A propósito de mi ponencia en eI Congreso Internacional De Tecnología Aplicada a la Minería – Feria ExpoTecnomin

Amigo(a)s, Aprovecho esta oportunidad para compartir con ustedes el resumen de mi ponencia en el Primer Congreso Internacional de Tecnología aplicada a la minería -el ppt lo pueden encontrar en: http://www.slideshare.net/cococaceres77/poltica-minera-retos-del-siglo-xxij-caceres10-juliofinal –

Espero les sea de utilidad.

Política Minera: Competitividad, Tecnología y Regulación. Los retos del siglo XXI

I Congreso  Internacional de Tecnología aplicada a la Minería

Ponencia: por Jorge Luis Cáceres Neyra LL.M

Nuestra ponencia en el  I Congreso Internacional de Tecnología aplicada a la Minería tiene por propósito presentar los retos que los cambios en la evolución e innovación en la actividad minera muchos de ellos producidos por el vertiginoso avance de la tecnología  afectan la construcción de una política  minera en el SS.XXI.

Históricamente, el Estado se ha reservado para sí la propiedad de los metales preciosos y minerales esenciales como instrumento clave para garantizar sus procesos de acumulación y crecimiento nacional. Con el devenir del tiempo los yacimientos superficiales, propios en los tiempos antiguos de la Europa y Asia  imperiales romanas,  se han venido agotando y ha sido la innovación tecnológica lo que viene garantizando la explotación de minerales en los ritmos requeridos por la industrialización postmoderna.

Aun cuando, esta verdad se mantiene incólume, ciertamente, la minería genera otro proceso mayor y muy beneficioso que es la transferencia de tecnología y  buenas prácticas que se repliquen a toda la economía y sociedad peruana. Ejemplos como el desarrollo de la industria metal mecánica en el Perú,  el mejoramiento de los servicios de transporte y fletes, la irrupción de un conjunto de contratistas expertos en explosivos, ambiental, planeamiento entre otros aspectos es muestra de este avance, pero no es suficiente.

Esta tecnología que se observa en su real envergadura en espacios más institucionalizados en minería como bien es Canadá o Australia está al alcance de nuestras manos. Es así que, nuestro deber es apoyar nuestro desarrollo logrando que la mayor inversión minera genere una mayor transferencia tecnológica.

Sin embargo, las reglas para la actividad minera han cambiado. En el siglo XXI no se permite como regla esencial en la actividad extractiva la externalización de los  costos, materializado durante años con la sobre afectación del medio ambiente –recordemos la NEPA de 1970 en los Estados Unidos de América- y la afectación social fundamentalmente a los pueblos indígenas -ver la sentencia Surinam v. Saramaka 2005 Corte Interamericana de Derechos Humanos-, así como fundamentalmente la seguridad y salud del trabajador, donde la irrupción de enfermedades profesionales como la neumoconiosis y hipoacusia deben ser proscritas . Más aún, el consentimiento informado es un término que  viene recorriendo el mundo como requisito futuro para explotar un proyecto minero. En consecuencia, el Estado y las mineras deben ajustar sus reglas y prácticas a esto nuevo entorno internacional.

Del otro lado de la moneda, el Perú ahora compite con destinos antes impensados. El oeste de África es un nuevo lugar para las exploraciones mineras de riesgo. Nuestra garantía de éxito no radica sólo en nuestra riqueza geológica, que en apariencia nos sitúa al menos en 8 principales minerales dentro de los top 10 del mundo –sobre un universo conocido de al menos 20 minerales claves -, sino fundamentalmente en brindar una infraestructura, capital humano, capital financiero, política minera y estado de derecho suficientes que atraiga la inversión minera.

Perú a la fecha, al menos de acuerdo al Informe Fraser del 2013, no llega siquiera al puesto 40 entre los destinos más atrayentes para la inversión minera.  Qué lejos estamos de Chile, siempre en los top 20 de dicho informe.

