El presente trabajo tiene por objetivo estudiar las Cruces de Camino que se encuentran dentro de la ciudad de Lima desde una perspectiva trans disciplinaria. Las disciplinas implicadas son la Semiótica, Historia, Antropología y Geografía. Este escrito se desarrolla a partir de perspectivas propias de cada disciplina que permiten afrontar el estudio. Se inicia con la aproximación desde la semiótica sobre lo que significa la cruz y especialmente la cruz de camino. Continúa con la importancia que jugó el grabado en la representación artística y una síntesis histórica del papel jugado por la cruz. Luego, como se inserta la cruz de camino en el marco de la cultura. Finalmente, su configuración en el espacio siguiendo algunos puntos de la geografía cultural.
Según señala J.C. Cooper, la cruz viene a ser uno de los símbolos más importantes desde tiempos remotos. Es un símbolo cósmico que constituye el centro del mundo cuya función radica en ser medio de comunicación entre el cielo y la tierra. Representa el árbol de la vida y el del sustento. Tanto su componente horizontal como vertical guardan un significado. La línea horizontal es lo racional, lo terrenal, lo pasivo y lo femenino; mientras que lo vertical lo celestial, lo espiritual e intelectual, lo positivo, lo activo y lo masculino. A través de ella se busca transmitir la unión espiritual y la integración del alma del hombre en los aspectos verticales/horizontales para desarrollar una vida plena.
Para Juan Eduardo Cirlot la determinación más general de la cruz es la conjunción de contrarios: lo positivo (vertical) y lo negativo (horizontal), lo superior y lo inferior, la vida y la muerte. En sentido ideal y simbólico, estar crucificado es vivir la esencia del antagonismo básico que constituye la existencia: su dolor antagónico, su cruce de posibilidades y de imposibilidades, su construcción y su destrucción.
Pero es ya con el cristianismo, especialmente con la muerte de Jesucristo sobre la cruz, que ésta adquiere un significado especial como símbolo de la pasión y del triunfo sobre la muerte. Las artes plásticas del cristianismo han ideado infinitas variaciones de su forma que han dado lugar a ciertas prácticas litúrgicas como bendecir o persignarse. Es el arte cristiano y las devociones populares los que ofrecen ejemplos de la variación en la apariencia de la cruz como por ejemplo el añadirle hojas y flores.
Sobre la cruz que este trabajo estudia es necesario señalar los diversos nombres con los cuales se le denomina: Cruz de caminante, pasionaria o de viajeros. Para Patricia Borda y Nanda Leonardini, aparece en el Perú a partir de la colonia. Fueron colocados sobre las apachetas (puntos de acopio de piedras con carácter sagrado ubicados en los caminos desde épocas prehispánicas). Hoy en día se puede ubicar en ciudades, caminos, urbanizaciones que fueron pueblos y antes invasiones. Se le llama cruz del caminante por su ubicación en los caminos que daba a los viajeros protección y orientación. Es pasionaria porque hace alusión a los símbolos relativos a la pasión de Cristo en ella representadas.
Cada uno de los símbolos que se encuentran en la cruz guarda un significado. La lista de símbolos empleados es la siguiente: Azote, bandeja, botija, bolsa de treinta monedas, caña con la esponja, cráneo con dos tibias cruzadas, cartas o dados, cetro, columna, corona, escalera, espada, farola o linterna, gallo, letrero con la inscripción inri, lanza, lienzo, luna, mano, martillo, oreja, paño de la Verónica, Peto, porra, serpiente, sol, sudario, tenazas y túnica.
Para poder comprender el significado de los símbolos, se pondrán tres ejemplos que son la túnica, la columna y la botija. La túnica viene a representar el traje blanco (color elegido por Herodes en forma de burla) que simboliza la pasión que era sin costura y tejido desde arriba. La columna es el elemento arquitectónico al cual es Jesús atado que aparece en la noche de la pasión en el momento de la presencia ante Pilatos (cuando la representación es alta). Si la columna es baja representa la flagelación. El botijo hace referencia al cual se encontraba lleno de vinagre y agua para dar de beber a Cristo en la crucifixión.
Sobre el arribo del arte cristiano en América se presenta una paradoja: Cómo las representaciones pueden tener una impronta europea tan marcada si es que no so produjo un tráfico fluido de pintores de la metrópoli a la periferia y viceversa? El traer obras de arte representaba un riesgo puesto que la travesía marítima tendía a desmejorarlas por eso no se dio de manera masiva. La solución a este inconveniente fueron los grabados. Esta técnica consistía en la copia de la obra en una plancha de cualquier material que pudiese impregnar el dibujo en papel luego de entintarla. Las planchas se colocaban en la imprenta y permitían la reproducción de manera rápida y sencilla en biblias, misales, estampas, breviarios, entre otras publicaciones religiosas. Eran fácilmente de ser transportados hacia América pues no ocupaban mucho espacio.
