Archivo por meses: junio 2012

Geografía e Historia

[Visto: 592 veces]

El presente ensayo tiene por objeto a tratar la relación entre la historia y geografía en el contexto del viaje durante el período virreinal y republicano. El argumento de este trabajo es ver como un individuo (un sujeto) se desplaza de su entorno natural (lugar dónde reside) a un nuevo y escribe sobre éste último. Pero, qué es lo que escribían?

La respuesta es simple: lo que llama más su atención. Nuevamente un pero, qué es lo que llama su atención? Considero que es la DIFERENCIA entre el “nuevo” escenario de ubicación con el que se dejó, la metropoli. Mientras el autor sea más sensible en mayor medida a captar la diferencia, mayor será la extensión del relato. Ya depende de la capacidad del escritor para embellecer el relato.

Pero esta diferencia está escrita en los propios términos “metropolitanos”. En primer lugar con el código Europeo (lenguaje) que sirve como el medio para representar la realidad. También se encuentran las categorías mentales propias del autor, de los lugares donde reside (ciudad, región, país) y de Europa. Un ejemplo de esto es ver al “otro” siempre como inferior al estilo de bárbaro para los griegos y romanos. El sujeto utiliza las categorías para clasificar al ente (llamo ente a todo ser existente sea animado o no) en el saber Europeo. En síntesis: el individuo o sujeto describe al nuevo entorno y a sus entes en términos netamente subjetivos*. Considero que sería muy interesante realizar el esfuerzo de encontrar la diferencia y describirla también porque nunca se puede poseer. Propongo para este esfuerzo la deconstrucción.

El primer período en el que se sitúa este trabajo es el período virreinal. Llegaron al Perú en 1532 españoles que podríamos catalogarlos como “hombres de su tiempo”. Nacidos después de la expulsión de la presencia mora en la Reconquista, a estos hombres les interesaba conseguir nobleza (muy valorada en la sociedad) y obtener propiedades para poder vivir de las rentas. De esta manera, consiguieron encomiendas que consistieron en la cesión de indios (no de tierras) con capacidad de recibir un tributo en especies y de recurrir a su servicio personal. Más adelante el tributo en especie se convertirá en metálico y se abolirá el servicio.

Algunos de estos hombres se encargaron de relatar todo aquello que consideraran digno de ser escrito. Existieron tres tipos de escritura según su función: la procesal (en lo jurídico con características ondulares), la cortesana (corte muy cuidada y estilizada) y la bastardilla (la mezcla que utilizamos hasta ahora). Estos hombres escribieron sobre su llegada al Perú y el proceso de la conquista. También las peleas que hubieron entre los conquistadores. Entre estos tenemos al secretario de Francisco Pizarro apellidado Sancho o Pedro Pizarro.

Otros escribieron sobre los antiguos señores de la tierra a base del testimonio oral de los habitantes. Entre estos tenemos a Juan de Betanzos, Polo de Ondegardo, Antonio de Murúa, Sarmiento de Gamboa y el “príncipe de los cronistas” Cieza de León. La diferencia de ellos es su temática: Betanzos contó las historia de los gobernantes Incas y obtuvo información de primera mano puesto que se caso con una descendiente de los antiguos gobernantes cuzqueños. Polo de Ondegardo toco temas religiosos y rituales, es él quien señala la existencia de los ceques. Sarmiento de Gamboa recoge la información de los Incas durante el gobierno virreinal de Francisco de Toledo. Su misión era demostrar que los que gobernaron el Tawantinsuyu eran tiranos y por eso justificaban su conquista. El concepto de la tiranía proviene de una filosofía escolástica y desarrollada de manera moderna por Francisco de Suárez (el rey sometido al bien común) y Francisco de Marian (tiranicidio).

Otro tipo de estos escritores, llamados cronistas, fueron Bernabe Cobo y José de Acosta. Estos cronistas tocaron el tema geográfico y natural de una manera magistral. Es en ellos (y en Cieza de León por sus innumerables viajes y registros) dónde se puede estudiar de manera inmediata como fue concebido el entorno natural para los peninsulares. José de Acosta en su “Historia Natural y Moral de las Indias” tiene descripciones de la naturaleza y geografía pero trata de relacionar eso con valores Europeos. Tiene un sesgo civilizador para con los indios. Bernabé Cobo en el primer tomo de ” Historia del Nuevo Mundo” realiza un magistral y espectacular relato de cada una de las especies naturales (sean animales como plantas). Es en Cobo donde se puede empezar a realizar la deconstrucción.

