El autor señala este acontecimiento como el nacimiento fundacional del sujeto Perú; puesto que antes de este momento el sujeto nonato (Perú) estaba inmerso en un abismo. Este es el abismo donde se encuentran todos aquellos que no tienen NOMBRE pero que existen.
Este artículo reflexiona acerca del nacimiento y del abismo para más adelante tratar de llegar a la existencia. Reflexionar acerca de este abismo nos permite saber quienes somos (dónde se encuentra el ser y como está constituido), como nos diferenciamos de él y nos permite seguir adelante para nunca detenernos. De pequeño me dijeron que las tres preguntas que importaban al hombre era quién eres, de dónde vienes y adónde vas. Estoy muy lejos de responderlas, pero creo que soy todo lo que me diferencia del abismo, vengo del mismo abismo (la diferencia es que hubo un momento fundacional en el cual me di cuenta que soy, como un despertar de la conciencia) y voy hacia donde soy.
Para el desarrollo del presente artículo utilizaré tres ejemplos que pueden ser más. El primero sobre cómo ponerle nombre a los hijos. El segundo sobre la taxonomía hecha por Carlos Linneo. La última el ponerle nombre a restos arqueológicos. Como características generales quiero señalar que existen dos tipos de nacimiento: el primero existencial y el segundo social. El nacimiento social se celebra con un ritual. Llamo ritual a toda aquella práctica cultural que se realiza al conmemorarse algún acontecimiento. Cada año al conmemorarse el acontecimiento se celebra también un ritual conmemorativo.
Cuando uno nace, nace. Existe. Existe tanto porque respira y porque ocupa un lugar en el espacio y en el tiempo. Pero la sociedad no lo reconoce hasta que deje su primer documento: el cartoncito donde se pone la huella entintada de un dedo. Hasta antes de ese instante el neonato vivió en un “abismo” sin tener vida pero sí existencia. Luego los padres ponen un nombre al niño. Pondré el ejemplo de mi nombre, el de Alejandro y Miguel Angel. Mi nombre deriva del término usado para denominar al gobernante de la civilización romana. Es un sustantivo convertido en nombre propio que guarda dentro de sí una connotación de autoridad. Alejandro tiene también autoridad al ser este un personaje histórico, el más grande conquistador de todos los tiempos. Miguel Angel es un nombre que deriva de uno de los más grandes pintores de todos los tiempos. Estos nombres tiene cierta connotación apreciativa hacia los hijos. Pero al ser César, dejo de ser Alejandro, Miguel Angel y un millón de nombres más. Ya tengo un nombre propio elegido arbitrariamente que sólo podré cambiarlo cuando sea mayor de edad.
El nombre recién se hace legal en el nacimiento del individuo que es la inscripción en la partida civil. Hay recién un ser nace socialmente. Firma en el padrón el padre, la madre y los testigos. Esa conmemoración, ese acontecimiento es un ritual (tanto como él bautismo): es un nacimiento en vida, cuando ya se daba la existencia. Hasta no estar inscrito en la partida era un sin nombre un N.N. vivía en el abismo. Eso pasa con la gente que se encuentra desaparecida por su estatus civil o cuando pasan esos casos policíacos de que una persona lo declaran muerto pero vive. La inscripción en el registro civil es un momento fundacional de la persona.
El segundo tema es la taxonomía que institucionalizó Carlos Linneo. Cito lo que Wikipedia dice de Linneo:
Linneo está considerado el creador de la clasificación de los seres vivos o taxonomía. Desarrolló un sistema de nomenclatura binomial (1731) que se convertiría en un clásico, basado en la utilización de un primer término, con la primera letra escrita en mayúscula, indicativa del género y una segunda parte, correspondiente al nombre específico de la especie descrita, escrita en letra minúscula. Por otro lado, agrupó los géneros en familias, las familias en clases y las clases en reinos.93 Con anterioridad a sus trabajos habían existido ya intentos de introducir cierto orden en la aparente confusión que supone la ingente proliferación de seres vivos. El primero que trató de establecer una clasificación fue J. P. de Tournefort (1656-1708) mediante la introducción de un sistema clasificatorio natural basado en la realidad objetiva de las especies, los géneros y las clases. Casi simultáneamente John Ray redactó una obra monumental, Historia plantarum generalis (1686-1704), en la que intentó distribuir de una manera racional las plantas y definir con precisión, básicamente, la noción de especie a través del establecimiento de sus relaciones con una comunidad de origen.