El contexto histórico en el cual se enmarca la publicación continua de libros y la campaña de masificación de arte cristiano es la contrarreforma. El levantamiento de Martín Lutero contra la Iglesia conocido como la reforma, hizo que Roma actúe de manera inmediata. Si bien existieron guerras donde Carlos V fue el defensor de la Iglesia, se ordenó a los cardenales reunirse en el famoso Concilio de Trento. Se llegaron a importantes medidas entre las cuales destacan dos: el nacimiento de la Compañía de Jesús y la masificación del arte en respuesta a la ausencia de representaciones en los movimientos protestantes por considerarla idolatría.
Es en los talleres de Amberes donde se prepararon los libros que llegarán a América. Este centro, ubicado en los Países Bajos, era parte de los dominios de España. Es en este lugar donde se concentraban los mejores artistas que practicaban el grabado como Hieronymous Wierix, Marcus Sadeler, Theodor van Thulden, entre otros. Es el pintor Alberto Durero quien le dedicó especial interés a la industria del grabado. Al saber que la técnica traía como consecuencia la inversión del orden de la pintura, dibujaba en la plancha a Jesús no a la diestra del padre sino a la izquierda. Cuando pasaba al papel pasaba a estar a la derecha. Los grabados hechos por Durero están representados por una inscripción de una A D en algún lugar del trabajo.
Los grabados funcionaban como un banco de imágenes sobre distintos eventos que le servían como base al pintor para efectuar su dibujo. Las imágenes podían ir desde la vida de Jesucristo representada en la Historia Evangélica de Jerónimo de Nadal, la representación de los reyes de Israel, profetas, apósteles, etc. Uno de estos tópicos era la crucifixión o el enaltecimiento de la cruz en las cuales se presentaban todos los elementos simbólicos asociados con la pasión pero de manera indiferenciada.
Un pintor de la escuela cuzqueña, como por ejemplo Diego Quispe Tito, tomaban la imagen del grabado y la representaban en el dibujo pero bajo características especiales. El Barroco en los Andes se caracteriza por el empleo del sobredorado sobre el claro oscuro europeo y la presencia de elementos naturales. Es en la catedral del Cuzco y el Convento de Santa Catalina en Huamanga donde se representa la Última Cena comiendo un cuy, chirimoyas y ají dispuestos alrededor de la mesa. Se producía una apropiación del canon estético europeo para realizar algo original. De la misma manera debe haber sucedido con la cruz sólo que se colocaron los elementos simbólicos en ella. En esto radica lo origina que se manifiesta en la presencia de una agencia del pintor de representar lo impuesto en sus propios términos e incluso subvertir el canon (comer un cuy!).
La cruz de camino tiene elementos indispensables que son la luna a la izquierda, el sol a la derecha, el letrero de INRI y el gallo en la parte superior, el cráneo en la parte inferior y el rostro de Cristo en el centro. Cruzando la cruz se encuentran una escalera, una lanza y una madera donde se presenta en el extremo una alusión a una esponja remojada con vinagre. Los demás elementos simbólicos de la cruz son elegidos arbitrariamente por la persona que talla la cruz . Los elementos se toman sobre el banco de los símbolos pasionarios. Desde la configuración simbólica no hay ninguna cruz igual, cada una transmite un significado distinto porque su disposición es original. No hay dos cruces iguales.
Las primeras cruces fueron colocadas por los españoles sobre las huacas ubicadas en los alrededores de la ciudad de Lima recién fundada (siglo XVI donde reinaron los reyes Habsburgo o Austrias). Esta disposición iba acorde con las medidas aprobadas en el 2do y 3er Concilio Limense que se encontraba en el contexto de la contrarreforma Católica del Concilio de Trento. El interés era sacralizar el espacio que consistía en volver conocido lo desconocido. Esta práctica también se realizó sobre las apachetas que se encontraban en los caminos. Una cruz famosa de este período es la que se encuentra en la cima del cerro San Cristóbal que fue puesta por Francisco Pizarro tras la invasión Inca a Lima. Ha sufrido diversas modificaciones hasta ser la que podemos ver hoy en día.