Otras fuentes son las que se encuentran en los archivos como en el General de la Nación en la sección de Campesinado/Derecho Indígena en la cual se ve que en los procesos de los “indios” contra los encomenderos por tierras alegaban que sus chacaras eran usurpadas por los españoles para ubicar estancias (crianza de animales) y sementeras (sembrar nuevas plantas). Esos es interesante también porque la geografía se ve alterada de manera increíble. Si bien Noble D. Cook titula a la atroz caída demográfica como Catástrofe, también puede existir una “Catástrofe Geográfica”. En primer lugar se introdujeron animales que no existían. No habían pollos, vacas, chanchos, entre otros. Sus residuos fecales, solo por ejemplo, deben haber alterado de alguna manera la capa superior de la corteza (además de introducir microbios y con ello enfermedades). También se introdujeron nuevas plantas como la cebada y el trigo. Se instalaron el sistema de plantaciones con la caña de azúcar como abanderada. Esto modificó dramáticamente la geografía andina. Hay un parque en el Cuzco (frente a la iglesia de San Francisco) donde están todas las especies de árboles autóctonos. Pero esto no sólo quiero que quede como crítica. Alguien se imagina la sierra sin sus quesos o manjar blanco. Sin los panes como el chapla o las guaguas.

En el siglo XVIII comienzan a darse dos tipos de viajes diferentes: el primero realizado por el obispo Martínez Compañón y el otro por los expedicionarios que provenían de la Ilustración francesa. Martínez Compañón realizó una visita a todo su obispado (al igual que el Arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo). Lo importante y valioso es que dejó unas estampas que describen los distintos aspectos de la vida cotidiana. Se puede obtener información social, económica, pero también geográfica. Su sobrino, José Ignacio de Lecuanda, a partir de sus visitas creó un magnifico cuadro donde se detallan tanto como animales tipos de seres humanos en los bordes. Lo interesante es que se realiza en el centro un mapa. Durante las primeras dos centurias no se tienen registros de un mapa del territorio peruano (interior) como los que se tienen en el Virreinato de la Nueva España. Se dice que los Aztecas tenían la costumbre elaborar mapas mientras que los incas no. Y es cierto los Incas no realizaron dibujos geográficos pero una propuesta puede ser que el quipu también puede representar ceques como patrón de distribución espacial. Recomiendo ver el cuadro de Lecuanda.

El otro tipo de viajeros fueron los Ilustrados Europeos. Se realizaron viajes para realizar cálculos geodésicos, ubicar nuevas especies de plantas que sirvan para elaborar medicamentos y ubicarlos en la botica real. Acá es importante señalar el aporte del Perú en la quinina. La quinina se extrae de la cascarilla que proviene del árbol de la quina que permitió curar enfermedades europeas. Viajeros de este tipo fueron Alcides D’Orbigny, Amadeo Frezier, Ulloa y el celebérrimo alemán von Humboldt.

De este último se tienen importantes obras de carácter geográfico del continente americano (pero por qué no habló de los habitantes que habían? acaso no los consideraba importantes?). Von Humboldt no vino en labor científica ni como viajero, vino como enviado de la corona española para intentar solucionar el problema de las minas en América. Humboldt era un especialista en la minerología. Los Borbones intentaban tratar de extraer la mayor cantidad de recursos de sus colonias para eso implantaron una serie de reformas y buscaban implementar avances tecnológicos para incrementar la producción. Las reformas de los monarcas en la minería no llegaron a aplicarse.

El interés por la geografía no se daba de manera fortuita sino que se enmarcaba en un contexto de expansión imperialista impulsada por el libre mercado en países como Inglaterra y los recién creados Países Bajos. Estos buscaban quitar sus posiciones a España para introducir productos para obtener mayores recursos. Una descripción del entorno (que sacar) era importante. El ataque a España también se dio en el campo ideológico en la llamada “Leyenda Negra” donde se les condena de una masacre humana. El sustento fue los escritos del fraile Bartolomé de las Casas especialmente la “Brevísima Relación para la destrucción de las Indias”. La geografía sirvió como discurso para el expansionismo del capitalismo.

Estos viajeros sirvieron de base para el establecimiento y desarrollo de la filosofía ilustrada. Mediante la alteridad, el Europeo comenzó a ratificar su propia identidad. A mi parecer un científico importante es Carlos Linneo quien propuso una taxonomía aplicable a todos los seres vivos tanto a los animales como a las plantas. El europeo tenía ahora la posibilidad de poder nombrar a TODO lo existente mediante latinazgos. Es acá donde surgen las categorías de especie, género, entre otras de ese tipo.

