Archivo por meses: diciembre 2012

Sobre la metodología de la historia

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Se debate entre ubicación de historia como ciencia humana (o del espíritu) o como ciencia social. Las posturas que se tomen al respecto son bastante marcadas: o ciencia humana o ciencia social.

Considero que un tema crucial para tomar tal o cual postura es la metodología. La historia al tomarse como ciencia social, se encuentra en en una posición adyacente para recibir a préstamo la metodología de las disciplinas de este campo del conocimiento. Pero de todas maneras, la historia permanece siendo una disciplina sin un método inminentemente propio.

El tema de la historia como ciencia humana pareciera ser hoy por hoy de resistido. Puede ser que un escrito histórico no señalara una diferencia marcada con uno literario. Todo esto se centra en considerar a la historia como una alta proporción de subjetivismo. Quizás no haya una rigurosidad para realizar una investigación. No se cuenta con un método que planteé una hipótesis, se valga de un cuerpo teórico, se sucedan pasos, y se extraen conclusiones.

Es necesario reflexionar en torno al concepto de método. Por lo aún insuficiente de mi lectura, sólo señalaré influencia del filósofo francés René Descartes. Este pensador centró su atención sobre la ubicación del ser en tanto el conocimiento. El método viene a ser aquel mecanismo que implique determinados estadios definidos que lleven hacia la verdad. Se podría decir que se restan las valoraciones subjetivas para llegar hacia lo objetivo.

Siguiendo a Edmund Husserl, se tiene el concepto de la existencia del mundo de la vida. Éste es un lugar desde donde se estructuran todos los cuerpos epistemológicos. La preocupación de este filósofo alemán giro en torno a evitar la extrema influencia científicista en las ciencias humanas o del espíritu. Por ejemplo, la matemática (que es casi tomada como un dogma) se establece bajo ciertos principios o axiomas que son constituyentes del mundo de la vida. Si es que pudiera encontrar alguna ambigüedad el corpus epistemológico puede ser contradicho. A partir del mundo de la vida también se crean los métodos que como la disciplina pretende llegar hacia la verdad. Son mecanismos, estructuras, etc. posiblemente superadas.

Cómo ver a la Historia desde el mundo de la vida de Husserl? En primer lugar, la historia es considerada como una ciencia humana o del espíritu. Pero, tiene metodología propia? Considero que no. Lo que determina si es Historia una es el poder en cualquiera de sus manifestaciones. Una composición cualesquiera que rememore los sucesos pasado de una determinada colectividad puede ser denominada Historia bajo ciertos intereses de la misma agrupación de personas. La heurística, siendo reduccionista, no es más que una lectura indica en los documentos para la recopilación de información. Es un superficial análisis de discurso que puede o no percatarse de la modalidad diacrónica del lenguaje.

Ante la imposición rigurosa del método científico, propio de la modernidad que Foucault estudia en Las palabras y las cosas, la historia urge de él para presentarse como un corpus epistemológico importante que se puede hacer frente con otras disciplinas o especialidades.

La ventaja de tomar a la historia como una ciencia humana o del espíritu, radica en que puede verse librada de “llevar al paredón” a los sujetos históricos desde donde el investigador y apunta con el “rifle” de la hipótesis. En esta dimensión se halla una manera para que sujeto pueda interpelar al investigador pues él también posee la misma condición humana de seguir aconteciendo conforme transcurre el tiempo. No es un sujeto está con el tiempo sino dinámico.

El método científico provee de una dialéctica entre investigador/objeto de estudio. Es reacio a tener una mayor consideración sobre la agencia propia de la alteridad de quienes se estudian que viene desde el ser humano. Dar cierto espacio a la investigación, aplicación del método, podría servir como vía de escape para la agencia de tantas personas condenadas al estatismo de si un vivir en el pasado. Esto disminuir la concesión, hablar al final y tener mayor poder sobre lo dicho anteriormente.

Entonces, tenemos por un lado a la historia como ciencia humana o del espíritu. Por el otro, a la historia como ciencia social. Por qué tomar una otra como si ambas dimensiones estuviesen en relación dialéctica? Pueden tomarse, siguiendo por analogía el concepto de Cornejo Polar, con unas heterogeneidades no dialécticas. La historia de la Historia señala que ha sido una ciencia del espíritu y también una ciencia social. Estos ámbitos constituyen su experiencia como disciplina, la articulan interiormente, la conforman, la vertebran, etc. Desde ambas naturaleza”s” se pueden emitir discursos sobre un mismo tema de estudio haciendo que la investigación se enriquezca más. Se combina el conocimiento metódico, además de dejar espacio para alteridad.

Finalmente, esta reflexión es sólo para tener en cuenta para los investigadores (y si es que la quieren hacer también). Es el poder quien no escatima en esto y bajo ciertos intereses pone la H donde considere sea más beneficioso.

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Sobre la condiciòn de la Historia

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Pareciera ser que la Historia no existe. Su metodologìa, siendo realista, no es propia. Se usa un escueto anàlisis de discurso en cada documento para tomar cierta informaciòn, se utiliza metodologìa cuantitativa y cualitativa propias de las ciencias sociales, herramientas propias de la economìa que determinan la cliometrìa, estadìsticas para la historia demògrafica, etc. No hay un mètodo eminentemente històrico.

Esta caracterìstica se puede observar mejor con la divisiòn entre History y Story. La Historia en inglès podrìa denominarse como una Hi story. Esto se presenta en una diferencia particular que radica en la condiciòn de la Historia que es ser eminentemente polìtica. Toda Historia guarda un cierto poder.

Entonces, la Historia es un tipo de composiciòn cualquiera con hilos narrativos y metodologìa para elaborarla que no es netamente propia. Pero què hace que siga existiendo? Què la diferencia de cualquier composiciòn literaria?