En el tiempo del virreinato medio y tardío (reinado de los Austrias en el s.XVII y los Borbones durante el XVIII) es donde las cruces permanecieron en los caminos y además se colocaron nuevas en las haciendas. Estos lugares agrarios se constituyeron en un importante centro económico que vino a remplazar a la otrora encomienda por la composición de tierras. La tierra pasó de ser una merced de la propiedad real a propiedad de un determinado individuo. Sirvió además como medio para avanzar el crecimiento de los límites de la ocupación territorial.
Es en la República temprana y media (siglo XIX) donde las cruces de camino empezaron a ser modificadas pero sin perder el significado que ya tenían: protección de los caminos y una que otra asignación de patrona en las haciendas. Comienzan a ser pintadas y a situarse en los caminos asfaltados propios del desarrollo urbano.
En el siglo XX las cruces rompen con el significado tradicional que tenían y esto en parte por las migraciones. Comienzan a ser colocadas en barrios migrantes como representación de una identidad común que será celebrada en fiestas que rememoren el lugar de origen. La cruz adquiere un nuevo significado en cada una de las que se encuentran en la ciudad pues lo adquiere según quien se el que la coloca. Una de ellas pasa a ser una obra de arte colocada en conmemoración del arribo de un Papa.
En torno a las cruces se dieron y dan sucesivas prácticas culturales. Como se señaló anteriormente, estar en la presencia de una cruz implica para algunos el persignarse o emitir algún signo de reverencia. También el pronunciar alguna oración por parte de quien llegue a visitarla. La cruz se encuentra vestida por una tela finamente ornamentada por detalles dorados donde están inscritos los nombres de los mayordomos o beneficiarios de sus milagros. No puede faltar en ella flores frescas.
La cruz siempre tiene un día donde se la celebra. La fecha más recurrente es la que se encuentra en el calendario litúrgico católico que es el 3 de Mayo. Otras fechas para la celebración es el día para la hacienda donde pertenece, el día de la asociación o la fiesta del barrio. La celebración consiste, de manera general, en lo siguiente. Primero, permanecer junto a ella en la noche (velar la cruz). A la mañana siguiente se la lleva en procesión a misa vestida con telas decoradas con detalles dorados y llena de flores. La vuelta al lugar donde se encuentra también se da en procesión y se realiza un almuerzo costeado por los mayordomos de la ocasión. En su honor se realizan bailes y también cantos. Las celebraciones en cada cruz varían (por ejemplo hay algunas que no se pueden movilizar), pero estos son elementos recurrentes.
Siguiendo alguna de las reflexiones de la geografía cultural que señala la capacidad del ser humano para crear sobre el entorno natural. Sumado con que es el hombre quien modifica el espacio siguiendo su propia experiencia. La geografía da cruciales aportes para estudiar a la cruz de camino.
Cada una tiene una ubicación distinta y se configura de diferentes maneras en ella. Se encuentran en quintas antiguas (Quinta Heeren en Barrios Altos) o “recientes” (Santísima Cruz en el cercado), en la cima de restos arqueológicos prehispánicos (Armatambo, Chorrillos), adyacente al litoral (cruz de la Baja en la Herradura), concurridas vías automovilísticas (Javier Prado, vía Expresa, prolongación Tacna), adyacente a centros económicos importantes (Óvalo Juan de Arona y a la espalda del colegio Alfonso Ugarte en San Isidro), monumentos históricos del siglo XVIII (Paseo de las Aguas y al interior del monasterio de Desamparados en el Rímac), contiguas a iglesias (Santo Cristo en Barrios Altos o la Santísima Cruz en Barranco), entre cementerios (Angel y Presbítero maestro) y en barrios fronterizos (Rímac).
A este trabajo aun le falta el estudio de cada cruz para determinar cual es su significado de acuerdo al contexto donde se configura. Éste queda determinado necesariamente por la gente que vive en sus alrededores o si no que guardan algún tipo de relación con ella acorde a la misma vida cotidana. El mismo significado de la cruz ha variado en el tiempo desde ser solo un objeto para sacralizar el espacio hasta tener un significado propio que la hace hablar por ella misma. Es importante tener en cuenta que al igual que la cruz de camino, otros elementos de la vida cotidiana tienen una historia que las lleva a configurarse de acuerdo al espacio. Esto pasa por ejemplo con los monumentos en distintos lugares. Finalmente, es factible el desarrollo de trabajos que tomen herramientas de distintas disciplinas siempre y cuando se reconozca la autoridad de cada una de ellas en el tema que las atañe.
La Cruz de Camino es histórica y también habla, pero en sus propios términos.