Otro que se nutrió de estos conocimientos fue el conde de Buffon quien intentó demostrar la inferioridad del hombre americano respecto al europeo. El atribuyó esto al clima. El clima cienagoso, pantanoso, húmedo americano sólo podía producir seres del mismo tipo que ranas, mosquitos u otros que se establecen en este tipo de ambiente. La comparación clásica fue la del león, fuerte y rey de los animales, y el puma americano quien es más cobarde por NATURALEZA. Cornelio de Pauw sigue esta línea de la inferioridad del hombre americano pero ya lo lleva de manera extrema.

También existió un discurso opuesto a esto dirigido tanto por europeos como por americanos. El europeo más importante fue Voltaire en su obra “Cándido” quien atribuye a América características casi paradisíacas comparadas con un mundo de vicios en Europa. El protagonista se transporta a Paraguay donde vive en comunidad y en felicidad con los otros seres. También acá se ve el impacto que tuvo la presencia jesuítica en el Paraguay.

Los americanos que defendieron la condición del “hombre del nuevo mundo” fueron en Nueva España fueron Francisco Javier Clavijero y en el Perú Hipólito Unanue. Clavijero fue un jesuita quien tras la expulsión en el XVIII partió a Roma. Allí escribió mediante argumentación que la condición del americano era igual (incluso da indicios de superioridad) al europeo. Resaltó el pasado indígena, a los Aztecas. En el Perú el representante fue Hipólito Unanue en su libro “El clima de Lima”. El argumentó que el clima no influía de manera determinante y mostraba que los habitantes vivían en cultura y usanza a los europeos. Ambos destacan al americano, pero a que americano se refieren? Por supuesto que al criollo, el indio es una aberración con la que se tiene que vivir. Ver la situación del indio en el XIX y XX es una de las causas por las que definí mi vocación por la historia.

En este trabajo he tratado de relacionar la historia con la geografía. Se que también me he disgregado (ido por las ramas) en muchas ocasiones pero fue con la mejor intención. La idea con la que quiero que usted lector se quede es que la geografía tiene un discurso detrás que la constituye y la dirige en su tiempo. Dirige sus intereses y resulta beneficioso para quien se vale de ella. Lo hermoso sería que beneficie a la mayoría. El * radica en que la ciencia que a priori es totalmente objetiva también tiene un discurso. Por ejemplo las matemáticas es un sistema, una estructura que se levanta bajo dos axiomas. Si estos se demuestran que no son correctos se cae la matemática (creo que soy exagerado porque si se cae se reconstruye y se hace mejor (esto es la esencia del hombre pero lo ideal es hacerlo con humanidad)).

Para Brenda y los chicos de Geografía

Sigue leyendo

¡Es momento de hacer HISTORIA!

[Visto: 498 veces]

El presente artículo tiene como objetivo motivarlo a usted lector a realizar investigaciones, específicamente históricas, en estos tiempos. La investigación es una tarea vertebradora de la sociedad pues le permite abastecerla del manantial del conocimiento intoxicado por la cultura de masas caracterizados por una violencia y contenido sexual explícito. La Historia en cambio, funciona como la espada con la cual nos valemos para luchar contra el olvido y al final de una ardua batalla sin tregua que valga poder conocer nuestra esencia.

En este momento el Perú se encuentra viviendo una etapa de auge económico que permite la entrada de capitales externos. Estos capitales se pueden redistribuir al elevar los sueldos y generar obras públicas. Entre estas obras mejorar la biblioteca, mejorar el archivo y pagarles a los archiveros, etc. Estamos en un momento además de paz interna, donde tenemos acceso a distintos tipos de información casi de forma libre. Sólo se necesita en la mayoría una carta de presentación, una foto y un pago por un año. Podemos desplazarnos hacia los archivos regionales (que pese a todas las desgracias) podemos estudiarlos. Viajamos y tenemos casi la certeza de que volveremos (salvo que se caiga el bus). Hay carreteras, hay líneas de avión, ¡QUE ESPERAMOS PARA PONER NUESTRAS MANOS A LA OBRA!

