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Vivencias propias

La Hora del Perú

El sábado 28 de Marzo hubo en mi casa una reunión familiar por el próximo matrimonio de una de mis primas más queridas. Entre risas y buenos consejos, alguien se percató que ya eran las ocho y media y decidimos apagar las luces. Era la hora del planeta, sesenta minutos sin luz por el bienestar de nuestra Tierra. Encendimos unas velas y seguimos nuestra amena conversación. A las nueve me asomé a la puerta de mi casa para ver como iba la cosa. Efectivamente vi algunas casas sin luz pero la gran mayoría estaban iluminadas incluyendo las calles por supuesto. Tal vez no les avisaron. O tal vez no les llego este simpático mensaje que días antes recibí en mi correo:

HORA PLANETA

La medida, más alla de si es efectiva o no, apuntaba a sensibilizar nuestras conciencias por el problema del calientamiento global. Un problema que nos involucra a todos. Aunque claro, como comenté en otro post creo que las posibilididades juegan en nuestra contra.

Asi como también juega en nuestra contra la posibilidad de obtener un buen resultado en el partido de hoy frente a Brasil. Pero como el ingenio peruano nunca se queda atrás, recibí también este chistosísimo mensaje que hace referencia al primero:

HORA BURGA

Y sin embargo como casi la mayoría creo, encenderé mi televisor resignado a ver a una de las peores selecciones nacionales enfrentando a un Brasil jugando de local y con todas las ganas de limpiar su imagen a punta de goles. Sinceramente no creo que me afecte la derrota. Ni siquiera si el marcador supera el histórico siete a cero que nos propinó ese mismo equipo en la copa américa del 97 cuando osamos llegar a cuartos de final sin merecerlo. Tampoco me afectará ver correr a nuestros jugadores detrás de las estrellas cariocas en busca de un autógrafo después del monumental papelón, porque valgan verdades es lo único valioso que podrán rescatar. Lo que si me afectará es la desgraciada imagen que estaremos proyectando al resto de nuestros vecinos. Sobre todo porque viajaré en unos días al extranjero. Me imagino la siguiente conversación:

Ey che, vos de donde sos?
Soy peruano y tu?
Soy argentino. Una lástima lo de tu equipo.
Si una pena, pero felizmente no vi el partido.
Noo, que va, como no vas a ver el partido.

No, no se cómo reaccionare. Tal vez baje la mirada lentamente y camine cabizbajo un buen trecho deseando que la próxima vez todo sea diferente.

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Días extraños

Hoy fue un día de lo más extraño. Todo empezó temprano…. o mejor todo empezó ayer. Porque el lunes llegó mi gran amigo Rafa desde Quito y no se diga más había que hacerle un agasajo como se merece. Para ello estuve haciendo las coordinaciones con Carlos y Jesús. Quedamos en encontrarnos en el cine Pacífico a las 7:30 pm y de ahí ir a comer al Tío Mario que es un restaurante muy agradable que queda en Barranco. Hasta aquí todo bien pero las cosas empezaron a complicarse cuando Rafa me llama y me dice que su reunión iba a demorar un poco más y que llegaría a las 8. Al minuto me llama Carlos para decirme que recién va salir de su departamento. Al otro minuto me llama Jesús y me dice que ya está llegando y que obviamente no iba a encontrar a nadie. Yo le digo que me espere 10 minutos. Lo encontré mirando el cielo y las chicas miraflorinas que siguen aprovechando los últimos rayos de sol.

JESUS

De ahí partimos a la casa de Carlos pero cuando estábamos a medio camino Carlos llama y nos dice que ya se encuentra cerca del cine Pacífico. O sea plop! Cambio de de planes, espéranos en el casino Atlantic City.

CarlosAtlantic

Luego de recoger a Carlos nos dirigimos con celeridad a buscar a Rafa pero yo que soy tan distraído confundí la Av. Paseo de la República con la Av. República de Panamá. Se parecen no?

renzog

Felizmente están cerca una de otra! La cosa es que tuvimos que dar un vueltón para finalmente recoger a Rafa en el edificio de la CAN. De ahí partimos al Tío Mario.

dondemario

Llegamos sin sobresaltos y pedimos una jarra de chica, una jarra de limonada, dos porciones de anticuchos y una parrillada.

Comida

El mozo por error nos trae pancita y nosotros entendimos que era de cortesía pero Jesús no lo creyó así. Así que un poco tímidos le preguntamos al mozo si la pancita era de cortesía y como nos dijo que no entonces la devolvimos no sin antes haberle dado un par de buenos mordiscos. La comida fue apacible.

Rafacomida

Rafa hablando de sus proyecto (buena Rafa!), Carlos siempre con sus comentarios lógicos y Jesús metiendo un poco de política, finanzas y flacas. Yo hablando de la bolsa (y de flacas también jaja). Rematamos la comida con una gaseosa de litro y medio de Inca Kola y 2 porciones de picarones. Estos últimos estaban para chuparse los dedos.

