Rememora la Memoria

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La presente entrada surge por la conjunción de diversos factores. En primer lugar, debo el título a un grupo dentro de facebook que trata acerca del periodo de violencia interna. El segundo, la lectura del epílogo del libro Postguerra de Tony Judt (recomiendo encarecidamente la lectura de este trabajo). El último es la clase dictada por el profesor Iván Hinojosa en el curso que trata sobre corrientes historiográficas actuales. Estos factores se conjugan en una reflexión acerca de como “gestionar” la memoria que hemos heredado tras este cruento periodo. Para el desarrollo primero desarrollaré las ideas que tomo de Judt. Luego, las de Iván Hinojosa. Finalmente cierro con una reflexión en torno a rememorar la memoria.

Tony Judt en el epílogo del libro Postguerra toca el tema del holocausto. El autor lo enfoca desde el reconocimiento que tuvieron los países europeos sobre este lamentable episodio. Estos países participaron deportando judíos y en activa posición de discriminación. Dos ejemplos son Suiza y Holanda. Suiza permitió el ingreso de judíos en el territorio de su soberanía pero bajo la condición de que no trabajasen (eran mantenidos por otros judíos residentes con recursos suficientes para mantenerlos) y que sellasen su pasaporte con una J. Holanda se encargó de deportarlos al gobierno nazi y algunos participaron de manera pasiva en algunas instituciones de este régimen. Francia también los movilizó.

Lo interesante (y resaltante de esto) es que Europa genero un discurso donde se aceptaban las responsabilidades y se pedía las disculpas necesarias. Señala Judt que reconocer el holocausto era una condición necesaria para ser un país Europeo. Se dieron discursos oficiales donde se reconocía la responsabilidad. El ministro francés del gobierno de Jacques Chirac, Jean-Pierre Raffarin, señala “La France a parfois éte le complice de cette infamie. Elle a contracté una dette imprescriptible qui l’obligue [En ocasiones Francia fue cómplice de esta infamia. Ha contraído una deuda imprescriptible que deberá pagar]”. El canciller alemán Gerhard Schroder señaló durante la conmemoración de los sesenta años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz los siguiente: “la memoria de la guerra y del genocidio forma parte de nuestra vida. Nada cambiará ese hecho: forma parte de nuestra identidad”. El discurso ya estaba interiorizado en la estructura estatal; por tanto, oficial. Muestra de todo esto son las placas, monumentos, museos, etc. que se construyeron para dejar perennizado el error cometido en el pasado.

El autor es crítico acerca de la suma consideración que se le tiene al papel jugado por la memoria. Su argumento se centra en el rol trascendental que juega la historia. Señala que ésta fue el instrumento de recuerdo en los sentidos de paso del tiempo y estudio profesional del pasado. Dice Judt:

Es imposible recordarlo (los sucesos) tal como fue realmente; por su propia naturaleza, es susceptible de ser recordado tal como no fue. Frente a este desafío, la memoria se encuentra impotente. . El autor cita a Yosef hayim Yerushalmi

El historiador inglés considera que la nueva Europa (llena de signos y símbolos de su terrible pasado) seguirá estando siempre hipotecada a ese pasado. La transmisión del contenido reprobatorio y del objetivo moral tiene el requerimiento necesario de tener que ser enseñado de nuevo a cada generación. Termina con la mención de que la Unión Europea puede ser una respuesta a la historia pero no podrá sustituirla.

Traigo a consideración lo propuesto por Judt porque es una reflexión de como Europa digiere y configura su máximo episodio de violencia. Como trata de interiorizar eso sin la necesidad de ocultarlo. Lo que hace interesante su propuesta es que no se centra sólo en ensalzar la memoria y detallar los actos sucesivos del remordimiento europeo. Centra argumentos con los cuales edificar una historia, que a diferencia de la memoria, sea una sola.

Sobre este tema Ivan Hinojosa señala interesantes reflexiones. Señala que la memoria no es neutra, no es una base de datos, no es un software. La memoria reconstruye colectivos, recuerda personas en sucesos diversos, resalta circunstancia donde unos tienen mayor importancia. La memoria es una forma de ver los acontecimientos de alguna u otra manera. Adapta las circunstancias y produce sucesos colectivos, especialmente en momentos trágicos dónde se compromete la existencia de las personas. Unos experimentan social y colectivamente sucesos distintos. Importante es señalar que estas son mis apuntes de la clase.

Entonces, qué enseñanzas podemos tomar de la experiencia europea en nuestro país? Considero que lo señalado por Judt es muy importante y es a lo que debemos aspirar. En estos momentos, la historiografía peruana está centrada en intereses diversos que seguramente confluirán en los preparativos rumbo al bicentenario. Creo que la sociedad no se encuentra madura para aceptar las responsabilidades ocurridas y esto se ve reflejado en los ataques contra la Comisión de la Verdad y Reconciliación (el más grande esfuerzo para reconstruir este lamentable período). Además, las fuerzas armadas no han reconocido oficialmente su responsabilidad en la agresión. Todavía se consideran los agentes de la paz que velan por los intereses del país. El estado no ha indemnizado totalmente a las víctimas y los monumentos necesarios para garantizar la memoria no son suficientes (falta el museo para tener una exposición perenne). Hay monumentos como el “Ojo que llora” que lejos de representar algo es blanco de burlas como las del periódico Correo.

Pero lo más importante ya está: se cuenta con el archivo de la CVR a disposición de cualquier usuario en el edificio de la Defensoría del Pueblo que se encuentra frente a la Iglesia de San Pedro en el centro de Lima. Sólo se necesita una carta de presentación y un documento de identidad. Este recinto servirá para recoger diversos testimonios y construir, cuando haya la madurez necesario, la historia.

Considero de vital importancia la existencia de grupos como Rememora la Memoria porque sirven para concientizar a las personas sobre estos sucesos. La consigna es tratar de ser lo más imparcial para evitar cometer el facilismo de juzgar. Primero se tiene que entender (es lo más difícil). La memoria que heredamos formó colectividades pero no nacionales como las europeas. En el Perú las colectividades son internas y, para construir algo, se requiere la madurez de las partes para reconocer las responsabilidades. Una vez sucedido esto, nos sentamos felices para ver hacia donde vamos.

Como nota quiero dejar el comentario del Dr. Marco Curatola. Utiliza la figura de una tijera formada por la mano para explicar que cuando una sociedad genera mayores expectativas de vida (se levanta un dedo) de las que puede sostener (se queda el otro) se produce un vacío (entre los dos dedos) que será resuelto por medidas radicales (como un corte de la tijera) para tratar de equiparar estos dos factores. El estudio de la sociedad es clave para preguntarse porque se produjeron movimientos como los que conocemos.

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