callahuaya. <aim. kallawaya, etn. < qulla ‘medicina; droga’ + wayu ‘redoma; recipiente que cuelga de la mano’ // <?aim. q’aya/ qaya ‘oro’ + ‘waya ‘lugar en pendiente’ (‘médico indígena, herbolario’). Nota: sON VARIAS LAS ETIMOLOGÍAS PROPUESTAS PARA ESTE ETNÓNIMO. Recurriendo a la socorrida Wikipedia tendríamos a modo de resumen cuatro opciones: 1), la planta conocida en quechua como kalawala (Polypodium pycnocarpum), 2) la voz quechua, que respondería a un duplicado de palabras quecuas que se traduciría como ”llevar plantas <medicinales> en la espalda”, 3) la voz aimara con la equivalencia ”país de médicos” y, por supuesto, 4) en su lengua propia, secreta, conocida como puquina, en que se conocería como kalli’wayai ‘iniciado en el saber’ (http://tinyurl.com/o5q4qdx, reg. 28 febrero 2014). Creemos que tiene algo de realismo la opción 3); la opción 1) alude ciertamente a una planta medicinal, un tipo de helecho conocido sobre todo en Centroamérica y en la selva amazónica, pero que no parece poder generalizarse a todo un pueblo; la 2) inventa términos quechuas para adaptarse al derivado como wata ‘espalda’, por lo que ha de dejarse a un lado por ser composición ad hoc; finalmente 4) no da idea real de la forma puquina que derivaría en la citada, pues en el Rituale seu Manuale Peruanum de Luis Jerónimo de Oré (Nápoles, 1607) o en los listados conocidos tomados de él y otras fuentes (Torero, Alfredo: Idiomas de los Andes: Lingüísticas e historia. Lima, IFEA -Ed. Horizonte 2002), tal formas no se dan. Sí que parece digno de mención, en segundo lugar, el hecho de que -huaya esté relacionado con el aimara huaa ‘cuesta abajo’ (Bertonio 1612), lo que nos llevaría a ‘lugar en pendiente’ muy útil para discriminar topónimos (Cerrón-Palomino 2013), pero que aquí nos dejaría en precario, ya que kalla – qalla, etc. o incluso qulla – q’ulla no responderían a nada firme, sino a divagacines o vaguedades, parece. Más útil sería aceptar el quechuismo de DST q’aya ‘oro’, que recogen también en aimara Lucca y Layme (Calvo-Urbano, 2013, 741, n. 2492) y proponer que callahuaya significa algo así como la ‘ladera del oro’. O bien aventurarse por el aimara q’alla ‘entreverado’ o k’alla ‘periquito’ ya puestos a lucubrar, porque la voz qallani ‘ingenioso’ (relacionada con el quechua qallariy ‘comenzar’) del aimara no cuadra en la construcción del compuesto.

Calvo Pérez, Julio (2014). Diccionario etimológico de palabras del Perú. Lima: Universidad Ricardo Palma.

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