La Historia es un espacio de poder.

Pd. El poder mìnimo que puede existir es hablar en lugar del otro. Utilizar la condiciòn de investigador para poder expresarse sobre el sujeto històrico. Esto Umberto Eco lo hace llamar “concesiòn”. Ser el ùltimo en hablar. Sigue leyendo

Sobre la Narrativa

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Un tema importante sobre la manera de hacer historia es hacer hablar al otro sobre quien se estudia. Más adelante se llamará a este otro sujeto histórico. En primer lugar, se cae en el generar un sujeto a través de la modalidad de performatividad discursiva. Esto funciona de la siguiente manera: cuando hablo del “indio” o es que exista un individuo que tenga en sí mismo una indigeneidad por razones ontológicas ni epistemológicas. Es un sujeto hiperreal generaado por la continua enunciacion.

En los casos de creación de sujetos por esta condición, funciona el mecanismo de la interpretación sobre la alteridad de otro individuo teniendo como base nuevamente los prejuicios. Esta bse que al sujeto le confieren ciertos adjetivos que son, en el caso de los Andes,
se presentan términos como cochino, sucio, holgazán, etc. Se resalta el afán por la bebida y ese temor a un potencial ataque “se le salga el indio”. También se le confiere un contexto en el cual se le propone una determinada manera de actuar, un escenario teatra que es netamente “costumbrista”. Entonces, al enunciar a alguien se crea un sujeto con un adjetivo y un verbo. Se crea una ficción.

Este tipo de modalidad discursiva ocurre en occidente que crea a oriente. Se origina la ficción que Said llama Orientalismo. También surge el discurso racista del siglo XIX.

Se presenta el siguiente escenario que es necesario de tomar en cuenta: Un lector comprometido con cierta ideología puede leer los significantes y a partir de ellos de ellos generar significados propios de su imaginación. El punto crucial es que su misma imaginación se encuentra articulada por su ideología. No es tan correcto a firmar que cada uno lee lo que quiere leer, si es que se tiene en cuenta el poderse dejar interpelar por el sujeto que escribe o por el sujeto de quien posiblemente se escribe. Quién es el sujeto histórico entonces: quien enuncia o de quien se habla?

Por ejemplo, se puede encontrar movimientos cotra el capitalismo o feudalismo en las rebeliones campesinas para orientarse a un estado comunista. O quizás referirse al imperio socialista de los incas. Todo esto siguiendo una ideología marxista de por medio que sesga necesariamente la realidad. Aquí habla el investigador no quien enuncia ni de quien se enuncia.

También se inserta acá toda la narrativa nacionalista que tiende a considerar a todo levantamiento contra la administración colonial como precursores de la independencia. Esto es realmente absurdo en levantamientos como el de Tupac Amaru o como la rebelión de Huánuco donde se iba contra el mal gobierno pero no contra la aspiración sesionista de España y la formación de un estado nuevo. No se iba contra el rey.

Este tipo de articulación bajo narrativas particulares es una negligencia mayor en comparación a no hablar. Esto debido a que no se reconoce la agencia de la población en los momentos históricos en que acontecieron sino que se les asigna una valoración ideológica a posteriori. Habla más quien investiga, quien estudia, que quien se pretende estudiar.

Ojo, a este aspecto en posteriores investigaciones. El dejarse interpelar por el sujeto histórico es una consideración necesaria para cualquier trabajo. Vale más que cualquier hipótesis rimbombantes (Taki Onqoy y Extirpadores de Idolatrías por ejemplo) el poder ser contradichas por el sujeto histórico puesto que esto significa que el sigue aconteciendo. Esto se pierde cuando se le pone al paredón del método científico que sólo pretende demostrar algo rígidamente pero no permite ciertas filtraciones para difundir agencia propia de la realidad. Optar por dejarse interpelar o implantar un feroz método científico/marco teórico depende ya de cada investigador y su propia formación. Finalmente es el historiador quien se encuentra cara a cara con los significantes y le confiere significados como mejor le parezca.

Mucha atención con esto, el ser contradicho por el documento o cualquier tipo de fuente es sinónimo de que el pasado aún sigue aconteciendo en el presente.

Pd. Esto de añadir a narrativas particulares es una tradición muy difundida. Empieza en el XIX con los discursos de enunciar el pasado de los Incas como antiguo Perú para darle una tradición (una base de legitimidad) al proyecto de estado nación (Incas sí, Indios no). Ahora se puede ver esto con los discursos turísticos como Perú país de los Incas, la misma marca Perú o ahora con el Dakar el revivir a todos los dioses Nazcas confiriéndoles atributos propios de la competencia automovilística (rapidez, entre otras cosas).

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Sobre la Historia

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La historia es un discurso que surge por la necesidad de comprender ciertos sucesos del pasado. La comprensión genera una interpretación que toman como base los prejuicios de los individuos que efectúan la tarea de reflexionar. La interpretación de la historia se da en el mismo lenguaje, se da a través del mismo lenguaje.

En este punto es necesario detenerse. Toda historia se da en el lenguaje. Esto es importante pues uno hace de a los sucesos será por fuentes ” naturales” o por fuentes escritas. Entonces se reúne una composición de significantes sobre determinado evento o suceso.

Los documentos son fuentes escritas mientras que el oral son palabras. En este trabajo sólo se tocarán en las fuentes escritas porque las orales implican una reflexión lingüística que puede generar/implicar considerar a la fonética y a la fonología (que no domino).

