Comentario a Yumurta. Dialéctica e imagen.

 

Hce unos años tuve oportunidad de comentar la película “Yumurta (huevo)” de Semih Kaplanoglu. Esto en el marco de un congreso celebratorio de la obra de Mc Luhan.

Llevé, esa vez, mis comentarios por los campos de la Filosofía y la dialéctica. Acá mi comentario.

 

 

 

  1. Introducción.

El alcance hegeliano propuesto en su idea de dialéctica sigue siendo una idea cautivante para abordar diversos aspectos de la naturaleza y de la cultura [1]. En esta ocasión seguiremos ese camino con el fin de comentar el aporte que reconocemos en la obra cinematográfica de Kaplanoglou [2].

 

  1. Descripción y comentario de la película.

 

Yumurta (huevo) junto a Miel y Leche conforman la conocida trilogía “Yusuf”, nombre del personaje que recorre a distintas edades estas tres películas del excelente realizador turco Semjih Kaplanoglou.

Yusuf es un poeta inscrito en un debate entre la tradición y la modernidad, un debate que adquiere distintas formas: cambios económicos, relación con los padres, cambios de looks y, sobre todo, en un debate del individuo, de su mundo interno con el mundo que lo rodea: es aquí donde lo onírico adquiere un papel central en la trama Yusuf.

 

Junto a esto, nuestro primer dato de interpretación, podemos rápidamente saltar a la idea de Alain Badiou sobre el siglo XX: un siglo determinado por la pasión de lo real, la activación de lo verdadero como consecuencia de una actitud teórica de siglos previos que intentó ser la guía para todos los eventos importantes dentro del siglo XX como las revoluciones, la expansión del capitalismo, la caída del muro, etc. Este paso de la especulación a lo real siempre es un paso violento, mas en el film se puede reconocer dicho paso a nivel personal. Es la forma en que se captura el debate en la obra de este cineasta.

 

Desde un punto de vista técnico, lo primero que salta a la vista es el uso de la cámara quieta en secuencias largas y la presentación de actividades repetitivas como secuencias mecánicas. El uso del silencio y de los diálogos susurrados también es característico e importante, ya que conjuran escenografías inmensas de contenidos, pero de escaso movimiento: son cuadros donde los detalles pueden estar presentes tanto materialmente como en un plano emocional.

 

Como vamos advirtiendo, el filme no se queda en la simple reproducción teatral, ya que el cine de Kaplanoglou sabe muy bien cómo poner al tiempo, al transcurrir del tiempo en un primer plano.

Frente a estos hechos evidentes, aparece una aparente aporía: ¿cómo es posible entonces, que la cámara quieta, recurso primitivo del cine, nos pueda mostrar al tiempo, elemento propio del cine de vanguardia, en un primer plano? Nuestro trabajo en esta nota es explicar cómo esto es posible.

 

 

  1. Reaparición de lo primitivo.

La reaparición de lo primitivo siempre ha tenido lugar no solo en las artes. A continuación realizaré una brevísima revisión de este retorno en la literatura, en la civilización y los medios, y el cine. La idea de este recorrido es permitir un camino de respuesta a la pregunta planteada anteriormente.

 

  • El primer puerto es Apollinaire.

 

El poemario Alcools (1912) de Guillaume Apollinarie fue considerado en el momento de su aparición como el libro más vanguardista nunca jamás escrito. Este libro de poemas no contaba con métrica, no presentaba rima, al menos de alguna manera tradicional y, sobre todo, creo yo, no presentaba puntuación. Era sencillamente ritmo, tiempo puro.

El mismo Apollinaire, quien vivía feliz con el título de “el poeta más vanguardista de inicios de siglo”, cuenta que le surgían tonadas en la cabeza y que luego las llenaba de palabras y con ello obtenía sus versos.

 

Es curioso ver cómo buscando ser lo más adelantado a su tiempo, retorna a lo más primigenio, al ritmo y al tiempo. Sin embargo, considero que este retorno no es absoluto al cantar inicial, ya que  pasó por la tecnificación del verso: el recorrido histórico realizado le han hecho perder la inocencia del inicio.

