[Visto: 1350 veces]
La presente entrada tiene por objetivo reflexionar acerca de la estructura económica existente durante los siglos XVI, XVII y XVIII en el Perú. Dos consideraciones previas. En primer lugar utilizo los términos de estructura no en un sentido marxista sino mecanicista. Busco en que parte la configuración determina un modelo de dependencia. La segunda consideración es que llamo Perú de manera indistinta tanto al periodo virreinal como al Republicano. Considero, como hace poco Mark Thurner, que el nombre Perú surge durante el Virreinato. Esto a diferencia de Argentina que surge en el XIX como neologismo derivado del término latín de plata (argento). Espero que se entretengan leyendo este escrito.
Pablo Macera divide la historia del Perú en dos periodos: la etapa de la autonomía y la de la dependencia. La etapa de la autonomía comprende desde la aparición del hombre en estas tierras hasta el ocaso del Tawantinsuyo. La etapa de la dependencia comprende desde la presencia hegemónica y colonial hispana hasta la dominación imperialista estadounidense. En el intermedio se pasa por la influencia importante tanto de los franceses como de los ingleses.
La propuesta de Macera da comienzo a este artículo mediante el planteamiento de la pregunta de que si somos libres o no. Primero definamos someramente que entiendo por libertad (este esfuerzo está lejos de ser una divagación filosófica sobre la trascendencia de esta palabra). Considero la libertad como la capacidad de poder decidir de manera autónoma (sin ningún tipo de coerción ni coacción) el camino el cual seguir y, evidentemente, transitarlo. Entonces: ¿somos libres, algunas veces lo hemos sido, alguna ves lo seremos?
La etapa de la dependencia arranca desde el siglo XVI. El arribo a América de las huestes españoles se da bajo la dinastía de los Habsburgo o casa de Austria. Antes de 1492, no se podía de hablar de la existencia de España en todo el sentido de la palabra. Existían reinos como el de Castilla, que tenía una estructura ganadera lanar muy fuerte agrupada en torno a la mesta; Aragón, que se dedicaba mucho más a las actividades comerciales y tenía posesiones como Barcelona, Valencia, Sicilia y Nápoles; León, Navarra, etc. Los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, emprendieron la campaña de reconquista ibérica tomando el cristianismo como bandera para expulsar a los moros (musulmanes) ubicados en la parte sur del territorio. Consiguieron su objetivo en 1492 (este año es el áureo para los españoles: reconquista completa, conquista de América y publicación de la gramática castellana por Nebrija). Se unificaron los reinos entorno a esto dos monarcas que llevaban el estado siempre en sus desplazamientos. Ambos tuvieron una hija, Juana (la llamada más adelante loca) que se casó con un príncipe de la casa austríaca Felipe “el hermoso”. Aquí se entroncan más coronas que llegarán a hacer síntesis en la cabeza de Carlos V (del Sacro Imperio Romano Germánico) o I (de España). El monarca no era rey de España sino rey de Castilla, Aragón, León, etc. En una cabeza yacían varias coronas no una sola. Esto es importante para tomar en cuenta porque el rey debía de gobernar siguiendo los fueros, leyes especiales, de cada región. Hasta su último gobernante, Carlos II, los Austrias reinaron más de ciento cincuenta años en 5 monarcas: Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
La primera institución colonial en hacer presencia en tierras peruanas fue la encomienda. Esta institución consistió en la cesión de los tributos de vasallaje que se le hacían al rey de Castilla hacia aquellos españoles embarcados en la empresa de conquista en el Nuevo Mundo. El mecanismo recompensa venía siendo efectivo desde la campaña por la Reconquista Ibérica donde se cedían tierras. En este caso la cesión se inscribía en la figura llamada Merced. El español ahora convertido en encomendero no era un señor de la tierra, como en España, sino un señor de indios. Recibía tributos de un determinado grupo de personas adscritas a un ayllu, etnia, etc. y podía recurrir a su trabajo como servicio personal legítimo. Las primeras ciudades comenzaron a ordenarse siguiendo la institución llamada cabildo que era la reunión de los vecinos ilustres del área. Los indios adscritos a determinada área conferida al encomendero le abastecían un determinado cupo de tributos que no necesariamente eran variados. Es el encomendero quien tenía que comerciarlos para adquirir otros recursos.