Las fundaciones internacionales, organismos e institutos apoyan las nuevas investigaciones con importantes aportes monetarios. El apoyo consiste en dedicarse a la investigación exclusivamente. Los proyectos que te permite financiar el apoyo pueden catalogarse como de pequeña, mediana y gran escala. Desde iniciaciones en la investigación, tesis de licenciatura, maestría, doctorado y postdoctorado. Es cuestión de buscar y encontrar el apoyo necesario para la investigación que se piensa hacer. Para todo proyecto hay un buen apoyo (si es que se busca y se toca puertas).

Es importante el avance que se tiene en la catalogación de los archivos. Por ejemplo, el archivo de límites del Ministerio de Relaciones Exteriores ha sido catalogado en su totalidad. El Archivo Arzobispal ha avanzado bastante gracias al trabajo de la Dra. Laura Gutierrez y el Maestro Melecio. El Archivo General de la Nación tiene una sala de investigación bastante cómoda pero limitada por el sonido de los funcionarios que no comprenden nuestra función. El Archivo Histórico Riva Aguero dirigida por Ada Arrieta te brinda muchas facilidades, incluso virtuales (se puede escanear las fotos según el pixeleaje que se requiera). Hay mucho orden a la hora de realizar investigaciones. Incrementar éstas podría permitir que los legajos en vez de encontrarse en estado pasivo se dinamicen, se recurran a ellos, y en alguna manera no se puedan perder.

Las investigaciones no pueden edificarse como base las nubes. Constamos con trabajos bibliográficos, de fuentes secundarios o hechos por otros académicos resaltantes; muy copioso. Todos los temas han sido abordados tanto por intelectuales nacionales como extranjeros que nos han dejado importantes conclusiones que nos sirven de pauta para establecer nuevas ideas. Es fundamental antes de recurrir a un archivo hacer una estado de la cuestión – revisar lo que se ha dicho antes sobre el mismo tema – para así poder crear y no descubrir la pólvora. La biblioteca de la nación cuenta con muchos volúmenes importantes.

Una última razón es la facilidad que tenemos en estos momentos para recurrir a trabajos, revistas, artículos, reseñas, etc. hechas en el ámbito académico del “primer mundo”. Podemos manejar teoría importante, revisar obras artísticas. También es posible conseguir que los intelectuales puedan responder los correos sobre dudas nuestras, conceder entrevistas para coloquios, o incluso venir. Hay mucha facilidad y predisposición tanto de las universidades como de las personas.

Por todas estas razones, ¡Qué esperas, realiza investigaciones! Y para terminar este artículo parafraseando a Vallejo: Investigando, hay hermano mucho que hacer. Sigue leyendo

‘Intento’ de racionalizar el proceso de comunicación

[Visto: 622 veces]

El presente artículo tiene por cometido reflexionar acerca del proceso comunicativo escrito principalmente en libros de carácter literario y documentos históricos. Surge como conclusión al coloquio sobre Sujetos Coloniales realizados en la Pontificia Universidad Católica del Perú que tuvo como invitada distinguida a la Dra. Rolena Adorno. Este evento permitió el intercambio de preguntas a los intelectuales entre ellos Kenneth Mills.

Al final del evento se le dirigió una pregunta a la Dra. Adorno acerca de como hacer el proceso de estudio de Sujetos Coloniales Literarios a Sujetos Coloniales Históricos. Ella con mucha amabilidad, predisposición y consideración dio una interesante respuesta.

Señala ella que todo documento, sea oficial o no, se encuentra firmado por alguien. Este alguien que firma es un personaje historizable que escribe que destina su creación a un receptor específico (el rey, un corregidor, un encomendero, un intendente, etc). El receptor al leer el mensaje se hace con el poder de controlar el texto que ya no está en manos del escritor. En el escrito hay un intento de intencionalidad y demás tipos de modos, figuras que podrían ser consideradas como las que White propone (con mucho cuidado).

Este escritor pasa a ser un sujeto puesto que al leer su destinario u otra fuera quien fuera lo convierte en un sujeto que no puede controlar su lectura, su contenido, su texto. Ya no es dueño ni de sus ideas, ni de sus divagaciones, ni de sus interpretaciones, ni de nada. No escapa del lector. El lector subjetiviza al escritor al nivel que puede considerarse como sujeto literario y estudiarse siguiendo estos principios desde análisis filológicos hasta discursivos.

Si el escritor escribe sobre un determinado grupo como negros, chinos, criollos, indios, etc (sin ningún afán racista mi dominación). Lo que escritor hecho sujeto dirá son sus propias categorías, sus propios prejuicios, subjetividades, etc. El mulato no hablará, sino estará escrito lo que para el autor significa el mulato para el escritor-sujeto.