La palabra escrita representa la relación entre significantes y significados. Debemos a Jacques Lacan la propuesta de que el significado no pertenece al orden/plano simbólico sino al imaginario. Esto hace que cualquier escrito sea un conjunto de significantes con un sentido determinado que encalla, hace esquina, en determinados puntos para representar algo o esconder un significado. Esto depende de la intención de quien escribe el artículo.

El lector es quien al leer, revisar cada uno de los significantes, efectúa una operación que se llama “zurción”. Esta consiste en que el lector al leer “ata” a cada uno de los significantes con un significado a manera de nudos. Al estar el significado y significante abiertos, no como el signo linguístico que propone Saussure, hay significantes que exceden al zurcimiento. La zurcida no es solo una sino que queda a disposición tantas veces de quien la realiza.

Entonces, el historiador, como lector, tiene que realizar una operación de zurcimiento en las fuentes históricas. Esto genera que la imaginación del historiador juegue un papel importantísimo. El papel trascendental consiste en relacionar significantes con significados. Un ejemplo de esta tarea dificultos y en demasía susceptible a ser modificada por los prejucios del historiador, es el aprender a leer escritos antiguos: desarrollar el arte de la paleografía El nóvel lector encuentra en esos símbolos intrincados e ininteligibles, significantes concoidos por él en tiempo presente y no en el tiempo pasado. A este significado le asigna un significado particular. Una anécdota personal curiosa es cuando se encuentra en los símbolo que hace referencia a un significante conocido (crosty) que quizás guarde un significado. Esto en un documento del siglo XVI o XVII donde términos pareciera ingleses no existían.

Cada significantes se podría asumir que tiene un “régimen de verdad” vigente en la época en la cual fue escrita. Pero entra a tallar más la experiencia personal del sujeto. Es aquí donde se conecta la historia con el psicoanálisis. Para la reconstrucción o “imaginación histórica” que efectúa el investigador juega su experiencia inherente a su desarrollo vital que está contenida dentro de su psique.

Lo que hace la Historia diferente de otras disciplinas es ser un discurso eminentemente político. La historia representa un discurso hecho durante el tiempo presente sobre el pasado y de acuerdo los intereses de los historiadores o a quienes representan. Éstas van desde lo personal hasta lo mundial (sino no existiese un discurso de Historia Universal”). La historia es también impositiva a través de la coerción estatal que obliga a los individuos a acatar su proyecto de nación. El discurso ya se interioriza cuando los niños cantan el himno, llevan la escarapela, etc.

Entonces, por estas características que se han señalado es que la Historia urge de ser renovada constamente.

Nota

Un ejemplo interesante para entender la relación significante significado podría ser el siguiente. Si yo digo cual es el significado de Amor. Cuando se de cualquier significado es porque pertenece al imaginario del sujeto quien responde, eso no es amor. Amor es esa sensación que se siente, pero urge de “hacer esquina” para comunicarse.

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Sobre las Culisueltas y las Wachiturras

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La presente entrada tiene por objetivo analizar el discurso de un evento a priori trivial ocurrido en la televisión peruana. Consiste en una confrontación (que llegó hasta los golpes) entre dos grupos femeninos de ¿cumbia?: las Culisueltas de Argentina y las Wachiturras del Perú. Todo esto ocurrió en el programa farandulero Amor Amor hace ya algún tiempo. Reconozco que me gusta el primer grupo por diversos motivos tanto musicales como personales.

Es necesario señalar dos conceptos importantes. El primero de ellos se llama Heterogeneidad no dialéctica. Antonio Cornejo Polar en un artículo llama de esta manera a los discursos articulados por personas que implican posicionamientos en conceptos a priori contrapuestos. Los conceptos podrían tomarse en una relación dialéctica pero esto no se da debido a que está interiorizado desde la misma experiencia del individuo que enuncia. La dialéctica sería formal, la heterogeneidad es pragmática. Entonces, en el discurso del sujeto se lanzan enunciados a partir de cada posicionamiento en su interior correspondiente a distintas etapas de su vida. Cornejo Polar desarrolla este concepto cuando estudia el caso de los cómicos ambulantes que para hacer bromas se sitúan tanto desde su condición migrantes como su condición de ciudadanos urbanos. Por una parte pueden conmover pero por el otro ironizar. Campo/Urbe no se presentan como dialécticas sino como heterogéneas bases en mismo discurso.

El segundo concepto es el de Esencialismo Estratégico. En un mundo las personas urgen de categorizar a los otros y colocarse dentro de etiquetas. De esta manera mediante la performatividad discursiva, las categorías formales pasan a ser reales. Una etiqueta pasa a tener implicaciones sociales, económicas, culturales, etc. El mejor ejemplo de esto es el discurso racista del XIX.

Entonces, en un mundo de tantas categorías y etiquetas urge la necesidad de definirse. Juan Carlos Callirgos propone el tema de la transculturalidad como algo interesante porque permite al individuo moverse entre las etiquetas sin caer en la rigidez de permanecer en una sola lo que puede devenir en un esencialismo peligroso. De aquí podría intentar comprenderse la teoría queer como alguien indeterminado (ojo con esto, no estoy aseverando nada) porque fluctúa en esas categorías que el sistema configura e impone. Entonces, el Esencialismo estratégico consiste en que una persona se puede reconocer a partir de cierta categoría, etiqueta, según le convenga en determinada situación. Un ejemplo interesante podría ser el siguiente, una feminista que argumente con temas relacionados con el discurso machista. Todo esto para salir del impase momentáneo. Esencialismo estratégico es inscribirse en una categoría y valerse de su situación discursiva en un momento específico.