Los encomenderos, ahora vecinos ilustres, ganaron una fuerte importancia y poder político en su reunión que era el cabildo. La corona legisló con el objetivo de amainar este poder y fue mediante las Leyes Nuevas donde detonó la segunda guerra civil tras el arribo español. La primera fue la lucha entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro que derivó en la muerte de ambos. Las Leyes Nuevas trajeron consigo la abolición de la perpetuidad de las encomiendas que era un ataque considerable a su base de poder lo que causó rabia por parte de los encomenderos quienes tomaron esto como un atentado contra su bienestar. Reunidos bajo el mando de Gonzalo Pizarro se levantaron contra la corona llegando inclusive a ajusticiar al primer virrey del Perú Blasco Núñez de Vela. La corona para solucionar esta anarquía que podía atentar contra su dominio envió al pacificador Pedro de La Gasca quien negoció con los encomenderos insurgentes una salida pacífica al impase. Ofreció el mantenimiento de sus posesiones sumadas con la de los aún rebeldes que no se plegaran al bando realista. La Gasca fue el encargado de realizar una segunda gran conquista española, conquistó a los conquistadores. Más adelante se levantará Francisco Hernández Girón por la abolición del servicio personal. Sucumbirá en Huánuco que pasará a tener el título de la “Muy Noble Ciudad de los Caballeros…” y a tener en su escudo un hombre (Hernández) atacado por un León.
Es con el Virrey Francisco de Toledo donde la encomienda pasa de significar un poder político a no ser más que un ingreso monetario. Es necesario resaltar el papel secundario que la historia ha conferido a Lope García de Castro que sugiero revisar en algún momento puesto que Toledo continua algunas de sus políticas. Toledo decretó la monetización del tributo que tuvo por objetivo que la población indígena participe activamente en el mercado en calidad de asalariado. La necesidad de mano de obra era menester por el casi nulo interés acumulativo existente en la gente nativa. Este tipo de mentalidad tardó mucho tiempo en entenderse.
También hacen su aparición los corregidores que eran unos funcionarios que tenían por objetivo recaudar los tributos de manos de la población natural. El tema de funcionario debe de tomarse con cuidado puesto que no recibía un sueldo fijo por parte de la corona sino que cobraba una tasa de los tributos que recaudaba. El corregidor hacía la función de intermediario y sirvió para relegar la presencia del encomendero, El tributo era recaudado por el corregidor quien lo liberaba de las costas (una especie de gastos operativos) entre los cuales destaca el pago contemplado hacia los religiosos por la evangelización de los naturales. Y es que Toledo también reorganizó la manera de ocupación del espacio mediante una nueva disposición u organización urbana siguiendo la figura de una cuadrícula. Los nuevos centros poblados que adoptarán la cuadrícula como traza urbana pasarán a llamarse reducciones que servirán de base a los pueblos y ahora ciudades. La reducción implicaba necesariamente “reducir” a la población que habitaba en locaciones dispersas en un solo lugar que debía contener una plaza y una iglesia. Los indios vivirían concentrados en la reducción para su evangelización y vivencia en policía mientras que los encomenderos vivían sólo en las ciudades más importantes (y más adelante incluso en España).
En el siglo XVI se comienza la explotación minera en Potosí. En un comienzo se utilizó los conocimientos propios de las poblaciones nativas como el empleo de guayras. Estas eran una especie de hornos a manera de cono invertido donde recibían el aire necesario para avivar el fuego que separaba el mineral de la piedra. La explotación minera en primera instancia descansó sobre los conocimientos ancestrales de estas tierras. Esto incluye que una importante parte de la producción de mineral se quedaba en los encargados de manejar estos artefactos. La injerencia española en los procesos productivos fue muy limitada. Es necesario mencionar que durante esta época la corona española no recibía sus principales ingresos de América sino de la Mesta castellana (gremio de criadores lanares) y de los Países Bajos.
