Montones de piedras adoratorios de caminantes” (DGH 1608, 30), “Montón de piedras que van echando los caminantes y la adoran y le piden buen viaje,&c.: Apachita” y “apachita: Montón de piedras, que por superstición van haciendo los caminantes y los adoran” (Bertonio 1612 I, 320; II, 23). Según parece, la palabra fue utilizada por primera vez en el Reglamento del Segundo Concilio Limense (1567) uno de cuyos artículos habla de la necesidad de destruir estos montones heréticos de piedra por cruces, enhiestas en el camino (Cf. Pierre Duviols: La destrucción de las religiones andinas (Conquista y Colonia). México: Universidad Nacional Autónoma de México Duviols, 1977: 128). “Durante el resto del siglo XVI y hasta la actualidad, el nombre del monumento continuó siendo apachita o apacheta; otros nombres locales recopilados a partir de 1567 fueron camachico (Albornoz, 1967 [1568]: 19), cotoráyac rumio (Polo de Ondegardo, 1916 [1571]: 89-190)” (Margarita E. Gentile 2005: “Un poco más acerca de la apachita andina”, obra que se puede consultar en línea: http://www.ucm.es/info/especulo/numero29/apachita.html), y el tocanca de Arriaga. La definición que podemos dar es, por tanto: “Montón de piedras, que colocan los viajeros al borde del camino, en la alta montaña, para pedir a los apus que les permitan llevar la carga” y si tuviéramos el sufijo -ta como aspectual perfectivo, entonces significaría’lo llevado’ o bien ‘lo que ha sido traído y puesto <amontonado, en la cumbre de una montaña en beneficio de la divinidad y propio>, como sugiere el conjunto de lo citado. En otros lugares se abrió a otros significados, siempre con algún matiz sagrado, como en Arequipa donde significaba ‘cementerio’, por los montones de piedras colocados sobre las tumbas. Otros compuestos de apay ‘llevar’ como apachico, apaicuna, etc. se analizan en su lugar.
Academia Peruana de la Lengua (2016). DiPerú. Diccionario de peruanismos. Lima: Compañía de Minas Buenaventura y Academia Peruana de la Lengua.
apacheta. f. Montón de piedras que se colocan al lado de un camino, especialmente en las partes altas de los cerros, para invocar a los apus. Después de dudar un instante, prefirió huir por la vuelta del cerro. El alma buena bajó de la apacheta y derechito se vino hacia nosotros.1