El presente ensayo tiene por objetivo reflexionar en torno a la imaginaciòn històrica. Por esta frase entiendo a aquella capacidad de abstracciòn que permite al individuo poder reconstruir eventos acontecidos en el pasado. Este ejercicio funciona como el primer paso de la investigaciòn, puesto que permite tener nociòn de una didea general del fenòmeno o proceso màs no en el proceso o fenòmemo en sì. SIempre estos ùltimos tienen la capacidad de agencia de interpelar al investigador y hacerlo cambiar de opiniòn.
Se podrìan señalar dos aspectos bàsicos a tener en consideraciòn que permiten sostener este escrito. En primer lugar, toda Historia es pasado pero no todo pasado es Historia. La Historia es una construcciòn hecha sobre la totalidad del pasado bajo ciertos criterios de clasificaciòn. Recordar todo el pasado tambièn resultarìa innecesario, puesto que el mismo siempre acontece en el accionar cotidiano de las personas. Entonces, al clasificar el pasado bajo ciertos filtros (criterios de honor o enaltecimiento de sucesos preferentemente) y en la necesidad de transmitirlos se elabora un discurso. La Historia es una composiciòn elaborada a partir de ciertos intereses en un momento de tiempo determinado. Por esta razòn, urge de ser rescrita constamente.
Lo segundo consiste en que la Historia comienza con la historia. El ser humano al existir ya se inserta en un mundo que siempre acontece. pertenece a una tradiciòn en distintos grados (familiar, barrial, distrital, provincial, nacional, mundial, etc.) que lo configura de determinada. Segùn Martin Heidegger el hombre se encuentra “arrojado” en el mundo. Esto le permite tener un cierta facticidad en su existencia. La facticidad se refleja en la constituciòn de ciertos prejuicios en cada individuo. Pero estos lejos de ser vistos de manera negativa pueden resultar siendo positivos si es que son analizados a partir de la conciencia para dar inicio a la comprensiòn de la alteridad. Se tiene que producir una rehabilitaciòn de los prejuicios como señalan hermeneutas del siglo XX.
La mayor caracterìstica de esto es el hablar un determinado lenguaje como señala Hans Georg Gadamer. Esto puesto que que el lenguaje en una dimensiòn es el conjunto de las perspectivas del mundo (en el otro siempre està sujeta a la modificaciòn mediante los juegos del habla). Al ser le individuo un ser arrojado, inserto, asignado, etc. urge su propia reflexiòn a manera de autognosis para comprender la Historia. El inicio de la refleciòn històrica parte desde la misma experiencia individual. Se podrìa decir que la facticidad de la existencia, el estar inserto en costumbres y tradiciones que determinan ciertos prejuicios en el individuo, son los que constituyen las categorìas mentales que tendrà uno e inducir a un sistema de creencias.
Entonces, se tiene que la Historia es una construcciòn con temporalida y territorialidad definida y ademàs es intencional. Para empezar la reflexiòn històrica es importante partir desde una reflexiòn personal que funciona a manera de autognosis puesto que en sì mismo el ser humano es històrico.
La imaginaciòn històrica es una abstracciòn mental que forma parte de la autognosis humana que implica ciertas dimensiones. En primer lugar, la experiencia del sujeto que imagina puesto que su acontecer le permite tener una nociòn de como funciona el mundo. Esto funciona como cierto garante de “realidad” a la hora de darse el acontecimiento.
La segunda dimensiòn es la experiencia del mundo. Es esta la amplia base de donde proceden los fenòmenos, procesos, etc. que implican el acontecer de la misma civilizaciòn humana en todas sus dimensiones. Es de aqui de donde se proveen los temas que el sujeto potencialmente seleccionarà para estudiar y de otros eventos similares que le permitiràn tener nociones de como puede haberse dado un tal hecho. La gran base es para la imaginaciòn històrica es esta puesto que implica el recuerdo de todas las acciones a lo largo del tiempo.
La tercera dimensiòn es la de la fantasìa. Es en esta dimensiòn donde se invierte, altera, modifica, etc. el orden lògico de los sucesos que es indispensable (totalmente necesario) para tener nociones o intuiciones que luego pueden encontrarse como reales (si es que se demuestran y ya se demuestran a travès de mecanismos factibles). Si no existiese esta dimensiòn, el sujeto no tendrìa la agencia de “dar su pincelada” en el inmenso cuadro que es la Historia.