Dedo

Saliendo del local aprovechamos para recorrer un poco las calles de Barranco.

cuatro

Caminamos por el Puente de los Suspiros,

puentesuspiros

pasamos por un pequeño mercado de pulgas,

pulgas

y luego por el boulevard, para terminar entrando en La Noche. Miramos un buen rato, pero no había nada interesante así que emprendimos el camino de vuelta. Primero lo deje a Carlos y cuando iba a dejar a los demás Rafa nos invita un café en el Starbucks.

starbucks

Nuevamente a retomar la conversa en donde la dejamos. Jesús ánimo!, ya vienen tiempo mejores. El Rafa por otro lado muy contento por todo lo que le estaba pensando últimamente. Y yo algo preocupado porque tenía bastante trabajo acumulado. Después del café nos despedimos. Llegue a mi depa como a la 1 am, de aquí a preparar las alarmas y dormir.

Y empezó el largo día de hoy. Primero que nada levantarme. Quien quiere levantarse a las cinco de la mañana? Pero era necesario para cumplir con la implementación del ISO 9001 en mi empresa. Entonces llego a las siete y cincuenta con las pilas recargadas y a ponerme a trabajar. A las 8:00 am llegan las auditoras y me paran de cabeza. Fue una masacre anunciada. Me sentí mal el resto de la mañana. Siguió el trabajo duro hasta que llego un mail de mi hermana preguntándome si ya había comprado las entradas. Qué entradas? No! Las entradas de Oasis. Pucha, ahora que hago? Ni modo, tenía que aprovechar mi hora de almuerzo para ir a comprar las entradas al Ripley de Miraflores. Tome el carro y llegué rápido. Miraflores a medio día es otra, hay mucho comercio de ropa, muchos niños y señoras caminando por ahí. Donde venden las entradas para Oasis? En el tercer piso. En el tercer piso? Ok, gracias. Camine apurado, ojala que haya entradas. Entretanto iba sacando el mail de mi hermana. Si no hay entradas compra Roll with It. Ok entiendo comprare Roll with It. Señorita donde venden las entradas para Oasis? La señorita se ha ido a su refrigerio. Y a qué hora regresa? A las tres y media. Miro mi reloj, son las dos y media. Pucha, llamo a mi hermanita y le cuento todo. Ella me dice que no me preocupe que Ripley atiende hasta las once. Que amable se ha vuelto repentinamente pensé. Camine hacia el estacionamiento y vi que el joven a quien le había pedido que lave mi carro aun estaba por la mitad. Bueno esperare, total no creo que demore más de cinco minutos. Al cabo le di sus cinco soles y de regreso al martirio. Poco después de llegar me llama Carlos. Renzo, oye necesito un préstamo. Habla Carlos, de nuevo? Ok no te preocupes, vente a mi chamba a las siete. Listo te llamo antes de partir.

Y aquí empezamos otra vez. Cinco para las siete salgo tranquilamente de mi empresa y veo que la luz esta en rojo pero justo cambiando a verde. Vi que tenía tiempo para cruzar la pista de doble sentido por la que he transitado los últimos tres años. Camine la primera mitad rápido y me detuve. Mire hacia la derecha, vi que no venía ningún carro y di un paso. Solo fue un paso corto, lento, sin prisa. Un paso que pudo haber sido el último porque un carro, avanzando en contra piso mi pie izquierdo y siguió rápido, sin detenerse. Se detuvo poco antes del paso de cebra a esperar que pase el rojo. No sabía qué hacer. Esta indignado. El pie me dolía un poco pero era lo de menos. Y si hubiera pasado corriendo? Y si hubiera dado un paso más largo? Preguntas que quedaran sin respuestas, espero que para siempre.

Camine hacia mi carro y lo encendí. Llame a Carlos, no contestaba. Lo espere unos minutos y decidí ir a comprar las entradas en el Ripley de San Isidro. A medio camino Carlos me llama. Oe sorry, normalmente cuando camino apago mi celular. Bueno, lo que pasa es que estoy yendo al Ripley de San Isidro a comprar unas entradas para Oasis. Ah pucha, entonces mejor lo dejamos para mañana. Mira te parece que nos encontremos en tu depa más tarde? Ok, me llamas cuando llegues. Ok. Seguí avanzando por el tráfico insufrible de San Isidro a las siete de la noche. Llegue a Ripley y que creen? No había estacionamiento por ningún lado. Hum… que hago? Quiero cumplir con mi hermana. No creo que le pase nada al carro por unos minutos en la calle. Así que me estacione al lado de Ripley Joven en un lugar aparentemente seguro. Disculpe donde venden las entradas para el concierto de Oasis? Ah, en el sexto piso. Qué?? Sexto piso? Ala. Espero que la señorita no se haya ido al refrigerio al menos. Felizmente la cola era de una sola persona y pude comprar las entradas Roll with it. Uff, al fin.

