Escueto análisis histórico-sociológico de la sociedad limeña

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El beneficio de estudiar historia es poder tener una perspectiva que te permite mirar hacia atrás. A mi parecer, esta mirada es correspondiente a la deconstrucción señalada por importantes intelectuales como Jacques Derrida. Utilizando una analogía, la deconstrucción funciona como quitar las piezas de lego en una construcción compleja. Este análisis es en cierto sentido arbitrario y tiende a no considerar la infinidad de variables que condicionan el presente.Como ejemplo de esto, propongo un análisis muy escueto de la sociedad limeña.

Actualmente, la sociedad se encuentra dividida bajo criterios económicos en cinco categorías según el nivel de ingreso. De esta manera se tienen los sectores A, B, C, D y E. Estos sectores tienen sus domicilios en sectores claramente definidos en la distribución urbana y tienen su “ámbito de desenvolvimiento social” claramente definido. Este no es excluyente porque las calles son vías públicas para todos los ciudadanos. Los criterios raciales están excluidos en la categorización social pero se encuentran presentes en calificativos despectivos contra algunas personas. Algunos señalan que el dinero produce un cierto tipo de blanqueamiento para los que ascienden a la élite.

En el siglo XIX, la sociedad limeña experimentó un período de transición importante. Surgió la república y en su transcurrir asignó como peruanos a todos los habitantes del naciente Perú. Es interesante ver los trabajos de Mark Thurner sobre la surgiente historia peruanista hecha por el español Sebastián Lorente profesor del colegio Guadalupe. Las personas recibieron la nacionalidad peruana pero se debatía quiénes recibían el término ciudadano. Quiénes elegían a las autoridades fue un tópico que concitó debates como los entablados por el religioso Bartolomé Herrera. La sociedad aún conservaba la división extrema entre una fuerte aristocracia y una sólida plebe.

En el siglo XVIII se le puede asignar a la sociedad el rótulo “Aristocracia y Plebe” que utiliza Alberto Flores Galindo como título de uno de sus grandes trabajos. La sociedad del XVIII era producto de un mestizaje de cerca doscientos años. La división es compleja puesto que incluye criterios de sociedad de castas, estamentos y clases. Sociedad de castas en lo referente a a la división entre españoles, indios y proveniente del África produjo una gama de “mezclas” (suena muy feo pero expresa la idea que pretendo señalar). Se produjeron grupos calificadas como chino, quarterón, quinterón, salta pa’ atras, no te entiendo, etc. Los estamentos permitían la existencia de tanto nobleza hispánica como indígena. La sociedad era compleja puesto que se daban casos que iban contra los criterios. Por ejemplo los kurakas. Eran indígenas pero considerados como españoles al ser parte de la nobleza natural. Tenían ciertos beneficios; así como colegios para su instrucción (Ej. El Príncipe en Lima).

Durante los siglos XVII y XVI, la sociedad estaba dividida en dos repúblicas claramente definidas: La Republica de Españoles que tenía su residencia en el damero de la actual ciudad. La República de Indios se localizaba en el actual Barrios Altos. Cada uno tenía sus propias parroquias y hospitales. La idea era evangelizar a la población indígena y hacerlos vivir en policía (cierta urbanidad que era el motivo de la concentración en reducciones planteadas por el virrey Toledo). El arribo de la población esclava africana complejizará aún más el tejido social.

En la época prehispánica la organización era estatal durante la existencia del Tawantinsuyu y antes, era una organización en jefaturas cuya cabeza era el curaca. Esto de acuerdo a la calificación propuesta por Kent Flannery.

El presente artículo tiene por objetivo ilustrar algunos puntos de la configuración social en distintos periodos de tiempo. Tiene carácter divulgativo.

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