Estas tres dimensiones son las que se van a relacionar entre sì no de manera rìgida. Las dimensiones se combinan (son trans) entre sì para formar un solo contexto. Las tres dimensiones forman una sola realidad.
Es probable que toda selecciòn de un tema històrico sea arbitraria. Considero que esto se da porque la misma historicidad del sujeto evoca que realice una invocaciòn para esclarecer el pasado. El yo a travès de la luz de la conciencia busca entender el pasado para seguir avanzando. Esto acorde a la continua presencia del inconsciente que para “superarlo” tiene que ser “iluminado” a partir de la conciencia y la reflexiòn sobre èl. Si no pasa esto, es por simple gusto. Necesarimente la condiciòn de arrojamiento del sujeto es lo que permite la eleccion del tema.
Para ver como funciona la imaginaciòn històrica pondrè un ejemplo personal: la Rebeliòn de Huànuco. En primer lugar, el suceso se presenta como un conjunto de significantes que seràn asociados a significados que ya tengo en la mente (entra a tallar la segunda dimensiòn). Los significados principales que seràn asociados se dan a partir de los sustantivos Rebeliòn y Huànuco.
Por rebeliòn puedo asociar la definiciòn que se encuentra en el diccionario o enciclopedia. Esto proveeràn de màs significantes que urgiràn de encontrar significados asociados. Es en este momento donde se les asocia con imàgenes que mi propia experiencia pudo determinar o configurar. Por rebeliòn recuerdo una aglomeraciòn de masas que he visto a travès de pelìculas que daban vueltas en torno a una plaza. Ademàs, los movimientos de personas en la revoluciòn mexicana que se mostraban en pelìculas antiguas. Pero todo esto no coincide con el tiempo donde ocurriò la rebeliòn de Huànuco, por tanto evoco recuerdos en imàgenes que tengo en la cabeza del siglo XIX. Todo esto me permite formar ya un cierto criterio, esbozar una nociòn, que necesariamente serà interpelada y rebatida por las fuentes històricas. Quizàs sòlo se consiguiò esbozar una cierta dinàmica…
Sobre Huànuco asocio mi propia experiencia en la ciudad donde fui en algunos viajes. Conozco la plaza y tambièn los alrededores. De esta manera, a la nociòn que ya tenìa se le asocia un espacio real que permite aterrizar un poco màs la reflexiòn sobre la rebeleliòn.
La fantasìa puede entrar en cualquier momento para invertir el sentido de lo real, pero que luego se transformarà a travès de un orden lògico en el pensamiento.
Què se puede tener en cuenta hasta el momento? En primer lugar, la reflexiòn parte de un ejercicio de autognosis del sujeto. Esto consiste en evocar significados a significantes especìficos que en en su mayorìa son sustantivos. La segunda dimensiòn provee los conceptos e imàgenes mentales, la primera dimensiòn (la experiencia del individuo) clasificarà y la fantasìa estarà latente para efectuar alguna “pincelada” (modificaciòn).
Importante es señalar que en la imaginaciòn històrica se encuentra el jueo entre significantes y significados. Nada màs que ellos si es que los sucesos no fueron vividos por el autor que necesariametne presenta un tipo de imaginaciòn particular. En esta, es la primera dimensiòn se impone sobre la segunda y la tercera se mantiene ahì pero en mucho menor medida. Esto acurre ahora en los que desarrollan historia del siglo XX.
Es una relaciòn entre significados y significantes porque la cosa, fenòmeno, proceso, etc. no se enceuntran presentes. Sòlo nos queda la elaboraciòn de escritos que se han hecho sobre el evento que podrìan ser discursos (yo creo que siempre son discursos). Es muy importante y necesario la utilizaciòn de imàgenes mentales para elaborar construcciones de nociòn previa. Pero los significados no son rìgidos sino flexibles. Es el historiador un artista y urge de ser linguista para saber como mediar con el significante y significado: el signo linguistico lo tenemos presente màs cerca de lo que creìamos.
Es menester el señalar que este es un paso previo a la investigaciòn. Pero igual esta se realizarà a travès de significantes pero en este caso los significados adquiriràn el sentido de acuerdo al contexto. Para la historia es indispensable el signo linguìstico porque nunca se tiene acceso a la cosa sino por sus referencias indirectas.