Con esta base conceptual se puede hacer frente a la situación siguiente. http://www.youtube.com/watch?v=q9mc6uL3xzk

El escenario se presenta algo tenso. Abren las peruanas “lar argentinas vienen a hacer plata acá, por eso vienen”. El contexto hace entrever que es una disputa por negocios: llegan las argentinas que denuncian por plagio a las peruanas y las peruanas que se niegan a esto. Para su defensa, señalan sus actividades exitosas. Siempre señalan el tema del “mercado peruano”. Se presenta otro que amenaza de alguna manera a un cierto yo. Todo se ve justificado porque “Ustedes están que nos molestan”.

El primer estereotipo que entra en el escenario es el de chicas fáciles. Las chicas peruanas señalan algo así como esto “Y acá las culisueltas significan culosuelto las chicas fáciles. Llegas cuando sale el sol, las chicas fáciles llegan a esa hora.” Las argentinas, valiéndose de una simple observación, responden “si vos vas así a Argentina (cocodrilo) boliche gente grande que le pagan a la gente grande para pasar una noche”.

El segundo estereotipo que entra a tallar es el de los tatuajes. Señalan las peruanas “Mira mamita y otra cosa, ustedes se hacen tatuajes, no necesitamos tatuajes somos muy unidas. (4:10 en youtube) Acá a la que se tatúan son a los cerdos para marcarlos no a cualquiera. Así que nosotras no nos tatuamos.” Desde el punto de vista personal, es lamentable como empieza el argumento ad hominem con el tema de la cicatriz.

Al final de todo el acto, se confirma el prejuicio. En palabras de la integrante favorita “una vez más han demostrado que los argentinos (no se) son bien así aguerridos medios pandilleros han venido acá a agarrarse como pandilleras”. Antes de eso dio un discurso acerca de la importancia de la madre y de su respeto al ser golpeado por una integrante argentina con un micrófono.
Todo termina con la siguiente frase “sabes que ya no vamos a hablar creo que ustedes prefieren a estas que han venido de argentina”.

El análisis es el siguiente. Existen un grupo de chicas que se hacen llamar peruanos (pareciera que hay una caribeña por la forma de hablar) que se ven en una situación de miedo frente a otro recién llegado. El miedo se convierte en agresión y aquí se comienza a articular el discurso denotativo las recién llegadas. Considero que este discurso es demasiado conservador en unas chicas que pretenden ser liberales tanto en su música como en la vestimenta. Esta ambigüedad no es contradictoria, no es dialéctica: es parte de una heterogeneidad no dialéctica. Las chicas liberales usan argumentos conservadores para amedrentar (y atacar) al otro. Como para marcar su territorio.

Entonces, los argumentos conservadores que emplean van hacia dos direccione: hacia la chica fácil y que nadie se tatúa. El primero es producto de un discurso de más femineidad a partir del discurso machista de que la mujer solo tiene que tener un hombre y permanecer en la casa. No llegar hasta altas horas de la noche, entre otras cosa. El discurso feminista de una sociedad conservadora que tiene como eje vertebrador a la iglesia católica se interioriza en la muchacha para lanzar su ataque. Por último señala que tiene un “machote” que la defienda. No creo que queden dudas de la interiorización del discurso machista en ella para hacer un esencialismo estratégica frente a las argentinas que pueden quitarle su posible negocio.

El tema de los tatuajes también es interesante. La misma chica que se vale del esencialismo estratégico de la sociedad conservadora que la formó ahora lanza injurias sobre el tatuarse. Esto puede entenderse a partir de la represión corporal de la sociedad centurias atrás. “Tatuarse para los chanchos” creo que no puede haber algo tan conservador (retrógrado) en su argumentación. Ella tiene un tatuaje, yo me visto con top/falda. La libertad personal se ve atacada de manera denotativa y despectiva.

En conclusión, pareciera trivial e irrelevante dedicar un tiempo a esta polémica televisiva de cantantes populares relacionados con el tan controvertido reggeaton. Pero creo que es importante tomar en consideración esto porque se hace evidente el discurso de una mentalidad a un colonial/conservadora dentro de estas personas que dan espectáculo.
Concluyo con lo que señala Homi Bhabha en paráfrasis. El discurso despectivo tiene por objetivo agredir a ese otro cuando se reitera constantemente. Éste no tiene una argumentación ni ontológica ni epistemológica, son sólo prejuicios en su máxima expresión. El chiste es que se repita constantemente.

Quizás estamos ante una víctima del discurso machista producto de esta sociedad tradicional que sólo interioriza el discurso y cree que de esta forma puede agredir al otro. Problema para la apertura al mundo y la liberación de nuestras mentes.

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Poema

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Llega la traición, la traición llega.
Traición de amigo, traición de amigo
duele en el alma, me duele el alma.

Hay la indiferencia, la indiferencia
es el prestigio, es el prestigio
será mi camino, sigo este camino.

No me embarres, no me embarres
me acuso, me acuso
la amistad violada, violada está la amistad

dices robo, dices robo
como publicano gritas, como publicano gritas
donde queda la palabra, la palabra que predicas

el daño está hecho, el daño está hecho
el dolor es inherente, el dolor es inmanente
pero si me pides que te ayude, cuenta con mi hombro.

si hoy comí contigo, mañana no te acuerdas
haz lo que quieras, me siento inocente
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Historias de Cronopios y Famas

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“Historias de cronopios y de famas” está dividido en dos partes: Primera y aún incierta aparición de los cronopios famas y esperanzas. Fase mitológica e Historias de cronopios y famas. La primera parte está compuesta por cuatro relatos; mientras que la segunda, por veintidós.

La primera parte está conformada por cuatro relatos donde, sólo en el primero (Costumbres de los famas), aparecen los tres personajes reunidos. En los tres siguientes se desarrollan relaciones entre cronopios y famas (El baile de los famas y Tristeza del cronopio) pero en uno se da una evocación a los esperanzas (Alegría del cronopio).

