Una profesora de matemáticas que ha estudiado su doctorado en Brasil me relata sus cuitas al estar encargada de organizar un encuentro internacional de Matemáticos:
“He ido embajada por embajada solicitando apoyo para que paguen la venida de algunas celebridades de las matemáticas de sus respectivos países. Todas me han cerrado las puertas. Sin embargo, cuando en Brasil uno pide algo similar, las correspondientes embajadas ayudan con todo gusto y a todo gasto”.
Esto que cuenta la profesora, aunado a la poca inversión que países como el Perú le dedican a la investigación, desarrollo e innovación me lleva a pensar que estamos en un medio parecido al de la Bella Durmiente. Los peruanos y los extranjeros que radican en el Perú se abandonan, se duermen por causa de algún oscuro maleficio y dejan de creer en el país.
Es increíble la ceguera y la desidia sobre este tema. En estos días hemos escuchado acerca de la lentitud en la aplicación del cacareado “Shock de Inversiones”. Y pensar que en dicho Shock no se separó nada para el CONCYTEC, a pesar de que este tenía propuestas y pedidos de todo el país para invertir en diversos proyectos de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Si se revisa el estudio titulado “Un Meta Análisis de las tasas de Retorno de la Investigación y Desarrollo en la Agricultura”, desarrollado por Alston, Chan-Kang y otros colaboradores (http://www.ifpri.org/pubs/abstract/113/rr113.pdf), se encuentra que las tasas de retorno de invertir en investigación y desarrollo superan, en promedio, el 60% anual y en los países en desarrollo, esta tasa de retorno puede ser de hasta el 100%.
En otras palabras: si se invierten US $ 1,000 en I+D en investigación y desarrollo, cada año, el inversor recibiría una ganancia de US $ 1,000.
El programa Sierra Exportadora ¿no debería tomar estas cifras en consideración? Las AFP ¿no podrían pensar en este asunto? El Congreso ¿no debería crear mecanismos que faciliten la inversión en I+D, en especial en el área de la Agroindustria?
La respuesta del por qué no lo hacemos se encuentra posiblemente en el mismo estudio. En la siguiente figura se muestra el tiempo que toma todo un ciclo de inversiones y retornos originados por la inversión en I+D:
El ciclo de vida de un proyecto completo puede ser de unos treinta años. Los primeros ingresos pueden aparecer al final de los primeros diez años. Entre el décimo y el trigésimo año, los ingresos superan con creces a los gastos y de allí se obtiene el equivalente a una rentabilidad del 100% anual.
En países con visón de corto plazo como es el caso del Perú, donde no hay estadistas, políticos ni empresarios que tengan el coraje, el patriotismo y las ganas de transformar a su sociedad, estamos condenados a la desaparición
¿Se anima el lector a ayudar a despertar a la Bella Durmiente? Leer más