Para papá

Cómo enamora un macho caliente
“Como parte de sus intrincados cortejos para atraer a las hembras, las libélulas machos utilizan alas especializadas para volar a altas velocidades. El cortejo demuestra a las hembras la calidad del macho y potencialmente la calidad del territorio que éste defiende”.
Los más calientes hacen mejor cortejo, defienden mejor su territorio y son los preferidos por las hembras, pero…
“Un ‘pelele’ se puede convertir en un ‘galán’ simplemente sentándose un rato bajo el sol. Y después puede volver a ser un ‘pelele’ simplemente porque su territorio quedó bajo la sombra…”

IV

Siempre me pregunté cómo hacía papá para que tanta golfa caiga. Empleo “golfa” en el mejor sentido del término. Papá las llamaría “zorras” que es un término que también acepto de buen agrado. Probablemente su táctica y estrategia eran las más adecuadas para el momento o para determinada mujer. Probablemente un beso de esos que tienen toda la química de las farmacias haría que cayeran rendidas en sus brazos y que se olviden de su quehaceres diarios, les animaba su parda vida. Papá les es daba vida.

Mi padre era lo que se llamaba un “pipieléctrico”. No discriminaba ni razas ni credos ni vínculos familiares o amicales. “Todas” esas caían rendidas a sus pies. Probablemente les entraba por la labia, figura de la que gocé un día cuando mi padre dijo de determinada mujer que era “fea”, pero la saludó galante y le preguntó por su hermosa vida. La mujer se derritió literalmente. Luego, solos, cuando le reproché por su actitud, se río y me palmoteó la cabeza. Él no entendía mi ingenuidad y yo no entendía su verdad.

Papá era un Casanova, imagino que hizo feliz a la mujer que disfrutó en su momento. Definitivamente hizo amarga la vida de mi madre, pero él y la otra fueron dichosos a su manera.

Papá tenía las manos cálidas, yo creo que ese era su atractivo.

V

¿Cuánto dura un viaje inaguantable?
Lo que dura tu mirada…

“Saborea este plato, míralo detenidamente que será la última vez que comas algo igual”…”!Ah! !Chalaca bandida,jajajaja! Esa era nuestra cómplice conversación de la que mi madre no era partícipe. Yo le presentaba un plato extraño, diferente, de receta…lo amenazaba graciosamente y él se reía… en verdad, yo jamás repetía el plato que preparaba. Buscaba las recetas más extravagantes, de nombres más curiosos y preparaba para él esa suculenta cena, que para ningún otro hombre he preparado. Así era nuestra noria; pero mi amenaza iba en serio y cuando él me pedía repetir la receta, yo le repetía seria que “nunca más iba a probar de ese plato”. Para mí era como una instalación de Arte, tenía que tener todo para ese momento irrepetible, perfecto.. era mi venganza y yo sabía dónde patear para que más le duela.
¿Por qué de mi venganza?… nunca me miraba a los ojos y yo solo podía leer a través de ellos.

VI

Partidario de lo que sea de ultra derecha, genocida, racista, mujeriego, abusivo, grosero, burlón, prejuicioso… no parece la descripción de un buen hombre y sin embargo lo era. Era perfeccionista en su trabajo, no mentía en lo que era su arte, respetaba los tratos y cumplía su palabra, excepto en el amor. Pinochetista a morir, le puso ese nefasto nombre a su perro. Yo no lo elegí ni él a mí. Quizá él quiso tener una hija diferente y yo, de hecho, quería tener otro padre.
Por no aceptarnos, él probablemente siguió buscando mujeres y yo sigo buscando padres.

Porque eras un viejo de… yo te digo basta y te doy un beso.

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