Existen la Economía Política y la Geopolítica. Ambas ciencias ayudan a tomar decisiones de orden público.
Según la Wikipedia: “el término economía política se utiliza comúnmente para referirse a estudios interdisciplinarios que se apoyan en la economía, la sociología, el derecho y la ciencia política para entender cómo las instituciones y los entornos políticos influencian la conducta de los mercados.”
A su vez, de acuerdo a la misma fuente, la Geopolítica es “una ciencia que a través de la geografía política, la geografía descriptiva y la historia estudia la causalidad espacial de los sucesos políticos y sus futuros efectos. La geopolítica también representó uno de los instrumentos para definir las estrategias de la colonización del mundo.”
Curiosamente, a pesar de que por todas partes se habla hoy en día de la importancia del conocimiento y se ha inventado el término de “Gestión del Conocimiento”, quienes tomas las decisiones claves en un país viven de espaldas a este tema.
La principal fuente del conocimiento es la investigación. Esta a su vez genera aplicaciones, desarrollos y finalmente, algunos de los desarrollos llegan al mercado y se producen las innovaciones. Gracias a este proceso los pueblos mejoran sus condiciones de vida.
Lamentablemente, los hechos nos demuestran la pobreza de conceptos de las distintas clases políticas para facilitar la generación y el aprovechamiento del conocimiento. Tal vez sea hora ya de que aparezca una “Gnoseo Polìtica” que ayude a desarrollar y articular sistemas de innovación en todos los países.
Como muestra del atraso de los polìticos en lo que se refiere a cómo promover el desarrollo de conocimiento, veamos algunas gráficas.
En primer lugar, veamos, según el Informe del Desarrollo Humano del 2006, el promedio de inversiones en investigación y desarrollo entre los años 2000 y 2003 en los países sobre los que hemos tratado en este mes:
Como ya se ha comentado en anteriores entregas, es penosa la actitud de los países andinos o bolivarianos. sus presidentes cambian, dicen pensar distinto, pero invierten de la misma manera en investigación y desarrollo. Brasil está a la cabeza de toda latinoamérica y México no sigue en lo que más debería adaptar de los Estados Unidos. Chile destaca algo, pero recuérdese que Ricardo Lagos prometió llegar al 1.2% del PBI dedicado a Investigación y Desarrollo. No cumplió y prefirió comprar más armas.
¿Y qué pasa si comparamos en qué porcentaje se invierte en investigación y desarrollo respecto a cuánto se gasta en cada país en su respectivo presupuesto militar?
Con la excepción de México (que gasta poco en ambos, pero por igual), todos, incluyendo a los Estados Unidos y a la China, gastan más en armas y en militares que en investigación y desarrollo. Claro que estos países y unos pocos más, incluyen dentro de su presupuesto en el sector de las Fuerzas Armadas, gastos en investigación y desarrollo de armas y sistemas ofensivos y defensivos.
Los más pobrecitos y que hasta verguenza da nombrarlos, ni siquiera realizan investigación y desarrollo en sus sistemas de defensa. Prefieren alimentar las arcas de los fabricantes, de los traficantes y algunos de los responsables de las compras.
Es interesante también, conocer cuántos investigadores por millón de habitantes se tienen. Veámoslo:
Noruega y los Estados Unidos son los más ricos y son los que más gente dedicada a investigación y desarrollo tienen. Seguramente que mucho políticos y muchos minsitros de economía de los países pobres dirán que tienen tantos investigadores porque a ellos les sobra la plata, pero entonces, ¿por qué le dedican más dinero a la compra de juguetes de la muerte?
Si medimos cuántas personas se dedican a desarrollar investigación y desarrollo respecto a cuantas personas se dedican a las fuerzas armadas, observamos lo siguiente:
Todos los países aparecen desaprobados. Se prefiere tener gente dedicada a la guerra o a la defensa que a gente dedicada a la creación y al bienestar del ser humano. Absurdo ¿no?
Y claro, algunos están mucho más desaprobados que otros y eso que algunas de las cifras de los más pobres han inflado el número del personal dedicado a investigación y desarrollo.
En fin, se ve que los políticos no saben que “del cuero salen las correas” ¿o es que creen que como en el pasado, la riqueza sólo se consigue al quitársela al otro? Eso vale por ahora sòlo para el más fuerte y si no repasen los negocios de la guerra de Irak. »Leer más