Termino esta mi saga de Solfatara con la tristeza de un amor roñoso. Aquel que no se da plenamente,aquel que ante la expectativa de lo que pudo ser, recula, se retrae, se amilana y nunca podrá ser pues nunca se concretará, pero ni siquiera se mantendrá en su carácter virtual porque el tiempo lo desleirá, el tiempo borrará el recuerdo del brillo en los ojos y suavemente se esfumará en el pasado.
Estos amores que nunca llegarán a fatales pertenecen a aquellos espíritus que se amilanan ante un beso de esos que valen por toda la química de la farmacia. Nunca llegarán a fatales porque para eso les falta audacia y estos se quedan en la puerta falsa. Estos roñosos emocionales suelen ser sujetos que se esconden detrás de sus libros, sus computadoras, sus compromisos. Nunca tendrán el tiempo para vivir la fantasía ni la aventura de una ola de pasión. No, nunca. Pasan por el mundo sin grandes tropezones, sin grandes resbalones, sin grandes patinadas. Nunca se caen pues no se atreven a correr. Sentados, mejor dicho apoltronados, esperan a que la vida pase enfrascados en “sus” disquisiciones filosóficas, políticas científicas, en fin, cualquier excusa para ellos es válida pues “su” tiempo es oro. Diletantes en el amor, llegan a la edad madura más solos, más melindrosos, más eventuales… nunca fijos.
Esos amores que no se dan plenos como un beso de esos que hacen olvidar el mundo y bajar la guardia, romper la lista negra de los enemigos, cruzar la vallas, los parques, las reglas, las distancias y los quehaceres.

Estos tristes amores de los que hablo se recuerdan tristemente; no con odio, pues ese hondo sentimiento es para la grandes pasiones, ni con alegría pues no dejaron nada. Estos amores se despiden con un “post”, con un correo, con un mensaje de texto, con un silencio. No hay tiempo para mirada contra mirada, estos amores roñosos no la resistirían.

No estoy sola, estoy conmigo. on Twitpic

No resistirían tampoco ver un atardecer con el sol ocultándose en el mar ni tampoco traerían piedrecitas en el bolsillo porque les pesaría el alma.
Como ves, me estoy despidiendo.


Por supuesto que esta última canción no es para los amores roñosos,no, no,no… es para los amores perros…de esos que nos hacen arañar las cortinas, salir por los techos y… de esos, en otro post.

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