Aunque su formulación sea como la de los cantares primigenios, sus sonidos, sus elementos ya están cargados de otras intenciones.

Es en este punto, en que empieza a entrometerse el tiempo en la literatura y mina sus propias posibilidades: da paso, pocos años después a Joyce, a Proust, al flujo de conciencia manifiesto en títulos emblemáticos como “En búsqueda del tiempo perdido”.

 

  • Mc Luhan.

 

McLuhan nos cuenta que un recorrido similar ha ocurrido en la relación entre medios y estados. Para McLuhan existe un estado tribal básico: este se caracteriza por ser predominante “la comunicación verbal”. Para este pensador, este lenguaje básico es una relación entre cosas y sonidos, aunque como suele decir, le extraña que dentro de este lenguaje existan descripciones tan amplias para los sentimientos.

 

Existe un segundo estado que denomina estado de destribalización. Este inicia con la aparición de la escritura. Según McLuhan, este medio nos conduce a una civilización más racional y funcional donde surgen conceptos útiles y beneficiosos para la sociedad. Esta destribalización similar a la idea de Weber, se da gracias a la abstracción y la separación que adquieren los símbolos y las cosas.

 

Existe un tercer momento que denomina de retribalización. Este supone una vuelta atrás y surge por la aparición de tecnologías en el ámbito comunicativo. Estos medios redescubren las facultades sensoriales, por ejemplo, la radio estimula el oído, la tv la vista, el cine, la articulación de sensaciones. Esto rompe con el equilibrio adquirido gracias a la frialdad de la escritura y restituye las capacidades sensitivas en los individuos.

 

Quizá más importante aún es que estas tecnologías recrean el contacto oral de la era tribal, como los iphones, y por otro lado, derriban barreras estatales surgidas también como efectos de la escritura y da cuerpo a proyectos de mudialización de la cultura. Pero, una vez más, el retorno no es idéntico al primer momento.

 

 

  • El cine.

 

En el cine sucede lo mismo que en los dos ejemplos anteriores. El cine surge, por una limitación tecnológica, con la cámara quieta. Ejemplos claves de esta situación son El gabinete del Dr. Caligari de 1920; La pasión de Juana de Arco de Dreyer de 1928 y Un hombre con una cámara de Vertov de 1929. Los tres de la misma década son propuestas que lidian con este primitivo del cine [3].

 

Este es el primer momento del cine, la cámara quieta, similar al canto para el poema y el hablar puro de la sociedad tribal de McLuhan: la relación entre lo expuesto y su significado es directo, sin recodos para más relaciones que las fijadas.

 

Luego esta primera potencia del cine se tecnifica y surgen los planos rostrificados o primero planos; surgen luego las secuencias de acción y de duelo y, en último momento, surgen las relaciones simbólicas que unifican elementos. Estos cambios en la imagen cinematográfica corresponden a la tecnificación del verso en métricas y rimas, así como a la tecnificación de los medios.

Sin embargo, al igual que en la ciencia Moderna el tiempo siempre latente había sido dejado de lado.

 

 

 

La imagen cinematográfica pasa por una crisis hacia mediados del siglo XX: el tiempo, que estuvo siempre relegado por el espacio para la cámara quieta primitiva empieza a “filtrarse” y rompe los moldes de la imagen convirtiéndose en el marco de elementos igual mente temporales como son los recuerdos, las ideas, los flashbacks, los sentimientos y es sobre ese marco que todo en la imagen adquiere un carácter distinto: caminar no es solo caminar, ahora es un ser cargando tristezas o dudas o ambas, como Yusuf el personaje de nuestro film. Aquí, la cámara quieta, luego de esta crisis está capacitada para mostrar elementos que se despliegan en el tiempo. Esta es mi respuesta a la pregunta inicial.

 

  1. Conclusión.

 

Es en este retorno a pulsiones primigenias que he buscado retratar en esta intervención que es posible comprender el cine de Semih Kasplanoglou: un retorno a la quietud de la foto, pero no con la intención de mostrar los espacios o los personajes, sino al tiempo como escenario de afecciones.

