INTELIGENCIA EMOCIONAL

“La Inteligencia Emocional es la que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que nos brindará  más posibilidades de desarrollo personal”. Daniel Goleman, 1995.

Nuestras emociones son aquello que más nos define como seres humanos, y se activan a partir de lo que es importante para nosotros, y de lo que creemos acerca de nosotros mismos y del mundo.

En los últimos tiempos la sociedad ha valorado mucho a las personas inteligentes sobre todo en las áreas de ciencias, se les medía su CI a través de “test de inteligencia”, esto motivó sin razón que muchos de los jóvenes con un CI más bajo del requerido, no fueran apoyados y reconocidos, creando un futuro de vacíos personales y profesional difíciles de llenar.

Howard Gardner, creador de la Teoría de las Inteligencias Múltiples, miembro del Proyecto Zero de Harvard (Organismo dedicado al estudio del proceso de aprendizaje en niños y adultos); en su libro Inteligencias Múltiples, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que se sabía intuitivamente: que la brillantez académica no lo es todo, que a la hora de desenvolverse en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos; por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida privada. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. Ni mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo: Einstein no es más ni menos inteligente que Michael Jordan, simplemente sus inteligencias pertenecen a campos diferentes. Gardner define ocho Inteligencias Múltiples, que son, Inteligencia Lingüística, Lógico-Matemática, Espacial, Corporal, Musical, Naturalista, Interpersonal e Intrapersonal (éstas dos últimas son parte de la Inteligencia Emocional).

Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo solamente innato. Se nacía inteligente o no, y aparentemente la educación no podía hacer nada al respecto, cuando en realidad existe tanto la parte innata (genética) como la parte adquirida, recordemos que las habilidades se desarrollan con la práctica, constancia, esfuerzo y disciplina.

Gandhi, decía que la risa no cuesta nada y produce mucho, que enriquece a quienes la reciben sin empobrecer a quienes la dan, y que nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no puede dársela a los demás, y reflexiono sobre esto, sobre la importancia de ser amable con las personas, de dar una palabra de afecto, un halago, un abrazo sincero, una sonrisa auténtica; y dejar la insana costumbre de juzgar, de señalar, de criticar, que es inútil porque pone a la otra persona a la defensiva, es dañina porque lastima el orgullo, que es tan preciado en las personas, hiere su sentido de importancia y despierta su resentimiento.

El famoso psicólogo B.F. Skinner comprobó mediante experimentación con animales que premiando la buena conducta, los animales aprendían más rápido que castigando la mala conducta, estudios posteriores demostraron lo mismo en los seres humanos; por medio de la crítica nunca provocamos cambios duraderos y con frecuencia creamos resentimiento.  Dale Carniegi  en su libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, pag. 11, nos dice, “Tanto como anhelamos la aprobación, tememos la condena”, el resentimiento que engendra la crítica puede desmoralizar empleados, amigos, familiares.

Estoy convencida que todos tenemos el potencial de desarrollar nuestra inteligencia emocional, la cual nos hará ser más felices, y hacer más felices a la gente que nos rodea; la pregunta es Qué tenemos que hacer? . . . Desarrollar estos cinco factores principales en nuestra vida, Autoconocimiento, Autocontrol, Motivación, Habilidades Sociales y la Empatía.

En PERFIL (Centro de Centro de Desarrollo Personal y Profesional), reconocemos la importancia de potenciar la Inteligencia Emocional en las personas, por ello brindamos consultoría y asesoría personalizada para el desarrollo de habilidades personales y profesionales, a través de la identificación de sus fortalezas, debilidades y de aquellas características que lo hacen único para un determinado lugar en una organización y en la sociedad.

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