Los relatos que conforman la segunda parte se pueden agrupar de la siguiente manera según los personajes mencionados. Donde sólo están los cronopios (Historia y Terapias), sólo famas (Pañuelos y La cucharada estrecha), sólo esperanzas (Su fe en las ciencias), sólo cronopios y famas (Conservación de los recuerdos, Relojes, Filantropía, Eugenesia, Inconvenientes en los servicios públicos, Lo particular y lo Universal, Los exploradores, Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre, y sus Historias sus historias naturales), sólo cronopios y esperanzas (Telegramas) y los tres personajes (Viajes, El Almuerzo, Comercio, El canto de los cronopios, Haga como si estuviera en casa, La foto salió movida, y Educación de príncipe).

Agrupar siguiendo el criterio de personajes resulta trascendental para el objetivo de este trabajo puesto que permite encontrar las características asignadas para cada personaje cuando se encuentran solos, como se relacionan por oposición (especialmente los cronopios y famas), y contrastar sus características cuando se reúnen los tres.

En los relatos donde se encuentra sólo el fama, Julio Cortázar resalta dos aspectos principalmente: El valor del dinero y el afán de superioridad a través del cultivo de virtudes que detona en el individualismo. En Pañuelos se presenta al fama (cuenta con servicio doméstico además) como alguien quien despilfarra sus recursos en señal de ostentación. Pero al ser interpelado por su conducta, reflexiona y detiene esta práctica con el objetivo de ahorrar dinero. En La cucharada estrecha se destaca que la virtud para el fama lo lleva a quedarse solo fruto del afán de perfección personal. La suegra encuentra defectos en su hija y ésta en el fama, todos terminan separados pero saludándose alturadamente cuando se encuentran. Es el fama quien guarda mayor afinidad con la figura de un burgués.

En los relatos donde se encuentra sólo el cronopio no hay características específicas que se destacan como inherentes a él. Historia se centra en un pequeño cronopio quien busca una llave. Lo que se destaca es una capacidad de abstracción profunda del pequeño que podría hacer referencia a habilidades de un artista. En Terapias se percibe una cierta fragilidad del cronopio-doctor quien da una cura pero contrae la enfermedad al reflejarse contra él. Se hace evidente con los relatos que el cronopio no es un ser convencional inserto en la lógica propia de un sistema. Es un ser tan distinto como un artista.

El mejor personaje que queda descrito en el relato donde se presenta solo, es el esperanza. En Su fe en las ciencias, el esperanza prioriza los criterios clasificación (no hechos por él mismo) para encuadrar a los demás. Dedica su tiempo en continuar la clasificación a través de la formulación de subgrupos, mientras que los “clasificados” no le prestan atención sino que obtienen un rédito a través suyo (en este caso beber). El esperanza no es un cronopio que ni pierde el tiempo en clasificar lo inclasificable, ni un fama que no clasifica lo que ya está clasificado. Es alguien bisagra que se podría decir se encuentra en el medio de los otros dos personajes porque define su estar ahí en cada una de sus acciones.

Ya con esto señalado, es necesario analizar la primera parte del conjunto de relatos que permiten tener noción de las relaciones básicas entre los distintos personajes. En Costumbres de los famas, se destaca la intransigencia de los famas respecto a dejar de bailar delante del almacén. Esto tras la negativa del fama a cambiar de baile por uno conocido tanto por cronopios como esperanzas. Éstas últimas son las que proceden a golpearlos y sólo cuando está tendido en el piso “envuelto en su sangre y tristeza” se le llama cronopio.

Los relatos Baile de los famas y Alegría del cronopio guardan cierta afinidad. Mientras que en el primero se destacan los bailes de los famas y se da una descripción de los cronopios “esos verdes, erizados, húmedos objetos”, hay una frase muy importante que aparece Buenas salenas cronopios cronopios. Esta frase se inscribe en un contexto donde se señala que debe utilizarse para evitarlos en las calles. En el segundo relato se encuentra un cronopio y fama en la liquidación de una tienda. Es el fama quien señala la frase Buenas salenas… pero el cronopio en vez de apartarse le inicia una conversación. Importante es tener en cuenta lo que piensa el fama acerca de ver al cronopio alegre por sostener los hilos comprados y esperando que le invite a subir al automóvil.

En Tristeza del cronopio un personajes de éstos se ve desdichado y triste al percatarse que su reloj se atrasaba con respecto al de los famas. Esto le hacía inferir que él tenía un reloj con “menos vida, menos casa y menos acostarme”.

La crítica que Cortázar plantea en los relatos pareciera ser que no se sostiene en la descripción de cada uno de los personajes, sino en la contraposición de sus características cuando se encuentran juntos en determinadas escenas. Esto puede radicar en que la constitución de la personalidad de cada personaje se define por oposición negativa, lo que uno tiene y el otro no, frente a los demás. Pero cada una de las características que se mencionan y contraponen son aquellas a las cuales la ironía del autor critica.

Los relatos donde se encuentran cronopios y famas son once. Estos se pueden dividir en tres grupos por ciertas afinidades entre ellos. El primer grupo lo comprenden Conservación de los recuerdos y Relojes. El segundo, Filantropía, Eugenesia e Inconvenientes en los servicios públicos. Finalmente en el tercer grupo están Lo particular y lo universal, Los exploradores, y Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre.

En el primer grupo de estos relatos se destacan características inherentes a la personalidad del cronopio y fama sobre temas específicos que son diferentes entre ambos. En Conservación se presenta una ironía en torno a como se almacenan los sucesos pasados: la memoria. Los famas los recubren con un manto negro y urgen de colocarles etiquetas para tenerlos clasificados, mientras que los cronopios los dejan libres para que corran no sin decirles dulcemente que tengan cuidado. Esta forma de ordenar su memoria determina como son sus casas: la de los famas vienen a ser ordenadas y silenciosas, mientras que la delos cronopios bulliciosas.