 

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[1] Una idea que siempre he sostenido en relación a la dialéctica es su intento fallido por explicar la aparición de lo nuevo. Intento fallido pero ilustrativo por dejar en claro cuáles son las bases metafísicas en las cuales se instaura el pensamiento occidental clásico.

[2] Cineasta Turco nacido en 1963. Es artífice de una obra compleja y llena de matices líricos.

[3] Aunque en la de Wiener se ve por primera vez una toma donde la cámara se mueve dentro de una escena.

Una nota breve sobre Enrique Verástegui

El gran Enrique Verástegui nos dejo este año. Se fue unos de los mejores poetas que ha tenido este país. Gracias a los dioses nos deja un amplia obra que demoraremos en revisar y revisitar, pero sobre todo disfrutar.

 

 

Hace unos años me invitó a presentar su antología “Ángel con laúd sideral”. Sin más acá dejo el texto: https://hawansuyo.com/2017/04/02/enrique-verastegui-poeta-maestro-y-amigo-victor-gonzalo-ramirez-herrera/

 

Algunas ideas sobre la ciencia y el pensamiento. Apuntes sobre Hegel

Los apuntes que siguen son antiguos y representan notas sobre mis lecturas de Hegel de hace unos años. Creo que el texto no deja de tener cierta sensatez.

 

 

La ciencia es la manifestación más pasional del ser humano. Es la proyección del uno mismo más sincero, del temperamento más creativo, como de un intenso y radical amor por el misterio de la vida. Por ello, suele ser la parte de nuestro espíritu que más necesita ser restringida, determinada y articulada en reglas que, aunque no se vea con nitidez, pocas veces se logra domar a cabalidad. Pensar que esa cara fría y estática es la ciencia es obviar que detrás de esos grilletes se encuentra el hombre en su locura más pura. Quizá podemos afirmar que donde más restricciones hay en un proceder, más cosas por dominar subyacen. Los científicos suelen olvidar esto porque se dejan vencer por los grilletes, ataduras que obvian el movimiento en las cosas.

 

Del párrafo anterior, podemos sacar dos ideas relacionadas. La primera, sin más, que lo que le haga bien a la ciencia le hará bien al hombre y viceversa, en este caso, darle a los grilletes su verdadera razón de ser. La segunda, un imperativo: afinar la vista con pensadores que la tradición suele denominar “fríos y sistemáticos”, ya que en su flujo subyacente de consciencia hay más vida de la que un resumen o un esquema de manual puedan capturar.

 

La idea de esta breve nota será extraer algunas propuestas de un filósofo como Hegel, criticado como “frío y sistemático”, para el bienestar de la ciencia que es, a fin de cuentas, el bienestar del ser humano.

 

¿Cuál es la enseñanza principal, desde nuestro humilde punto de vista, de Hegel? Nosotros creemos que es la idea de movimiento, que no es más que la materia de la dialéctica hegeliana. Casi de modo poético, Hegel intenta mostrar que la razón, o una postura racional, con todo lo que implica en su propuesta, debe extender la crítica y el movimiento a todo, sobre todo a las categorías quietas que bien nos había dejado Kant, a saber, sujeto, objeto y realidad. Las categorías y todos los elementos estables de nuestro conocimiento, desde nuestra lectura de Hegel, deben ser puestos en movimiento. Él mismo lo dice: “nuestra tarea es hacer fluido el material petrificado que encontramos y volver a iluminar los conceptos contenidos en esta materia muerta”. Dentro de esta forma de concebir la filosofía podemos identificar tres aspectos que se desprenden de este poner en movimiento al universo entero: a) cada ser determinado está en relación con otro, y, al fin, con el mundo; b) este movimiento no es solo un movimiento del intelecto; y c) el movimiento trae consigo la negación del objeto mismo y, en ello, surge lo nuevo.