Un segundo periodo en la extracción minera esta determinado por la utilización del mercurio para conseguir el proceso de la amalgamación. En un primer momento se utilizó el mercurio importado desde la minas de Almadén en España. Luego la corona tuvo la mayor de sus fortunas al encontrar este importantísimo componente en Huancavelica. El empleo del mercurio y el proceso de amalgamación trajo como consecuencia que el proceso de extracción del mineral se complejizara. Empezó la necesidad de utilizar técnicos encargados de manejar máquinas complejas que trajo como consecuencia que el proceso recaiga en manos de españoles. Se dejo atrás a la población natural y sus conocimientos para reducirlos a trabajadores asalariados que disponen sólo de su mano de obra. Esta tuvo mucha importancia pues eran quienes conocían las vetas de mineral más importante y podían desempeñar una actividad selectiva. La minería sirvió para la población natural como el medio por el cual hacerse de la cantidad monetaria de los tributos asignados.
Esta última etapa se dio de manera predominante durante el siglo XVII. Es en este siglo donde se produjo un importantísimo y considerable desarrollo en la extracción minera. El siglo XVII trajo para el Imperio Español muchos cambios. En primer lugar, España que era la principal potencia mercantil del orbe perdió su lugar hegemónico pare cedérselo a Inglaterra y los Países Bajos. Estos últimos eran los abanderados del liberalismo. España no pudo cambiar sus estructuras (una economía rentista con una clase dirigente sin mentalidad productiva) con la misma velocidad conque se desarrollaban los cambios históricos. Además, el ingreso de la plata americana trajo como consecuencia el incremento de los precios. España quedó sumergida en una considerable inflación por un mineral que finalmente no tenía a este reino como su último destino. Se dirigía hacia donde se encontraban los principales financistas de la corona como los Fugger. En conclusión, el siglo XVII fue el siglo de la decadencia de la monarquía española ya que perdieron un lugar que no recuperarán hasta la fecha.
Pero distinto fue la situación en los virreinatos. El desarrollo de la minería de Potosí trajo como consecuencia el establecimiento de una ciudad tan poblada como Paris en el mismo tiempo. La necesidad de abastecer el mercado formado por los trabajadores de este centro hizo que se formasen circuitos comerciales en el Sur del Perú. La protagonista de los viajes en los caminos coloniales fue la mula cuyo centro de crianza principal se localizó en la parte norte de la actual Argentina, en Tucumán. Se dio una gran producción de recursos que otrora estaban en monopolio de la corona como por ejemplo el vino. La coca también elevó su producción.
Pero no sólo en el sur andino se encontraba el desarrollo. Los comerciantes limeños, agrupados bajo el gremio del Tribunal del Consulado, adquirieron la mayor importancia en lo que se respecta al comercio en la parte meridional de América. Tenían un acceso exclusivo y privilegiado para acceder a las ferias de Nombre de Dios y Portobello que traían las mercancías desde Europa. Un caso particular son los libros como el Quijote que llegaban encajonados y de ahí se trasladaban a todo sitio a lomo de mula. A manera de anécdota este personaje hizo su aparición en América (una persona se disfrazó de él en una lid con tonalidad caballeresca) en la localidad de Pausa en una actividad social. De ahí los comerciantes se encargaban de comercializar la mercadería a través de toda la región. Incluso se llegó a tener contactos mercantiles con el célebre Galeón de Manila. El Tribunal del Convirtió en una institución muy sólida y rica en recursos monetarios. Ellos fueron los que financiaron al ejército realista durante la independencia puesto que querían proteger sus intereses frente a un futuro incierto.
