Sobre las Culisueltas y las Wachiturras

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La presente entrada tiene por objetivo analizar el discurso de un evento a priori trivial ocurrido en la televisión peruana. Consiste en una confrontación (que llegó hasta los golpes) entre dos grupos femeninos de ¿cumbia?: las Culisueltas de Argentina y las Wachiturras del Perú. Todo esto ocurrió en el programa farandulero Amor Amor hace ya algún tiempo. Reconozco que me gusta el primer grupo por diversos motivos tanto musicales como personales.

Es necesario señalar dos conceptos importantes. El primero de ellos se llama Heterogeneidad no dialéctica. Antonio Cornejo Polar en un artículo llama de esta manera a los discursos articulados por personas que implican posicionamientos en conceptos a priori contrapuestos. Los conceptos podrían tomarse en una relación dialéctica pero esto no se da debido a que está interiorizado desde la misma experiencia del individuo que enuncia. La dialéctica sería formal, la heterogeneidad es pragmática. Entonces, en el discurso del sujeto se lanzan enunciados a partir de cada posicionamiento en su interior correspondiente a distintas etapas de su vida. Cornejo Polar desarrolla este concepto cuando estudia el caso de los cómicos ambulantes que para hacer bromas se sitúan tanto desde su condición migrantes como su condición de ciudadanos urbanos. Por una parte pueden conmover pero por el otro ironizar. Campo/Urbe no se presentan como dialécticas sino como heterogéneas bases en mismo discurso.

El segundo concepto es el de Esencialismo Estratégico. En un mundo las personas urgen de categorizar a los otros y colocarse dentro de etiquetas. De esta manera mediante la performatividad discursiva, las categorías formales pasan a ser reales. Una etiqueta pasa a tener implicaciones sociales, económicas, culturales, etc. El mejor ejemplo de esto es el discurso racista del XIX.

Entonces, en un mundo de tantas categorías y etiquetas urge la necesidad de definirse. Juan Carlos Callirgos propone el tema de la transculturalidad como algo interesante porque permite al individuo moverse entre las etiquetas sin caer en la rigidez de permanecer en una sola lo que puede devenir en un esencialismo peligroso. De aquí podría intentar comprenderse la teoría queer como alguien indeterminado (ojo con esto, no estoy aseverando nada) porque fluctúa en esas categorías que el sistema configura e impone. Entonces, el Esencialismo estratégico consiste en que una persona se puede reconocer a partir de cierta categoría, etiqueta, según le convenga en determinada situación. Un ejemplo interesante podría ser el siguiente, una feminista que argumente con temas relacionados con el discurso machista. Todo esto para salir del impase momentáneo. Esencialismo estratégico es inscribirse en una categoría y valerse de su situación discursiva en un momento específico.

Con esta base conceptual se puede hacer frente a la situación siguiente. http://www.youtube.com/watch?v=q9mc6uL3xzk

El escenario se presenta algo tenso. Abren las peruanas “lar argentinas vienen a hacer plata acá, por eso vienen”. El contexto hace entrever que es una disputa por negocios: llegan las argentinas que denuncian por plagio a las peruanas y las peruanas que se niegan a esto. Para su defensa, señalan sus actividades exitosas. Siempre señalan el tema del “mercado peruano”. Se presenta otro que amenaza de alguna manera a un cierto yo. Todo se ve justificado porque “Ustedes están que nos molestan”.

El primer estereotipo que entra en el escenario es el de chicas fáciles. Las chicas peruanas señalan algo así como esto “Y acá las culisueltas significan culosuelto las chicas fáciles. Llegas cuando sale el sol, las chicas fáciles llegan a esa hora.” Las argentinas, valiéndose de una simple observación, responden “si vos vas así a Argentina (cocodrilo) boliche gente grande que le pagan a la gente grande para pasar una noche”.

El segundo estereotipo que entra a tallar es el de los tatuajes. Señalan las peruanas “Mira mamita y otra cosa, ustedes se hacen tatuajes, no necesitamos tatuajes somos muy unidas. (4:10 en youtube) Acá a la que se tatúan son a los cerdos para marcarlos no a cualquiera. Así que nosotras no nos tatuamos.” Desde el punto de vista personal, es lamentable como empieza el argumento ad hominem con el tema de la cicatriz.

Al final de todo el acto, se confirma el prejuicio. En palabras de la integrante favorita “una vez más han demostrado que los argentinos (no se) son bien así aguerridos medios pandilleros han venido acá a agarrarse como pandilleras”. Antes de eso dio un discurso acerca de la importancia de la madre y de su respeto al ser golpeado por una integrante argentina con un micrófono.
Todo termina con la siguiente frase “sabes que ya no vamos a hablar creo que ustedes prefieren a estas que han venido de argentina”.

El análisis es el siguiente. Existen un grupo de chicas que se hacen llamar peruanos (pareciera que hay una caribeña por la forma de hablar) que se ven en una situación de miedo frente a otro recién llegado. El miedo se convierte en agresión y aquí se comienza a articular el discurso denotativo las recién llegadas. Considero que este discurso es demasiado conservador en unas chicas que pretenden ser liberales tanto en su música como en la vestimenta. Esta ambigüedad no es contradictoria, no es dialéctica: es parte de una heterogeneidad no dialéctica. Las chicas liberales usan argumentos conservadores para amedrentar (y atacar) al otro. Como para marcar su territorio.

Entonces, los argumentos conservadores que emplean van hacia dos direccione: hacia la chica fácil y que nadie se tatúa. El primero es producto de un discurso de más femineidad a partir del discurso machista de que la mujer solo tiene que tener un hombre y permanecer en la casa. No llegar hasta altas horas de la noche, entre otras cosa. El discurso feminista de una sociedad conservadora que tiene como eje vertebrador a la iglesia católica se interioriza en la muchacha para lanzar su ataque. Por último señala que tiene un “machote” que la defienda. No creo que queden dudas de la interiorización del discurso machista en ella para hacer un esencialismo estratégica frente a las argentinas que pueden quitarle su posible negocio.

El tema de los tatuajes también es interesante. La misma chica que se vale del esencialismo estratégico de la sociedad conservadora que la formó ahora lanza injurias sobre el tatuarse. Esto puede entenderse a partir de la represión corporal de la sociedad centurias atrás. “Tatuarse para los chanchos” creo que no puede haber algo tan conservador (retrógrado) en su argumentación. Ella tiene un tatuaje, yo me visto con top/falda. La libertad personal se ve atacada de manera denotativa y despectiva.

En conclusión, pareciera trivial e irrelevante dedicar un tiempo a esta polémica televisiva de cantantes populares relacionados con el tan controvertido reggeaton. Pero creo que es importante tomar en consideración esto porque se hace evidente el discurso de una mentalidad a un colonial/conservadora dentro de estas personas que dan espectáculo.
Concluyo con lo que señala Homi Bhabha en paráfrasis. El discurso despectivo tiene por objetivo agredir a ese otro cuando se reitera constantemente. Éste no tiene una argumentación ni ontológica ni epistemológica, son sólo prejuicios en su máxima expresión. El chiste es que se repita constantemente.

Quizás estamos ante una víctima del discurso machista producto de esta sociedad tradicional que sólo interioriza el discurso y cree que de esta forma puede agredir al otro. Problema para la apertura al mundo y la liberación de nuestras mentes.

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