Los libros y yo
– Que quieres que te regale? – pregunta alguien
– Puede ser un libro? – respondo con otra pregunta
– segura?
– Sí! Ahora te digo cuales pueden ser – digo sonriendo
Amo leer desde el día que recibí a mis 6 años mi primer libro: “Fábulas de Esopo”. Primer grado de primaria me permitió abrir mi mente: ¡aprendí a leer!. Las palabras de los libros empezaron a cobrar sentido, dejaron de ser simples trazos para convertirse en un camino infinito de mundos nuevos. Imaginación, ¡esa capacidad que nos permite representar en nuestra mente aquello que leemos!, única de cada persona.
Cuando uno es niño, más aún de una niña de 6 años, la curiosidad es innata, mis recuerdos se remontan a viejos libros que “descubrí” en algún lugar de mi casa. ¡Rayados!. ¿Quien rayos hizo eso? La respuesta de mis padres fue: “Tú, cuando tenias 3 o 4 años”. Había rayado no uno ni 2, muchos!. Me daba pena haber hecho eso, aunque es comprensible para esa edad. Los que quedaban en pie, eran textos universitarios de mis padres, sin embargo yo buscaba cuentos, historias … ¡leyendas!