Los trabajos de Tournefort y John Ray tuvieron continuidad en las investigaciones iniciales de Linneo en el campo de la botánica, que se centraron en el estudio de los estambres y los pistilos, y que le indujo a pensar que podría introducir una nueva y mejor clasificación de las plantas, basada en el estudio de su aparato reproductor. Sin embargo, al tener en cuenta únicamente el carácter de la flor, el sistema, incluso en opinión del propio autor, resultaba demasiado artificial. Este problema quedó solucionado con la introducción de la llamada clasificación binaria, que utilizó para tipificar y clasificar más de 8.000 especies animales y 6.000 vegetales.
Asimismo, fue el primer científico que utilizó los símbolos del escudo y la lanza de Marte y el espejo de Venus para indicar, respectivamente, macho ♂ y hembra ♀. Sus trabajos le valieron la concesión de un título nobiliario en su país. La publicación de su obra “Las especies de las plantas” (Species plantarum) en 1753 se considera el inicio oficial de la aplicación de la nomenclatura moderna en biología. Defensor del fijismo, inmutabilidad de las especies y por tanto contrario a la idea de la evolución, consideraba que todas se habían creado por separado en el inicio de los tiempos.
Linneo es el creador de un práctico sistema de denominación (nombrelización) que se puede aplicar a todo ente existente. ES UNIVERSAL! Mediante esta clasificación los científicos Europeos eligen términos arbitrarios para entes ya existentes, pero que se encontraban en el abismo de la innonimia. Seres existentes no vivían, pero nacen tras la primera denominación europea. Valga decir que al poner el nombre el que lo impone tiene un cierto poder sobre el otro porque elige términos arbitrarios. El que recibe el nombre recibe el término y lo adopta. Un niño no se queja de su nombre o un animal no va a decir YO NO ME LLAMO MONO. El denominar al otro guarda una cierta relación de poder de uno sobre otro. En algunos casos el poder es natural como padres sobre hijos, pero en otros es artificial: dominio de Europa sobre América. El discurso científico tendía a ser segregacionista pero ahora con la globalización y los paradigmas después de la mecánica cuántica hacen que todos puedan acceder a la “verdad” de manera equitativa. Hasta un buen tiempo se dio la “colonización de la mente” por parte de Europa a América. En un comienzo se aceptaba porque ellos eran más modernos, etc. Pero ahora, por ejemplo, la India es capaz de generar una historiografía de primer mundo. Por qué no nosotros?
Ejemplos del Nuevo Mundo en la taxonomía
El tercer ejemplo va en el tema arqueológico. Una persona pasa a denominar un monumento existente desde antes de su propia existencia con un sustantivo completamente diferente. Por ejemplo: Machu Picchu, Chavín de Huántar, Huaca de la Luna o Huaja del Sol. También a los restos arqueológicos: monumento Bennett, estela de Raimondi, el obelisco Tello, etc. El trabajo correspondiente al arqueológo también es una especie de poder de estos sobre el pasado. Quizás una apropiación.
Sobre el primer ejemplo es interesante reflexionar. Machu Picchu existió desde el siglo quizás XV o XVI, pero recién en 1911 se descubrió. O más exactamente se descubrió científicamente. La denominación de Machu Picchu fue puesta por Hiram Bingham que si bien no vino para encontrar riquezas, vino con el objetivo de hacerse un nombre en el plano académico mundial con un descubrimiento espectacular (según señala Christopher Heeney en el libro Cradle of Gold). Es interesante como un lugar existente recién nace para el mundo, NACE PARA EL PLANO CIENTIFICO en 1911. El año pasado en el Perú conmemoramos con un ritual este natalicio con un ritual en el mismo centro arqueológico.
El presente artículo ha tenido como objetivo reflexionar acerca del proceso de poner nombre a cualquier cosa (siento que cosa es el término que se adapta más porque conlleva denominar a entes y inertes). Antes de poner el nombre el ser se encuentra en un abismo de la innonimia que se supera a través de un ritual.
Mi reflexión final va acerca de la historia. Para tener historia se necesita de fuentes que documenten la existencia de un posible objeto de estudio. Pero como se ha podido ver en el presente artículo, una “cosa” existe mucho antes de guardar un registro sobre su existencia. Puede dejar huellas, pinturas rupestres, usar huesos para tocar música, etc. Lo que es inminente es que la historia es social, pero quien estudia ese período de la innonimia? Sé que la antropología y la arqueología lo hacen, pero la historia? La historia será una subdisciplina de una más grande que estudie el pasado en su complejidad. O la historia es tan grande que abarca a ambas disciplinas. Lo primero es probable; lo segundo hasta ahora imposible.