Hoy el sistema colapsó y fue el motivo que me llevó a escribir la presente entrada. Para sacar un libro me pidieron que vuelva a llenar unos papelitos que luego lo llevó al bibliotecario a cotejarlo con una serie de códigos. Qué bonito exclamé porque de vez en cuando es bueno recordar que somos humanos. La presente entrada tiene por objetivo llevar a usted lector a no comprar una tablet. Pero este objetivo es una labor quijotesca, así que me enfocaré principalmente en la toma de conciencia de lo que esta compra representaría en el individuo.
Pero antes de empezar, quiero sincerarme un poco. Me inscribo dentro de la tradición posmodernista que crítica los paradigmas de la modernidad puesto que cada vez se distancia más de las “cosas mismas”. Se generan corpus epistemológicos que sólo permanecen en el campo de las ideas y no en el pragmático. La exageración de la ciencia como principio explicativo de todos los ámbitos de la vida y la segregación que está ejerciendo sobre las tradiciones/costumbres de las distintas colectividades es elgo que realmente me desagrada. Esto debido a que la metodología que es una construcción trata de desplazar a conocimientos que guardan cierta relación ancestral representada por el estar en el mundo del ser humano. La metodología surge del mundo de la vida y es lo que Husserl se propuso lograr.
El mundo de la vida es un término propuesto por Edmund Husserl que implica tres dimensiones. En primer lugar, el mundo de la vida como olvidado fundamento de la ciencia natural. Segundo, el mundo de la vida como mundo de la vida circundante que tiene a la coporalidad como centro. Tercero, el mundo de la vida como horizonte histórico pre-dado, intersubjetivamente constituido. El mundo de la vida viene a ser ese suelo de donde todas las construcciones epistemológicas como la matemática o la física vienen a constituirse a través de ciertos axiomas constituyentes. El mundo de la vida implica una condición
netamente ontológica, el mundo de la vida ES.
Sobre el mundo de la vida viene a existir el mundo virtual. La Revolución Tecnológica acontecida en los últimos 30 años ha marcado un antes y un después tanto en el nivel de interrelación de los hombres como en las mismas estructuras mentales del individuo. Las comunicaciones se dan en tiempo real y se puede tomar en cuenta la opinion de los diversos espectadores. La información se transfiere muchísimo más rápido y a mi parecer el tiempo histórico se está trasladando con mayor rápidez. En este contexto el mundo virtual viene a constituirse por una red inter-discursiva propuesta a través de los distintos aparatos tecnológicos. Cada aparato propone un tipo de discurso que consiste en millones de muestras. La radio propone distintos tipos de programas donde se transmite la información más diversa. La televisión propone programas televisivos donde se cuentan historias como novelas, dibujos animados, etc. Todo este entramado discursivo crea un mundo cuya existencia no se remite al plano real salvo por los aparatos que los emiten. El mundo virtual tiene por objetivo dirigirse de manera directa a la mente de las personas y evidentemente modifica sus estados mentales.
Entonces, tenemos una relación entre mundo virtual y mundo real a través de la relación discurso – fuente de emisión. El mundo virtual se encuentra en tanto haya receptores que permitan su existencia como por ejemplo en los cajeros automáticos o en x lugar con acceso al sistema. El límite que se hubo topado fue que el emisor muchas veces no contaba con las características necesarias para poder ser desplazado con facilidad. En un inicio la computadora tenía que ser de gran tamaño, luego pasó a ser la desktop, luego la laptop y ahora hasta las netbook. Se fue venciendo poco a poco esa limitación de expansión del sistema para poder llegar a todos los espacios. El blackberry fue un gran intento, pero nada como el Ipad y las tablet.
No te compres una tablet o un ipad porque el mundo no será el mismo después de tu compra. Será totalmente diferente. Invadirás con él distintos ámbitos donde lo “real” primaba sobre lo virtual (siendo exagerados y para ilustrar el baño). La relación de dependencia con el aparato se derá in crescendo conforme transcurra el tiempo. De ser un cuerpo extraño totalmente ajeno al organismo humano, pasará a articularse mediante una simbiosis convirtiéndose en la nueva extremidad del cuerpo. La dependencia puede representarse en un intento de “tabletear” el mundo. La tablet, además, no constituye una necesidad vital del ser humano ni una necesidad intelectual. Se encuentra en el rubro de los superficial puesto que su lógica de existir radica en que la oferta genera la demanda. Se crea un aparatito chevere con aplicaciones bacanes que lo puedes llevar a todo sitio, toma fotos: me lo compró. Es un gran ejemplo de la lógica del neoliberalismo y de su lógica interna que te hace comprar algo que no necesitas pero sería chevere tenerlo.
Siguiendo esa línea, la tablet permite que el mercado concebido en el orden neoliberal se continue expandiendo para conseguir el ideal que hubiese visionado Adam Smith. La múltiple conexión a internet y el poder acceder a páginas para poder comprar distintas cosas permiten esta consigna.
En conclusión, no te compres una laptop es una sugerencia que te hago propia de mi pensamiento. Consiste en que la expansión del mundo virtual y su “preponderancia” en la sociedad sobre el de la vida puede causar una serie de desarreglos en las personas. No sé que tanto esté demostrado pero a medida que se ha desarrollado la modernidad, se han incrementado las enfermedades psiquiátricas y se han proliferado los medicamentos que las tratan. Quizás exista una relación entre modernidad y patologías. Ese desbalance entre virtualidad y realidad debe de darse de manera responsable (no sólo a través del pago de una determinada cantidad monetaria y jugar con el nuevo artefacto). Cada nuevo “instrumento tecnológico” además implica un cierto tiempo de dominación por parte de quien lo crea puesto que impone sobre el otro que reglas jugar pero estan no son pensadas. La ciencia viene a ser un discurso de dominación muy fuerte que se ha venido tomando de manera pasiva por la gente que conozco. No hay que descuidar el mundo de la vida, en fin, somos polvo y en polvo nos convertiremos.