En este contexto,  la innovación es y debe ser inclusive una obligación del Estado Peruano. En consecuencia una política minera debe promover un liderazgo que promueva como objetivo común del sector público, sector minero, la academia, convertir al Perú, en el mediano plazo,  en un líder mundial en minería.  

El contexto aún es propicio, la realidad es que ante la ingente cantidad de minerales requeridos por los gigantes asiáticos – China se encuentra en proceso de modernizar y urbanizar toda su zona occidental, y en menor medida del crecimiento de la India  –  el requerimiento por explotar yacimientos de una ley media es una necesidad, antes no pensada, que requiere mayor inversión, análisis y tecnología, materializada en un tándem ideal entre empresas mineras innovadoras, financieramente sólidas y socialmente responsables que junto  con Estados promotores, eficientes,  y  practicantes del “rule of law”, construyan acuerdos de largo plazo para la extracción de minerales.

En este contexto, nuestra respuesta debe ser recogida en una potente política minera que desde nuestro punto de vista debe contar con los siguientes elementos:

  • Estabilidad macro económica, política monetaria prudente, y gestión adecuada de la caja fiscal.
  • Estabilidad de largo plazo en la imposición de políticas tributarias y de regalía minera. La sostenibilidad en el tiempo de la norma tributaria genera predictibilidad entre todos los actores tanto públicos como privados.
  • Construcción de infraestructura pública suficiente para garantizar las comunicaciones nacionales e internacionales en el país. Solo carreteras y  ferrocarriles que unifiquen el país permitirá  reducir los altos costos del flete minero.
  • Mejoramiento del capital humano (ingenieros, técnicos, científicos, abogados, economistas, sociólogos) vinculado a la minería. El Perú debe brindar personal capacitado bilingüe familiarizado con la industria minera que permita brindar servicios directos e indirectos a la industria.
  • Promoción de la investigación científica en geología, geometalurgía, minería, economía de minerales, regulación minera.
  • Regulación y Permisos simple, integral y predecible. La actividad minera por regla general a nivel mundial se encuentra sobre regulada más aún en tiempo de protección de los derechos humanos, el ambiente y la seguridad del trabajador.  El reto es  que respetando dichos valores, se construya  una permisología  en el largo plazo, que diferencie los requerimientos en función al impacto, es decir es diferente  la exploración que la explotación.
  • Finalmente, la promoción de la actividad exploratoria, de alto riesgo y de capital costoso, requiere  elaborar y aprobar en el menor corto plazo normas promotoras tanto a nivel tributario,  financiero, así como en lo ambiental y social.
  • Protección de la seguridad y salud en el trabajo del trabajador minero peruano. La meta de “0” accidentes fatales debe ser un objetivo nacional.

Aún cuando estas acciones principalmente la generación de capital humano y mejoramiento de los estándares de seguridad minera son de largo plazo, ejemplos concretos nos muestran que los retos están a la vuelta de la esquina. Ya en Australia BHP Billiton y Río Tinto viene experimentando con la automatización de los transportes de carga de minerales, dejando de lado el uso de conductores, y generando conocimiento y tecnología necesaria para que operen grandes centros de control a miles de kilómetros de distancia de la operación minera. Más aún, en la misma Australia se viene discutiendo la reforma del sistema de “fly-in fly-out” (régimen laboral de trabajo acumulativo de determinados días de trabajo en mina por otros días de descanso) no sólo debido al alto costo laboral del sistema sino la afectación a la salud de los trabajadores, requeriéndose a la industria minera una respuesta eficaz a la solución de dicho problema.

En resumen, los problemas de la actividad minera, propios de una nación en transición al desarrollo como el Perú, deben contener una política minera que promueva la transferencia de tecnología que bien es la carta actual de la minería del Siglo XXI. Solo podrán cosecharse los frutos en terreno fértil bien trabajado. Es pues nuestro reto, desde nuestra posición sea en la academia, en la actividad minera, o en el Estado, poner nuestro grano de arena para avanzar en la transformación tecnológica de nuestro país, tomando como  base el aporte de la actividad minera.

Perth, Australia, Julio del 2014

 

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