En el plano social, en estos dos primeros siglos existieron dos repúblicas como manera de organización: La República de Españoles y la República de Indios. Cada una tenía su propio corpus legal y su distribución urbana (ubicación geográfica) claramente definida. En la ciudad de Lima, los españoles residían en lo que hoy corresponde al Damero, mientras que la población indígena en el actual Barrios Altos. Los encomenderos o vecinos ilustres se dividieron el espacio en cuadrículas llamadas solares. A los más importantes se les daba mayor cantidad y más cerca a la plaza. Es por eso que la casa de Pizarro está en el mismo centro y la casa Aliaga contigua. Las órdenes religiosas que llegaron a Lima fueron dispuestas más cerca a la plaza según su llegada. De esta manera están más cerca los dominicos y franciscanos. Un poco más lejos los Mercedarios. Finalmente los Agustinos y Jesuitas. Otra cuestión sobre Lima. En el escudo aparecen dos águilas negras (no gallinazos que hacen referencia a las águilas negras de los Habsburgo), las estrellas corresponden a los tres reyes magos (Lima es ciudad de los reyes porque su fecha de fundación fue aledaño a la bajada de los magos en tiempos crísticos) y la J K corresponden a Johanna (latín de la reina Juana) y Karolus (latín de Carlos V) reyes en el tiempo de la fundación.
La traza urbana del cercado de Barrios Altos no es claramente líneas rectas sino contorneadas. Es notable la existencia de muchísimas iglesias en esta parte de la ciudad que pueden dar a entender la campaña de evangelización española. Puede ser también que se hayan colocado iglesias sobre huacas prehispánicas porque Lima era un centro muy poblado sino hay que tener en consideración las distintas huacas en tantos distritos. La población indígena era considerada como miserable en derecho o, de manera más elegante, infantes. Se consideraba que no eran capaces de defenderse en un juicio como las mujeres que necesitaban del marido y los niños de sus padres. Esto generó que el mismo marco legal generara una figura que defendiera a la población natural en los innumerables procesos judiciales. Esta figura fue brillante puesto los que llevó a la victoria en múltiples ocasiones. Me estoy refiriendo al defensor de naturales.
Otro ejemplo de distinción entre españoles e indios fie la Inquisición. Esta institución SOLO estaba restringida a la República de Españoles puesto que su dimensión sólo era asimilable para veteranos en la fe. La población natural o la República de Indios tenía como institución que garantizara la rectitud de la fe a la Extirpación de Idolatrías pero nunca llegó a cuajar como tal. La aparición del mestizaje hiso que poco a poco este ordenamiento social comenzara a tambalearse para, en el siglo XVIII, comenzar a desmoronarse. Los mestizos en algunas ocasiones se pasaban por indios, cuando eran acusados ante la inquisición. Pero se consideraban como españoles para no pagar tributos.
Un punto interesante a tomar en cuenta es que se experimentó un colapso demográfico dramático en los dos primeros siglos del arribo hispano. Las enfermedades transmitidas encontraron a una población natural indefensa en su sistema inmunológico. El cálculo más mesurado indica que 9 millones de personas habitaron el Tawantinsuyu y la mayoría murió. Entonces eso de considerar a la población natural como descendientes directos de los incas u otras etnias es una mentira puesto que el mestizaje intervino ahí. Al igual como un colapso demográfico existió un colapso geográfico. Campos cultivados de papa, maíz, oca, maca, olluco, entre otros recursos nativos fueron remplazados en algunos casos por cebada, trigo, membrillo, higos, vid, entre varios más. La geografía también fue modificada.
De esta manera transcurren los siglos XVI y XVII que a mi parecer fueron los de mayor grandeza del virreinato puesto que pertenecía a la principal monarquía del mundo. En este período (nuevamente) se sucedieron cinco monarcas: Carlos V, Felipe II, Felipe IV y Carlos II. Normalmente el juicio histórico cae sobre los últimos monarcas a los cuales se les atribuye rótulos de incapaces. Considero que esto resulta un tanto injusto puesto que la mala situación económica fue un legado de Carlos V que financió las campañas contra los luteranos a través de opulentos personajes como los Fugger. O quizás la construcción de la Armada Invencible por parte de Felipe II que fue destruida en combate contra los ingleses. Este endeudamiento y crisis recayó en los monarcas.