En Relojes, el valor que se le da al tiempo es el eje central del relato. Mientras que los famas dan vuelta a un reloj de pared propio con sumo cuidado, los cronopios se valen de su ingenio para disponer su tiempo. Elaboran un reloj a partir de una alcachofa colocada en un hueco en la pared que funciona quitando una hoja en un determinado sentido. Al llegar al final de la alcachofa (y del reloj) encuentra el corazón y se lo come con satisfacción. Después de esto, coloca otro. Para los famas el tiempo tiene una seriedad implícita, mientras que para los cronopios adquiere un carácter lúdico.

En el segundo tipo de relatos se encuentran aquellos que destacan una cierta mentalidad tanto en los famas y en los cronopios. Esto se ve reflejado en maneras de actuar ante situaciones determinadas. En Filantropía, se evidencia como un fama se siente bien al rescatar a un esperanza que se cayó de un cocotero. Lo lleva a su casa donde también lo asiste y lo alimenta. Después de esto el fama reflexionará sobre su buena acción en el club donde pertenece, mientras que el esperanza volverá a caerse del cocotero. Al cronopio estos actos de filantropía le son indiferentes. La ironía de Cortázar se centra en que son los famas aquellos que forman las sociedades de beneficencia.

En el relato de Eugenesia se destaca la mentalidad de los cronopios que radica en no querer tener hijos puesto que el hijo condena al padre de venir a ser la acumulación de desdichas que algún día serán las suyas. Esto hace que recurran a los famas para que hagan concebir a sus mujeres. Los famas se encuentran disponibles para esta práctica al ser gente libidinosa, pero además piensan que de esta manera conseguirán disminuir la superioridad de los cronopios (finalmente lograran subvertir esto para que no lo consigan). En este relato se evidencia como existe un proyecto fama que busca imponerse sobre los otros.

El tercero de este grupo, Inconvenientes en los …, se destaca la ausencia de un tipo de mentalidad del cronopio. Al llegar a ocupar un tipo de cargo, en este caso Director General de la Radiodifusión, da órdenes fuera de lo habitual que no forman parte de una mentalidad particular: dar la información en rumano. Los famas que lo escucharon no pudieron tolerar, pese a comprar diccionarios y aprender un poco de la cultura de Rumanía, al cambio y consiguieron revocar al cronopio (además de fusilarlo). Pero al cabo de un tiempo, el rumano se puso de moda y esto generó en que llegasen delegaciones a visitar la tumba del cronopio.

El último grupo de relatos comprende aquellos donde se evidencia la relación que guardan cronopios y famas con el sistema establecido. En Lo Particular…. es el cronopio quien, apoderado de una gran felicidad al contemplar el sol y las nubes, apretó el tubo de la pasta dental para ocasionar que saliese una larga cinta rosa. Con lo que la pasta que le sobraba después de lavarse los dientes, la arrojó sobre los sombreros de los famas. Hay dos palabras claves en torno al actuar de los cronopios para los famas: indignación e inconsciencia. Los famas agraviados por el cronopio forman una delegación para imprecar al cronopio (siempre guardando las formas) lo siguiente: el pago por los sombreros estropeados y el derroche por la pasta dentífrica. Ambos requerimientos implican necesariamente preocupaciones en torno al capital.

El siguiente relato es Los exploradores donde se destaca la presencia de tres cronopios y un fama implicados en una expedición espeleológica. La misión de la expedición es encontrar las fuentes subterráneas de un manantial. Para esto, el encargado de hacer el descenso es un cronopio quien, como único requerimiento, pide que en su mochila se encuentren sanguches de queso y no de jamón. Tristeza le viene al cronopio cuando al llegar al punto medio del descenso se da cuenta de que le han colocado algunos sanguches de jamón y pide que lo devuelvan a la cima. Los dos cronopios piensan acatar el pedido mientras que el fama rechaza esto escribiendo en su cuaderno los sucesos acontecidos hasta el momento. Cuando llega a las fuentes del manantial, el objetivo de la misión, el cronopio vuelve a decir que todo va mal puesto que todos los sanguches que le dieron son de jamón y ninguno de queso. El interés del cronopio pareciera ser mucho más pragmático.

El último relato de este grupo y el Telegramas (donde sólo se presentan esperanzas y cronopios) son muy similares en cuanto que implican como el fama y esperanza “dominan” y están habituado con el sistema; mientras que al cronopio le desagrada y lo subvierte. En Pegue la estampilla…el cronopio cuestiona las estampillas que el servicio postal le asigna, mientras que el fama da golpecitos a las suyas para que se fijen bien. La crítica del cronopio radica en que son imágenes de mal gusto que no pueden prostituir sus cartas de amor. El fama concuerda con él pero sugiere que la de otro precio resulta óptima pero esto no lo calma y realiza un efusivo reclamo. Finaliza el relato con el cronopio expulsado del recinto, sin haber enviado su carta y con el fama señalándole que su esposa se enteraría de su bienestar por la esposa del fama.

En Telegramas, el esperanza se vale del telegrama para transmitir un mensaje siguiendo el patrón de como escribir (poniendo frases en lugar de oraciones). Además, aprovecha para insultar al receptor. En cambio los cronopios utilizan el servicio de telegrama de la manera que a ellos les conviene y se les hace sencillo. Utilizan oraciones como “si te la dejan a menos compra dos pares”, transmiten mensajes personales sobre su estado de ánimo (“muy deprimido”) y no discriminan en torno a que tipo de mensaje debe ser el que se envíe a través de este servicio. Hay un contraste entre uso convencional del medio comunicativo y la subversión de su uso para intereses particulares.