 

Para ver a) en perspectiva debemos recordar que una entidad finita lo es por su relación con otras entidades y está en un relación de necesidad con otros contenidos. Como llega a advertir Hegel, “cambiar de sitio un sola mota de polvo puede causar el colapso del universo entero”. Aquí hay que seguir insertando movimiento. La relación no debe concebirse como un relación externa y superficial. En el interior del concepto de las cosas mismas hay una naturaleza “auto-contradictoria”: un objeto descrito como tal, y desde la cara tradicional de la ciencia, la misma que aquí criticamos, se adscriben propiedades a tales entidades, pero este sentido de ciencia obvia otros contenidos que se ponen fuera del objeto y que son precisamente lo que no son el objeto, haciéndonos pensar que son características separadas de estos, cuando realmente están contenidos en los mismos. Si integramos esto que no es en el objeto, pero que lo constituye, podemos reconocer, para empezar, el carácter dinámico y holístico de los elementos y el mundo y, en el mismo, integrar al sujeto que observa. El mundo y el sujeto están en un relación dinámica, dramática y grave como esa idea nietzscheana del abismo que observamos, pero que, a la vez, este abismo nos observa también.

 

Lo que Hegel quiere advertir en a) es el terreno para que b) pueda entenderse en su real dimensión: lo que es finito puede ser puesto en movimiento, real y concreto, dado que el ser de una cosa finita consiste en tener en sí misma la semilla de su desaparición. Hegel tiene abundantes ejemplos de esta situación, aquí tomaremos uno, en forma de fábula: “cuando un grano de cebada puesto bajo condiciones adecuadas en un terreno adecuado desaparece, es negado, y en su lugar surge de él una planta, la negación del grano”. “El objeto inquieto en sus propios límites”, llega a advertir Hegel, “lucha por ser lo que no es”. Así podemos observar a todos los objetos y vemos que cada cosa presente contiene su negación anterior y esto es posibilidad para ser, en tanto objeto presente, negada. La posibilidad de negación de un objeto es su abertura al universo, es su vínculo con un todo, así, como veremos, con su propio devenir.

La negación del objeto mismo no tiene como resultado la mera nada, sino, y esto es lo que advierte la idea c), un contenido especial, un concepto nuevo, más elevado, más rico, indica Hegel, y que ha sido enriquecido por su negación y contiene, además, al objeto que le precedió. Como vimos con el grado de cebada, que era árbol, y este árbol luego es flor y luego grano por la naturaleza de a) y b) obtenemos que este grano no es otra vez el mismo del inicio, sino que es mayor tanto en número y cualidad: se obtienen más granos y estos, llega a indicar Hegel, serán de una mejor calidad del primero del que salieron.

 

Esto es la dialéctica, el intento intelectual de captar el tiempo expuesto en leyes generales del movimiento y desarrollo en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. ¿Qué nos deja Hegel para la salud de la ciencia, que en este texto, corresponde con la salud del hombre? Muy fácil: no trabajar con conceptos estables, porque no lo son y, si lo son o aparentan serlo, es porque hemos eliminado el movimiento del ser de las cosas. No eliminar la contra inducción: la posibilidad de ver en los objetos positivos lo que no es en ellos, pero que le es intrínseco y, a la vez, impulsa su vínculo con el todo al que pertenecen. No creer en las descripciones estáticas de los hechos y dejarnos llevar por la idea de que los contornos que reconocemos como claros y estables son, en realidad, los contornos del mundo mismo cuando no son más que la mala costumbre de detener el mundo para hacerle un falso retrato.

 

 

Un texto sobre Deleuze y lo analógico.

 

 

 

Dejo por acá un texto mío publicado hace un tiempo en la revista Estudios de Filosofía PUCP. En ella hago un primer acercamiento, desde las intuiciones de Gilles Deleuze, a lo que considero un camino central para nutrir las ciencias actuales: el estudio desde lo no-lineal.

 

Acá el link:  http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/estudiosdefilosofia/article/view/15889/16321

 

 

El hombre de Taured.

 

En el año 1954, llegó al aeropuerto de Tokio un hombre de apariencia ordinaria, pero con la documentación de un país sobre el cual no se tenía registro: Taured.
El sujeto fue interrogado, puesto frente a un mapa y obligado a presentar toda la documentación que llevaba con él. Así su documento de identidad, monedas y hasta su licencia para conducir procedían de este extraño lugar. El sujeto identificó también su lugar de procedencia en la zona que corresponde a Andorra, en el norte de España. Demostró hablar varios idiomas pero que su lengua natal era el francés. Decía además estar en un viaje de negocios, rutina que cumplía hace varios años.