Importante es resaltar el modelo colonizador español que, si bien aseguraba un dominio sobre los naturales, no los exterminaba como el modelo colonizador inglés. El sistema incluía a la población nativa como parte del sistema, en la parte inferior como sistema colonial, pero les daba vías como la evangelización como medio de redención espiritual más no social. La mano de obra natural era requerida a la hora de edificar el sistema. Es por esto que el mestizaje es nuestra riqueza y la política hispana favoreció esto.
Pablo Macera divide la historia del Perú en dos periodos: la etapa de la autonomía y la de la dependencia. La etapa de la autonomía comprende desde la aparición del hombre en estas tierras hasta el ocaso del Tawantinsuyo. La etapa de la dependencia comprende desde la presencia hegemónica y colonial hispana hasta la dominación imperialista estadounidense. En el intermedio se pasa por la influencia importante tanto de los franceses como de los ingleses.
La propuesta de Macera da comienzo a este artículo mediante el planteamiento de la pregunta de que si somos libres o no. Primero definamos someramente que entiendo por libertad (este esfuerzo está lejos de ser una divagación filosófica sobre la trascendencia de esta palabra). Considero la libertad como la capacidad de poder decidir de manera autónoma (sin ningún tipo de coerción ni coacción) el camino el cual seguir y, evidentemente, transitarlo. Entonces: ¿somos libres, algunas veces lo hemos sido, alguna ves lo seremos?
La etapa de la dependencia arranca desde el siglo XVI. El arribo a América de las huestes españoles se da bajo la dinastía de los Habsburgo o casa de Austria. Antes de 1492, no se podía de hablar de la existencia de España en todo el sentido de la palabra. Existían reinos como el de Castilla, que tenía una estructura ganadera lanar muy fuerte agrupada en torno a la mesta; Aragón, que se dedicaba mucho más a las actividades comerciales y tenía posesiones como Barcelona, Valencia, Sicilia y Nápoles; León, Navarra, etc. Los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, emprendieron la campaña de reconquista ibérica tomando el cristianismo como bandera para expulsar a los moros (musulmanes) ubicados en la parte sur del territorio. Consiguieron su objetivo en 1492 (este año es el áureo para los españoles: reconquista completa, conquista de América y publicación de la gramática castellana por Nebrija). Se unificaron los reinos entorno a esto dos monarcas que llevaban el estado siempre en sus desplazamientos. Ambos tuvieron una hija, Juana (la llamada más adelante loca) que se casó con un príncipe de la casa austríaca Felipe “el hermoso”. Aquí se entroncan más coronas que llegarán a hacer síntesis en la cabeza de Carlos V (del Sacro Imperio Romano Germánico) o I (de España). El monarca no era rey de España sino rey de Castilla, Aragón, León, etc. En una cabeza yacían varias coronas no una sola. Esto es importante para tomar en cuenta porque el rey debía de gobernar siguiendo los fueros, leyes especiales, de cada región. Hasta su último gobernante, Carlos II, los Austrias reinaron más de ciento cincuenta años en 5 monarcas: Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
La primera institución colonial en hacer presencia en tierras peruanas fue la encomienda. Esta institución consistió en la cesión de los tributos de vasallaje que se le hacían al rey de Castilla hacia aquellos españoles embarcados en la empresa de conquista en el Nuevo Mundo. El mecanismo recompensa venía siendo efectivo desde la campaña por la Reconquista Ibérica donde se cedían tierras. En este caso la cesión se inscribía en la figura llamada Merced. El español ahora convertido en encomendero no era un señor de la tierra, como en España, sino un señor de indios. Recibía tributos de un determinado grupo de personas adscritas a un ayllu, etnia, etc. y podía recurrir a su trabajo como servicio personal legítimo. Las primeras ciudades comenzaron a ordenarse siguiendo la institución llamada cabildo que era la reunión de los vecinos ilustres del área. Los indios adscritos a determinada área conferida al encomendero le abastecían un determinado cupo de tributos que no necesariamente eran variados. Es el encomendero quien tenía que comerciarlos para adquirir otros recursos.