Los relatos donde se encuentran los tres personajes se pueden dividir en tres grupos. El primer grupo reúne a aquellos que tienen en común describir tanto a cronopios, famas y esperanzas en situaciones específicas. La información de cada uno de ellos se contrasta necesariamente al terminar de leer lo referente a cada uno. En Viajes se señala como mientras el fama declara ante un policía sus pertenencias, visita los hospitales y ve la calidad de los elementos de su habitación; los cronopios pierden trenes, encuentran hoteles llenos y llueve copiosamente; y los esperanzas ni se inmutan. Se resalta la versatilidad para dejarse interpelar por el paisaje en algunos más y en algunos ni se da.

En Haga como si… se centra en las inscripciones dentro de las baldosas que se colocan en la puerta de la casa de cada uno de los personajes. Los esperanzas ponen un mensaje de bienvenida, los famas ni se detienen en hacerlo, y los cronopios juegan con el visitante burlándose un tanto de él. Esto permite ver que tanto se percatan de la alteridad que radica en el visitante de sus casas representado en un acto de bienvenida. Puede representar la importancia que le confieren al otro.

El segundo grupo de relatos reúne a aquellos en los cuales el cronopio realiza un tipo de accionar que afecta a los otros personajes. Es importante este tipo de relatos porque permiten ver cuales son las respuestas hacia quien actúa. En El almuerzo, el cronopio clasifica a cada uno de los personajes (incluido) de acuerdo a un criterio que utiliza un prefijo al costado de vida. Por ejemplo, el fama viene a ser un infra-vida y el esperanza un para-vida. Estos al estar reunidos para almorzar realizan actividades inherentes a cada uno de ellos por ejemplo el inter-vida (profesor) hablaba con términos como espíritu y conciencia, el para-vida escuchaba, el infra-vida pedía queso y el supra-vida comía el pollo. Este tipo de clasificación a través de prefijos permite ver un cierto tipo de valoración del autor sobre cada personaje.

En Comercio son los famas, quienes al formar una empresa de mangueras, contratan a cronopios para que trabajen en ella. Los cronopios al contemplar la producción de este instrumento se ponen muy felices y comienzan a bailar siendo sancionados por el código fama. Los trabajadores comienzan a tomar mangueras de colores para dedicarlas a algunas actividades. Utilizan la de color azul para que jueguen las niñas, la amarilla para ornamentar los monumentos y la roja para tenderle trampas a los esperanzas (después de esto se las entregarían). Los famas molestos ante este acto cierran la fábrica sin invitar ningún cronopio ni esperanza implicado en estos actos. La contraposición entre una visión capitalista de la vida y una lúdica se enfrenta entre ambos personajes.

En el relato Educación de Príncipe se relata la manera particular del cronopio de criar a su hijo. Sus exclamaciones de cariño paternal repercuten de manera negativa en el infante quien se ve avergonzado delante de sus amigos famas y esperanzas. El niño detesta a su padre pero este sentimiento es usual para los padres quiénes también lo sintieron con los suyos. Ese sentimiento para ellos es otro nombre de la libertad o del vasto mundo.

El último tipo de los relatos del tercer tipo son aquellos donde el cronopio realiza una acción y se ve sometido a una respectiva acción tanto de famas como esperanzas. El cronopio actúa de una manera determinada pero funciona como sujeto pasivo ante los otros. En el Canto de los Cronopios, como lo dice el título, el cronopio canta. Esto lo hace de una manera extraordinaria perdiendo el control de sí mismo al entonar una canción. Las esperanzas y los famas no comprenden su arrebato (hasta algunos se encuentran escandalizados). Pero finalmente acaban aplaudiendo al cronopio, quien al recobrarse de su sentida performance, también aplaude.

En La foto salió movida, es el cronopio quien empieza a realizar una serie de elucubraciones tras no encontrar en su lugar algo que buscaba. Este desplazamiento hizo que articule más de estos lo que le hace terminar estando horriblemente afligido. Los famas y los esperanzas acuden a consolarlo hasta que después de un tiempo coinciden que acceda a tomar un té (el cual examina para que en el té no haya un desplazamiento).
De esta manera, se puede esbozar que la imagen del burgués a quien Cortázar ironiza. En primer lugar es un individuo cuyo valor principal es el dinero y tiende hacia el personalismo. No tiene un sentido artístico ni fragilidad, es un ser convencional inserto en la lógica del sistema. No trata de encuadrar a los demás en algún tipo de clasificación porque esto ya está determinado.

El burgués es aquél que intenta sistematizar su vida para conferirle un determinado orden, le confiere seriedad al tiempo (además de carácter utilitario). Tiene una mentalidad proclive a reflexionar sobre sus acciones a partir de su ego e intenta imponer su afán de superioridad sobre los otros. Tiende a no estar dispuesto al cambio pero cuando se da, lo asimila. Jamás subvierten al sistema sino que están habituados a él y tienden a imponerlo sobre los otros.

No se dejan interpelar ante situaciones novedosas y son reacios a reconocer la alteridad. Llevan una vida artificial donde le confieren mucha seriedad a lo relativo al capital. Se encargan de consolar a ese otro en situaciones embarazosas porque, en fin de cuentas, no son malos.

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Sobre la historia universal

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Según se señala, Hegel y Marx postulan un tipo de historia universal. El caso de Marx es el que conozco mejor por algunas lecturas que he realizado. Mi lectura me ha permitido notar que para Marx el motor de la historia es la lucha de clases, su partera es la violencia, y el sentido que la guía (su telos) es llegar al comunismo.

