Preciso artículo de Oscar Ugarteche sobre el problema del dólar, publicado en el Diario El Comerci del 18.03.2009.
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Por: Óscar Ugarteche (Economista Investigador del INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS DE LA UNAM)
En la teoría convencional, cuando una economía es deficitaria se devalúa y cuando es superavitaria se revalúa. En la primera década del siglo XXI se aprecia que, en efecto, las monedas latinoamericanas superavitarias se revaluaron frente al dólar. También lo hicieron las asiáticas y en mucho menor medida lo hizo el euro, recién introducido en enero del 2002 al mercado.
Nunca desde la Segunda Guerra Mundial ha habido el tamaño del déficit fiscal estadounidense que existe ahora. Salvo que esta vez fue un déficit liderado por el gasto militar antes de que ocurriera ninguna acción bélica y se profundizó con las políticas de invasión a Irak y Afganistán. Esta política de manejo fiscal irresponsable tenía detrás una recesión que se inició en enero del 2000, que acompañó el desplome de las bolsas de valores a partir del 2 de enero de ese año. La recesión se combatió con el gasto militar y con la reducción de las tasas de interés a niveles reales cercanos a cero, lo que indujo una burbuja especulativa en la bolsa de valores y en el mercado inmobiliario.
Al otro lado estaban las políticas de crecimiento exportador y de responsabilidad fiscal con algunos países que incluso introdujeron leyes que prohíben tener déficit. De este modo, los países en desarrollo con políticas de responsabilidad fiscal y de crecimiento liderado por las exportaciones generaron los excedentes que fueron absorbidos por el déficit de las economías mayores.
Para la política exterior y la prensa estadounidense, el problema es que el tipo de cambio chino no se revaluó junto con todas las demás monedas. En realidad, es el excedente del mundo entero el que financia el “sobreconsumo” de las economías mayores; y el déficit estadounidense no es inducido por la política de cambio fijo de China sino por la irresponsabilidad fiscal.
Llegado el crack de octubre negro del año 2008, todas las tendencias lógicas se revirtieron y se ingresó en un sinsentido teórico. La economía mayor deficitaria comenzó a revaluar su moneda.
Esto se explica, primero, porque las líneas de crédito internacionales de corto y largo plazo se han secado, los flujos de inversión de cartera y directa se han revertido o adelgazado y las remesas de trabajadores se han reducido. La oferta de divisas se ha visto brutalmente contraída, mientras que la demanda es creciente a partir de octubre del 2008, conforme la banca internacional lleva sus excedentes a casa y los inversionistas institucionales en cartera vuelven a su lugar de origen. Esto es acompañado de una enorme desconfianza ante la incertidumbre de que, río abajo, grandes déficit de balanza de pagos y contracción económica llegarán a América del Sur de todos modos.
En el largo plazo, sin embargo, todos —comenzando por el Gobierno Chino, el mayor financista de Estados Unidos— anticipan un brutal deterioro del valor del dólar, lo que significa que el precio del oro irá hacia arriba.
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