Tanto oficiales como el intervenido estaban confundidos y sorprendidos. Las autoridades optaron por llevarlo a un hotel y ponerle seguridad para evitar su fuga y tener tiempo para resolver el misterio. Pasada la noche, el sujeto desapareció sin más.

Para algunos sería una broma llevada al extremo; para otros, la evidencia de la existencia de dimensiones paralelas. Queda el misterio. La imagen es un retrato hablado del sujeto en mención.

 

Un verano de azufre

Para 1816, Europa se vio cubierta por una capa de frío y azufre producto de una erupción volcánica. Esta ocurrió en 1815 en Indonesia y el volcán se llamaba Tambora.

Hay muchas historias relacionadas a este acontecimiento. Entre ellas, el surgimiento de los relatos góticos, la composición del villancico “Noche de paz” y muchos poemas de Lord Byron. Pero quizá uno de los que mejor atestigüe la magnitud de evento sea la obra pictórica “Ulises comiéndose a Polifemo” de J.M.W Turner, pintor inglés reconocido por su trabajo con los paisajes.

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El pintor nunca supo que el esplendor rojizo de esta obra, datada en 1829, pero iniciada en el 1819, según algunos críticos, se debía al fuerte contenido de azufre que quedó en la atmósfera luego de dicha explosión al otro lado del mundo.

Star Wars VII: segundo trailer

Star Wars VII

Suelo pensar que el fenómeno entorno a Star Wars no es nuevo. En la literatura universal, existen diversos ejemplos de historias épicas que se extienden o se retoman. El Fausto de Goethe corrió esa suerte. La Ilíada con mayor fuerza aún: la Eneída, por ejemplo, representaría la extensión de dicho relato y daría justificación y origen al pueblo romano. Todo esto de la mano de Virgilio. En el caso de Star Wars, salvando las distancias, sucede más o menos lo mismo: los lectores añaden historias, modificaciones o renuevan totalmente la trama original desde algún punto. A estas extensiones se les conoce como el Universo expandido. La fuerza de estas nueva ficciones le ha dado un poderoso material a los realizadores de la VII y evidencian que, como con las buenas ideas, las buenas historias pueden sostener siempre más historias. Dejo el nuevo trailer: https://www.youtube.com/watch?t=98&v=ngElkyQ6Rhs

 

 

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Chomsky y la adquisición del lenguaje

Noam Chomsky

Las teorías de Noam Chomsky en Lingüística son tan fascinantes como polémicas. Más allá de los encendidos debates que suele sucitar o de los aportes que puede generar, sus ideas seducen con facilidad por tener, entre otras cosas, ese ingrediente que el psicólogo Steven Pinker denomina “la elegancia de la dedución”. Otro día recaeremos sobre algunos puntos de su teoría. Hoy solo alcanzo a dejar dos materiales audiovisuales para conocer sus propuestas y alcances.

El primero es un compacto de un minuto y medio. Excelente animación, desarrollo con una lógica clara y amena para los nuevos en este terreno. (https://www.youtube.com/watch?v=7Cgpfw4z8cw)

El segundo es un documental del aclamado director de cine y realizador de videos musicales, Michel Gondry: fascinado por las teorías de Noam Chomsky acudió al MIT para grabar una conversación sobre diversos tópicos relacionados al lenguaje. El producto final es un documento excelente, teóricamente claro y, sobre todo, cálido trabajo que cruza con mucha sutileza la línea entre el Chomsky-lingüista y el Chomsky-sujeto de a pie. (https://www.youtube.com/watch?v=l9YGo6rBLwQ)

Espero que ambos materiales sean de utilidad.

 

 

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Algunos apuntes sobre Interstellar (2014)

Christopher Nolan (Londres, 1970) se ha caracterizado por presentarnos films de alta factura visual, sólidas líneas argumentales y, sobre todo, tramas con giros inteligentes y bien pensados: formula que termina dibujando historias resueltas de modo similar a los trucos de magia clásicos. Con Interstellar todos estos ingredientes están presentes, pero, en este caso, al elevar tanto la expectativa, el film no culmina en muy buenos términos. En resumen, promete más de lo que da. Veamos por qué.