Los encomenderos, ahora vecinos ilustres, ganaron una fuerte importancia y poder político en su reunión que era el cabildo. La corona legisló con el objetivo de amainar este poder y fue mediante las Leyes Nuevas donde detonó la segunda guerra civil tras el arribo español. La primera fue la lucha entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro que derivó en la muerte de ambos. Las Leyes Nuevas trajeron consigo la abolición de la perpetuidad de las encomiendas que era un ataque considerable a su base de poder lo que causó rabia por parte de los encomenderos quienes tomaron esto como un atentado contra su bienestar. Reunidos bajo el mando de Gonzalo Pizarro se levantaron contra la corona llegando inclusive a ajusticiar al primer virrey del Perú Blasco Núñez de Vela. La corona para solucionar esta anarquía que podía atentar contra su dominio envió al pacificador Pedro de La Gasca quien negoció con los encomenderos insurgentes una salida pacífica al impase. Ofreció el mantenimiento de sus posesiones sumadas con la de los aún rebeldes que no se plegaran al bando realista. La Gasca fue el encargado de realizar una segunda gran conquista española, conquistó a los conquistadores. Más adelante se levantará Francisco Hernández Girón por la abolición del servicio personal. Sucumbirá en Huánuco que pasará a tener el título de la “Muy Noble Ciudad de los Caballeros…” y a tener en su escudo un hombre (Hernández) atacado por un León.
Es con el Virrey Francisco de Toledo donde la encomienda pasa de significar un poder político a no ser más que un ingreso monetario. Es necesario resaltar el papel secundario que la historia ha conferido a Lope García de Castro que sugiero revisar en algún momento puesto que Toledo continua algunas de sus políticas. Toledo decretó la monetización del tributo que tuvo por objetivo que la población indígena participe activamente en el mercado en calidad de asalariado. La necesidad de mano de obra era menester por el casi nulo interés acumulativo existente en la gente nativa. Este tipo de mentalidad tardó mucho tiempo en entenderse.
También hacen su aparición los corregidores que eran unos funcionarios que tenían por objetivo recaudar los tributos de manos de la población natural. El tema de funcionario debe de tomarse con cuidado puesto que no recibía un sueldo fijo por parte de la corona sino que cobraba una tasa de los tributos que recaudaba. El corregidor hacía la función de intermediario y sirvió para relegar la presencia del encomendero, El tributo era recaudado por el corregidor quien lo liberaba de las costas (una especie de gastos operativos) entre los cuales destaca el pago contemplado hacia los religiosos por la evangelización de los naturales. Y es que Toledo también reorganizó la manera de ocupación del espacio mediante una nueva disposición u organización urbana siguiendo la figura de una cuadrícula. Los nuevos centros poblados que adoptarán la cuadrícula como traza urbana pasarán a llamarse reducciones que servirán de base a los pueblos y ahora ciudades. La reducción implicaba necesariamente “reducir” a la población que habitaba en locaciones dispersas en un solo lugar que debía contener una plaza y una iglesia. Los indios vivirían concentrados en la reducción para su evangelización y vivencia en policía mientras que los encomenderos vivían sólo en las ciudades más importantes (y más adelante incluso en España).
En el siglo XVI se comienza la explotación minera en Potosí. En un comienzo se utilizó los conocimientos propios de las poblaciones nativas como el empleo de guayras. Estas eran una especie de hornos a manera de cono invertido donde recibían el aire necesario para avivar el fuego que separaba el mineral de la piedra. La explotación minera en primera instancia descansó sobre los conocimientos ancestrales de estas tierras. Esto incluye que una importante parte de la producción de mineral se quedaba en los encargados de manejar estos artefactos. La injerencia española en los procesos productivos fue muy limitada. Es necesario mencionar que durante esta época la corona española no recibía sus principales ingresos de América sino de la Mesta castellana (gremio de criadores lanares) y de los Países Bajos.