Se tiene que tener cuidado al tomar la fuente de manera literal. Se tiene que tener siempre en cuenta quien es el que firma y (hasta lo que se pueda) cual es su base ideológica detrás. El muy buen trabajo del Dr. Pedro Guibovich sobre la relación entre los libros y los indios destaca en la posesión de Jose Gabriel Condorcanqui la presencia de los Comentarios Reales. No podemos fiarnos de la fuente!

Este escritor que es un sujeto, condiciona el mensaje, lo apropio y lo modifica siguiendo sus propios criterios. Voy concordando un poco con Spivak de que el subalterno no habla, pero esto será motivo de otro articulo.

Se utilizará un ejemplo para ilustrar este aspecto. Si un visitador escribe en el acta de su viaje la existencia de 40 esclavos que se escaparon y describe las características de cada uno de ellos. Entonces este sujeto “transferirá” (en términos freudianos) a estos esclavos sus cargos, sus prejuicios, sus categorías negativas o positivas, etc. Del esclavo se sabrá realmente poco hasta que no se halla visto si tiene expedientes en los protocolos notariales, o en otros depositorios.

Siguiendo estos lineamientos y divagando un poco más acerca de esto, he podido llegar a cuatro situaciones donde el escritor-sujeto configura la realidad para representarla en palabras. De la misma manera de que todo ser reduce al código binario en los sistemas informáticos. Los cuatro casos son 1) El paisaje 2) El otro 3) Uno mismo 4) fantasía.

En el primer caso, el autor “destruye” la presencia real y la reduce en palabras que resulten inteligibles al lector. Pero esas palabras inteligibles no son la realidad sino una “destrucción” no destruida de una realidad con la ausencia de la diferencia propia del ente. El autor-sujeto selecciona para escribir una piedra que otra, un árbol en un lugar del otro, un monumento en lugar del otro. Por qué se da esto? Esto debe entenderse a partir de la ideología del autor-sujeto, que escribía, que leía, y como se desenvolvía.

En el segundo caso es donde aparece el Otro. Este momento a mi parecer es el más complicado de todos. Para hablar sobre el otro, en primer lugar, se necesita un medio, un entorno, donde poder dialogar. Seguido se debe asegurar que el canal sea propicio para la transmisión de las ondas sonoras y el código en el cual hablar. No es lo mismo conversar sobre un tema académico en un café o en una discoteca. Conversar en español-portugués o español-ruso. Dialogar en la biblioteca o en una tienda de caldo de gallina las 24 horas del día.

Siguiendo la línea, el receptor responderá a las interrogantes que se le haga pero no todo lo que TENGA que decir. Seleccionará su propia información,no lo dirá todo, pero en el mejor de los casos conseguirás su esencia. No lo dará todo sin que seleccionara la influencia por defecto. Éste es un primer filtro. El segundo filtro se desarrolla a la hora en la cual el oyente escucha. Inconscientemente discierne lo que es valioso y lo que no, lo que escribe o lo que graba. El tercer filtro se da a la hora de la elaboración del ensayo o texto, algunas cosas irán y otras no de acuerdo al lector a quien piensa dirigirse. El cuarto filtro lo hace el editor del trabajo para ver que va y que no. El último filtro lo hace el lector porque es él quien lee el artículo completo, la mitad, una oración, dos párrafos, etc. El autor es un sujeto que ya se deformó de acuerdo a las constantes manos que intervinieron.

El tercer caso es cuando un escritor habla de sí mismo. Al escribir sobre su propia vivencia, que no necesariamente es crítica, tiene la intención que el lector la reciba positivamente y tome alguna nota que le de un buen ejemplo. Pero el lector lo convierte en un sujeto que puede llegar a juzgarlo de distintas maneras.

El último caso es cuando se crea sobre las fantasías. Acá el autor saca todo su inconsciente y genera realidades alternativas, naves transgalácticas, retrocesos al primer instante de creación, un planeta de simios, etc. Acá el autor que se convierte en un sujeto que llega incluso a ser adorado como George Lucas con el Universo de Star Wars y su inmensidad de seguidores.

En el presente artículo, se pretendió rescatar la capacidad de agencia del lector a la hora de revisar distintos tipos de “artefactos” hechos por sujetos. Pero lo más importante es señalar la posición del espectador a la hora de ver los artefactos. Uno tiene la agencia de ponerse en el lugar que quiera para su estudio y de recurrir a sus propias capacidades para analizarlos.

Dedicado a Kenneth Mills Sigue leyendo