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El film nos inscribe en un futuro distópico donde la Tierra ya no puede sostener a la humanidad: el irresponsable despilfarro de recursos en el siglo XX ha puesto al planeta en nuestra contra a través de diversas plagas y de fuertes tormentas de polvo que han reducido a la población a una comunidad, principalmente, agrícola. En este mundo viven en una casa en medio del campo, Cooper (Matthew McConaughey) ex piloto de la NASA, ahora agricultor con toda las características de un cowboy clásico; su suegro Donald (John Lithgow), personaje entrañable que representa a nuestra generación en la Tierra (los nacidos entre el 80 y 90), y dos niños: Tom (Timothée Chalamet, luego interpretado por  Casey Affleck) y Murph (Mackenzie Foy de niña, luego interpretada por Jessica Chastain)  quien piensa que la casa donde están hay fantasmas. En un momento de la historia, las tormentas aumentan en intensidad y se descubre que los “fantasmas” de casa tienen un mensaje para sus habitantes. Este mensaje los lleva a vincularse con la NASA, dirigida por el Dr. Brand (Michael Caine), y a implicar a Cooper en un viaje a través del cosmos en búsqueda de un nuevo planeta para la humanidad; y a Murph dentro de la exploración matemática, también central para culminar el mismo objetivo: así, padre e hija se separan y el film se convierte en una metáfora extensa para su posible rencuentro.

En términos formales, Interstellar es impecable. Su principal aporte, en nuestra opinión, el excelente encuentro entre música, imágenes y evocación de sentimientos. Es ahí donde la edición de sonido se amalgama perfectamente con el tiempo de la historia y el carácter dramático de cada momento. En este mismo sentido, la fotografía juega un papel central que es cumplido a la perfección. Recuérdese que hay una travesía planetaria de por medio y es la visión el sentido más estimulado. La fotografía permite mantener la grandilocuencia de la situación y posicionar al espectador al mismo nivel de los personajes. Efecto, sin duda, pensado por el director para la experiencia en el cine[1]. 

La historia surge de un breve cuento del hermano de Nolan, Jonathan Nolan y es desarrollado como guión junto a su hermano. En él, los diálogos son acertados, incluso cuando están implicadas ideas del futuro, como por ejemplo, la ausencia de milicia, la coexistencia con la tecnología, el futuro educativo de los niños, etc., este es claro en su desarrollo. Una evidencia puntual del excelente dominio del guión es la presencia de los robots TARS y CASE a quienes se les regula el porcentaje de humor y este cambia adecuadamente con la escala sugerida. Asimismo, la tensión existente en el viaje se hace manifiesta en las conversaciones o en los silencios que el texto dispone.   Sobre el papel, el film no falla, incluso, parecería ser uno de sus características más sólidas.

Asimismo, hay una larga lista de aportes conceptuales propios del film: ideas que el film esboza como parte de su relato y que representan alcances interesantes para repensar algunos tópicos. El primer punto es la idea de comunicación y su relación con el ser humano. En cierta medida, el film puede reducirse a una sofisticación de la capacidad comunicativa del ser humano. Si bien compartida por otras especies, nunca de la forma en que el ser humano la hace su sello distintivo. Esto se encuentra en las diversas formas que los “fantasmas” intentan comunicarse, o las tecnologías de enlaces cuánticos que permiten comunicarse desde lo más recóndito de la galaxia, o en el grado de sinceridad que hay en las mismas conversaciones. Este elemento en central, y puede servir para seguir explorando los aportes del film. Nosotros solo dejaremos esto como un apunte breve.

Otro punto central que atraviesa la obra es la presencia de la ciencia como la religión más extendida y popular. El reproche a los niños en casa se da en esta línea: “no puedes creen en fantasmas, porque nosotros creemos en la ciencia”. Esto se complementa con el método científico recitado un par de veces como si fuera el credo católico. En esta misma línea, las coordenadas científicas donde se inscribe la intuición y el amor son dignas de mención, ya que renueva la perspectiva sobre ellas y las articula muy bien con el espíritu científico que impregna al film.