Un segundo periodo en la extracción minera esta determinado por la utilización del mercurio para conseguir el proceso de la amalgamación. En un primer momento se utilizó el mercurio importado desde la minas de Almadén en España. Luego la corona tuvo la mayor de sus fortunas al encontrar este importantísimo componente en Huancavelica. El empleo del mercurio y el proceso de amalgamación trajo como consecuencia que el proceso de extracción del mineral se complejizara. Empezó la necesidad de utilizar técnicos encargados de manejar máquinas complejas que trajo como consecuencia que el proceso recaiga en manos de españoles. Se dejo atrás a la población natural y sus conocimientos para reducirlos a trabajadores asalariados que disponen sólo de su mano de obra. Esta tuvo mucha importancia pues eran quienes conocían las vetas de mineral más importante y podían desempeñar una actividad selectiva. La minería sirvió para la población natural como el medio por el cual hacerse de la cantidad monetaria de los tributos asignados.
Esta última etapa se dio de manera predominante durante el siglo XVII. Es en este siglo donde se produjo un importantísimo y considerable desarrollo en la extracción minera. El siglo XVII trajo para el Imperio Español muchos cambios. En primer lugar, España que era la principal potencia mercantil del orbe perdió su lugar hegemónico pare cedérselo a Inglaterra y los Países Bajos. Estos últimos eran los abanderados del liberalismo. España no pudo cambiar sus estructuras (una economía rentista con una clase dirigente sin mentalidad productiva) con la misma velocidad conque se desarrollaban los cambios históricos. Además, el ingreso de la plata americana trajo como consecuencia el incremento de los precios. España quedó sumergida en una considerable inflación por un mineral que finalmente no tenía a este reino como su último destino. Se dirigía hacia donde se encontraban los principales financistas de la corona como los Fugger. En conclusión, el siglo XVII fue el siglo de la decadencia de la monarquía española ya que perdieron un lugar que no recuperarán hasta la fecha.
Pero distinto fue la situación en los virreinatos. El desarrollo de la minería de Potosí trajo como consecuencia el establecimiento de una ciudad tan poblada como Paris en el mismo tiempo. La necesidad de abastecer el mercado formado por los trabajadores de este centro hizo que se formasen circuitos comerciales en el Sur del Perú. La protagonista de los viajes en los caminos coloniales fue la mula cuyo centro de crianza principal se localizó en la parte norte de la actual Argentina, en Tucumán. Se dio una gran producción de recursos que otrora estaban en monopolio de la corona como por ejemplo el vino. La coca también elevó su producción.
Pero no sólo en el sur andino se encontraba el desarrollo. Los comerciantes limeños, agrupados bajo el gremio del Tribunal del Consulado, adquirieron la mayor importancia en lo que se respecta al comercio en la parte meridional de América. Tenían un acceso exclusivo y privilegiado para acceder a las ferias de Nombre de Dios y Portobello que traían las mercancías desde Europa. Un caso particular son los libros como el Quijote que llegaban encajonados y de ahí se trasladaban a todo sitio a lomo de mula. A manera de anécdota este personaje hizo su aparición en América (una persona se disfrazó de él en una lid con tonalidad caballeresca) en la localidad de Pausa en una actividad social. De ahí los comerciantes se encargaban de comercializar la mercadería a través de toda la región. Incluso se llegó a tener contactos mercantiles con el célebre Galeón de Manila. El Tribunal del Convirtió en una institución muy sólida y rica en recursos monetarios. Ellos fueron los que financiaron al ejército realista durante la independencia puesto que querían proteger sus intereses frente a un futuro incierto.
En el plano social, en estos dos primeros siglos existieron dos repúblicas como manera de organización: La República de Españoles y la República de Indios. Cada una tenía su propio corpus legal y su distribución urbana (ubicación geográfica) claramente definida. En la ciudad de Lima, los españoles residían en lo que hoy corresponde al Damero, mientras que la población indígena en el actual Barrios Altos. Los encomenderos o vecinos ilustres se dividieron el espacio en cuadrículas llamadas solares. A los más importantes se les daba mayor cantidad y más cerca a la plaza. Es por eso que la casa de Pizarro está en el mismo centro y la casa Aliaga contigua. Las órdenes religiosas que llegaron a Lima fueron dispuestas más cerca a la plaza según su llegada. De esta manera están más cerca los dominicos y franciscanos. Un poco más lejos los Mercedarios. Finalmente los Agustinos y Jesuitas. Otra cuestión sobre Lima. En el escudo aparecen dos águilas negras (no gallinazos que hacen referencia a las águilas negras de los Habsburgo), las estrellas corresponden a los tres reyes magos (Lima es ciudad de los reyes porque su fecha de fundación fue aledaño a la bajada de los magos en tiempos crísticos) y la J K corresponden a Johanna (latín de la reina Juana) y Karolus (latín de Carlos V) reyes en el tiempo de la fundación.