Considero que las propuestas de Marx representan un alto grado de antropocentrismo cultural que no dan espacio a la diferencia tanto en sociedades como individuos. Representa postulados occidentales para hacerlos universales, sólo que en este caso ya no son los de la élite burguesa. Todo esto hacia la búsqueda de una meta: el comunismo y todos sus ventajas.

En este tipo de narrativas universalistas se niega la diferencia propia de cada colectivo de individuos que le confieren un sentido particular a su propia existencia. Lo universalista tiene un alto grado de imposición de un único sentido. Una solo punto de llegada teleológico.

La manera de dividir la historia universal en edad antigua, media moderna y contemporánea representa el sentido de occidente que busca centralizar su narrativa en la modernidad y progreso. La selección de fechas, sucesos y personas no es más que una acción arbitraria de un individuo de acuerdo a sus intereses personales y colectivos. Este tipo de modelos es lo que se busca de imponer a otras sociedades. Con respecto a Occidente, pareciera ser que también podría ser una creación discursiva del tipo orientalista. La periferia define performativamente lo que es Occidente, pero esto no ocurre de tal manera porque es occidente quien se reconoce bajo esta categoría . El mismo Occidente se construye discursivamente. Esto se tocará en otro artículo más adelante.

Es en la realidad (el mundo de la vida Husserliano) donde existen diversas sociedades (desde las más “básicas” hasta las mas “complejas”) que dan lugar a diferentes culturas. Cada una le adscribe un propio sentido a su existencia para representar su particular manera de estar en el mundo y de fijarse una orientación. Esta condiciona su narrativa histórica (considerando esto como la manera de filtrar episodios del pasado para articularlos en un discurso) y la hace diferente a/de otros.

Es importante señalar que las culturas no funcionan como categorías rígidas donde el individuo no puede escapar. Sino que permiten al individuo desplazarse a través de ellas para fijarse una identidad. Todo esto conforme a la agencia de las personas.

El problema surge cuando se impone el tipo de narrativa de selección de hechos pasados propias de occidente que viene a ser conocida como Historia (con mayúscula). Este tipo de narrativa (que tienes su historia que es la historiografía) influye en las sociedades de distinto tipo por imposición en cualquiera de sus formas (puede ser política o poder blando). En el Perú del siglo XIX se dividió la historia a manera de símil de la europea. El período prehispánico pasó a semejarse a la edad antigua, el periodo virreinal y colonial pasó a ser la edad media y la república lo contemporáneo (ahora con la visión del pasado era lo moderno). Muchos alegan que este tipo de división es legítima puesto que se sustenta en la defensa que hacen de su condición occidental (imperiosa nacesidad de justificar gracias a la presencia hispánica).

Lo interesante, el meollo del asunto, radica en que la imposición de la narrativa histórica occidental no escatima en considerar que todas los sentidos de representar el estar en el mundo son iguales en cuando son diferentes. No hay un sentido mejor que otro puesto que cada uno representa una tradición de considerables años de experiencia en conocimiento del mundo. Si surgen argumentos de los que postulan superioridad de unos sobre otros no son ni de dimensión ontológica ni epistemológica sino netamente subjetivas.

La imposición de la narrativa histórica occidental y de la Historia como disciplina se hace evidente cuando se quiere (pretende) estudiar al otro. Se comienza mediante la elaboración de un tipo de metodología que guardan detrás el intento implícito de subordinar al otro y “congelar” (reducir) mediante etiquetas su alteridad.

Ejemplo de este tipo de metodología es la etnohistoria que se ha desarrollado en algunos países de la periferia (¡porque es imposible aplicarlos en la metropoli!). El prefijo etno viene a subordinar el sentido y criterio con los cuales sistematizan su pasado a través de inscribirlos en algo parecido a la Historia pero que en fin de cuentas no es historia: los que enuncian sí la tienen. Se busca, en palabras coloquiales, “escuelear” a las diversas colectividades humananas en torno a una sola narrativa que es la occidental. En la realidad ese criterio no es ni Historia ni etnohistoria ni cualquier categoría que se enuncien sobre ellas, es lo que los integrantes de la colectividad le denominen.

Se elabora una metodología particular que combina a la Historia, Antropología y Arqueología para hacer frente la alteridad del otro. Se utilizaron (y se utilizan) etiquetas como lo “andino” para congelar en ella esa diferancia que le excede a cualesquier marco epistemológico. Aun con la interdisciplinariedad no llegaron a resaltar la agencia del otro (se les escapó y continuará escapándose hasta que sea sea ese mismo otro quien la enuncie). Por esta fuga de la alteridad que se da de manera constante se urge encerrarla en categorías dimensiones finitas, cerradas y subjetivas. Esto es lo que da paso al esencalismo del cual se percató y resalta Orin Starn en su artículo “Andismo”.

Si se reconoce la diversidad de los sentidos que el estar en el mundo de cada tipo de colectividad implica y no se busca encasillar en un solo modelo que es el tipo de “Historia” se puede avanzar más en los esfuerzos de inclusión social y convivencia. Sólo se le puede reconcoer al otro cuando se le reconoce como igual y se inicia con él un diálogo. Lo importante de esto (y el sentido) es que uno se vea también interpelado por el otro para ser “desplazado” por su influencia al conocerlo. La influencia se da en sentido bidireccional.

Cuando en la Historia Universal se produce la imposición de un tipo de narrativa, lo que ocurre en la historia nacional es una emulación de la “autoridad occidental”. Esta copia (que funciona como la estandarización de un modelo para occidente nos pueda entender) también tiene un tipo de narrativa determinada por las élites. Sólo cuando se se intenta dialogar, además de reconocer la agencia del otro para adscribirle un sentido particular a su existencia diferente, se podría realizar un entendimiento y quizás una Historia Nacional en sus propios términos.

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