Un tercer aporte es el alto estándar de ciencia que se utiliza en el film. Este no es dejado al azar y se basa en teorías que están en el debate actualmente. No es gratuita así la presencia de Kip Thorne como asesor de contenidos: reconocido físico, famoso por ser el compañero de apuestas teóricas de Stephen Hawkings. Esto no solo se queda ahí sino que aventura hipótesis para el futuro de la humanidad, no fuera del marco científico y dentro de la teoría de las súper-cuerdas y multi-dimensiones. Lo interesante aquí es que no pierde de vista cómo estas implican al ser humano y evita dejarlas como simples teorías matemáticas.

Los problemas son evidentes: la amplia cantidad de temas, la diversa cantidad de información y la articulación perfecta con una línea narrativa simple vuelve el producto final un objeto complicado de cerrar a la perfección.  Las actuaciones son pertinentes se convierten en irrupciones fuertes que no se condicen con el momento del film: pienso en la conversación entre la Dra. Brand (Anne Hataway) y Cooper al escapar de una ola gigante en una de los planetas que visitan o el Dr. Mann (Matt Damon) en su breve aparición no deja explicar muy bien el giro que toma: no hay tiempo para articularse como sujetos claros. Es evidente que estos problemas surgen por la cantidad de hilos, tanto narrativos como conceptuales que quedan abiertos, y el tiempo que necesita el film para cerrarlo: las casi tres horas no son suficientes para esto. Esa sensación sí puede ser considerada un obstáculo para el disfrute pleno del film. El problema no queda ahí, ya que en el cierre es evidente que Nolan busca confundir con el guión mismo para tratar de dejar un final abierto que el espectador cierre desde su butaca. Tradicionalmente sería un aporte si la idea de truco de magia es la línea, pero la confusión es explícita y alta, como buscando cerrar rápidamente la película. Como se advirtió líneas atrás es el exceso la falla y el tiempo, uno de los temas centrales, curiosamente, no acompaña al film.

Nolan es quizá el estandarte de una nueva generación de directores, entre ellos David Fincher, Spike Jonze, Alonso Cuarón, Wes Anderson, que han encontrado el equilibrio perfecto entre el cine de autor y los blockbusters. Sospechamos que esta es una línea saludable para el cine y para expandir las posibilidades del mismo, produciendo películas inteligentes para las masas que acuden constantemente al cine. Mantener la línea, incluso con films no tan redondos como este, es un acto saludable para el cine y para el cerebro de los espectadores.

 


[1] No me equivocaría en inscribir este film en el género del western o en lo que Gilles Deleuze denomina imagen-acción. Esto por dos razones: a) la confrontación del hombre a la naturaleza y b) la presencia del duelo en espacio abierto. Por ello, es fácil que la acción tenga lugar y los personajes se inscriban en esta tensión con facilidad. Por ello, el film no decae en acción en ningún momento.

 

 

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Industria discográfica cumbiera

Chapulín y Chacalón

 

En los años ochenta, con el fenómeno de la cumbia /chicha bien instalado, fue inevitable que algunas disqueras se posicionen sobre otras. Una de ella, acaso la más importante de aquella época, la disquera Horóscopo fue una de las más representativas. Y, como toda casa disquera que se respete, siempre saca un compilado con los mejores cantantes de su cosecha, al mejor estilo de Fania en los setentas. En esta ocasión, los mejores artistas del género fichados por la disquera se reúnen en torno a Alex Novoa “Piraña”, gran bajista dado a conocer como músico de estudio de la casa, para presentar sus diversos estilos de cumbia. Por esta grabación desfilan Vico, Chapulín, Chacalón, Alín de Alín y la Tirpe y, para finalizar, el gran Centeno. La canción es una joya discográfica y debe ser tomada en cuenta por el amplio contraste de estilos: un catálogo de música que bien debe hacernos dudar de la ecuación tradicional “huayno + cumbia = chicha”. Esto no es más que una muestra breve de que el fenómeno cumbia es mucho más amplio de lo que el tratamiento tradicional describe y que, a la vez, debe ser interpretado principalmente como una industria y menos como manifestaciones musicales de corte regional. Acá la canción:

http://www.youtube.com/watch?v=Vytv4eGf-uE

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