La traza urbana del cercado de Barrios Altos no es claramente líneas rectas sino contorneadas. Es notable la existencia de muchísimas iglesias en esta parte de la ciudad que pueden dar a entender la campaña de evangelización española. Puede ser también que se hayan colocado iglesias sobre huacas prehispánicas porque Lima era un centro muy poblado sino hay que tener en consideración las distintas huacas en tantos distritos. La población indígena era considerada como miserable en derecho o, de manera más elegante, infantes. Se consideraba que no eran capaces de defenderse en un juicio como las mujeres que necesitaban del marido y los niños de sus padres. Esto generó que el mismo marco legal generara una figura que defendiera a la población natural en los innumerables procesos judiciales. Esta figura fue brillante puesto los que llevó a la victoria en múltiples ocasiones. Me estoy refiriendo al defensor de naturales.
Otro ejemplo de distinción entre españoles e indios fie la Inquisición. Esta institución SOLO estaba restringida a la República de Españoles puesto que su dimensión sólo era asimilable para veteranos en la fe. La población natural o la República de Indios tenía como institución que garantizara la rectitud de la fe a la Extirpación de Idolatrías pero nunca llegó a cuajar como tal. La aparición del mestizaje hiso que poco a poco este ordenamiento social comenzara a tambalearse para, en el siglo XVIII, comenzar a desmoronarse. Los mestizos en algunas ocasiones se pasaban por indios, cuando eran acusados ante la inquisición. Pero se consideraban como españoles para no pagar tributos.
Un punto interesante a tomar en cuenta es que se experimentó un colapso demográfico dramático en los dos primeros siglos del arribo hispano. Las enfermedades transmitidas encontraron a una población natural indefensa en su sistema inmunológico. El cálculo más mesurado indica que 9 millones de personas habitaron el Tawantinsuyu y la mayoría murió. Entonces eso de considerar a la población natural como descendientes directos de los incas u otras etnias es una mentira puesto que el mestizaje intervino ahí. Al igual como un colapso demográfico existió un colapso geográfico. Campos cultivados de papa, maíz, oca, maca, olluco, entre otros recursos nativos fueron remplazados en algunos casos por cebada, trigo, membrillo, higos, vid, entre varios más. La geografía también fue modificada.
De esta manera transcurren los siglos XVI y XVII que a mi parecer fueron los de mayor grandeza del virreinato puesto que pertenecía a la principal monarquía del mundo. En este período (nuevamente) se sucedieron cinco monarcas: Carlos V, Felipe II, Felipe IV y Carlos II. Normalmente el juicio histórico cae sobre los últimos monarcas a los cuales se les atribuye rótulos de incapaces. Considero que esto resulta un tanto injusto puesto que la mala situación económica fue un legado de Carlos V que financió las campañas contra los luteranos a través de opulentos personajes como los Fugger. O quizás la construcción de la Armada Invencible por parte de Felipe II que fue destruida en combate contra los ingleses. Este endeudamiento y crisis recayó en los monarcas.
Importante es resaltar el modelo colonizador español que, si bien aseguraba un dominio sobre los naturales, no los exterminaba como el modelo colonizador inglés. El sistema incluía a la población nativa como parte del sistema, en la parte inferior como sistema colonial, pero les daba vías como la evangelización como medio de redención espiritual más no social. La mano de obra natural era requerida a la hora de edificar el sistema. Es por esto que el mestizaje es nuestra riqueza y la política hispana favoreció esto.