Hora de ir a casita. Hum, las llaves…. dónde están las llaves del carro? Se me habrán caído? Camine despacio como suelo hace cuando estoy preocupado. No, no se me habían caído. Estaban dentro del carro! No las llegue a sacar. Ahora que hago? Pensé. Llamo a un cerrajero? No, donde voy a encontrar un cerrajero en San Isidro a las siete y media. Rompo una luna. Hum, es una opción pero mi papá podría molestarse. Tal vez me podrían traer un duplicado de la casa. Aló? Mamá me ha pasado esto y puedes buscar por favor un duplicado en la casa. Ya ok te llamo en quince minutos. A esperar entonces. Aló? Encontraste las llaves. No lo que pasa es que he dejado el carro en la calle y no quiero dejarlo. Ok, esperare entonces. A esperar otra vez. Elías por donde andas? Ya ok, mira bájate en las Begonias y camina cinco cuadras. Aló? Donde estas? Por Navarrete? No, no, camina hacia Ripley, te espero. Al fin. Vamos te llevo a que conozcas mi depa.

Oe este yogurt está mal. Cómo que mal? Si, prueba. Hum… parece no? Es que es yogurt natural. Oye y las llaves de carro? No sé, tú las tenías. Voy a buscarlas. Nada. Aquí están. Una sonrisa ilumino mi rostro. Ahora a dormir de este día tan pesado. Aló? Era mi hermana. Oye por qué compraste Roll with it? Es que eso era lo que decía tu correo. No, yo te dije que compres Supersonic y si no había que compres Roll with it. Y tenía razón. Pero también era cierto que yo era quién me había comido el tráfico de Miraflores y San Isidro, yo había tenido que caminar nueve pisos, comerme la cola, el sol del mediodía y el frío de la noche. No, no era justo que se moleste, así que me molesté. Era bastante para un día sobre todo porque era un problema que se podía solucionar. Después de un corta discusión corte. Pesado fue también el sueño. Parece que el yogurt que me tome al final no quiso que descanse bien. Al día siguiente amanecí muy cansado.

RG

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Cuidado con la placa PIK-042

Este post es para prevenirlos de lo que puede suceder cuando las autoridades toman a inexpertos conductores como choferes.

Hoy, una camioneta pickup de placa PIK-042, azul metálico me chocó. (20 de marzo)
Eran aproximadamente las 8:00am en el cruce de la calle Los membrillos con la Av. Javier Prado.- La Molina
(La calle Los membrillos es de doble sentido, una vía por carril)

Se acercan 2 motorizados por el carril opuesto (en contra) y entran a la avenida paralizando el tráfico de la Av. Javier Prado para que pueda pasar el auto y su resguardo. Dichos autos avanzaron por el carril opuesto (contra el trafico) para entrar a la Av. Javier Prado rapidamente.
Paso el auto sin problemas, pero el chofer de la camioneta de resguardo no se abrió lo suficiente y choco la parte delantera de mi auto, mi auto estaba primero en la fila para entrar a la avenida al momento que la camioneta giró, hundiendo la lata y malogrando la pintura. Su parachoques se trabo con mi auto, tuvo que retroceder y abrirse para poder pasar. El piloto y copiloto estaban al tanto de lo sucedido pero aún así camioneta siguió de largo.
Avance para estacionarme y no malograr más el tráfico, esperando que el conductor de la camioneta se bajase para verificar lo sucedido, pero no fue así, siguió de largo.
Los motorizados se percataron de lo sucedido, también hicieron caso omiso al tema. Ya no paré pues si un policía vió lo sucedido y no hizo caso, entendí que no habría otro que lo haría, al menos en ese momento y continué manejando muy decepcionada rumbo a mi trabajo.

Que lástima que las “autoridades” no hagan prevalecer su autoridad moral con los ciudadanos.

Ahora tengo que arreglar el daño de otros.

Esperemos que esto cambie algún día.
Cynthia Gutiérrez Medina
DNI: 41072276

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Un día en la comisaría de la Victoria

Hace algunos años como parte de nuestra preparación para la confirmación los hermanos de mi muy querido colegio La Salle nos obligaron a participar en un serie de obras sociales. Muchos recuerdos se me agolpan en la cabeza, que imagino serán motivo de otros post, pero el que me viene a la mente ahora es una anécdota que nos sucedió a Jorge Chocano y a mí. Como todos los sábados teníamos que estar puntuales en el colegio y de ahí tomar un micro hacia La Parada (Tacora) que era donde se encontraba la casa de las Hermanas de la Caridad.

Tacora

Entrámos asustados, bueno ya veníamos asustados desde hacía rato. En el trayecto no era difícil ver pirañas, rateros, fumones o mendigos. Muy cerca de la casa ví con asombro una pira de sandalias hechas con cuero de llantas. Era enorme, fácil alcanzaba una altura de dos metros. Más allá un mercado de frutas (imagínense el olor). Más allá gente caminando con el torso descubierto, algunos mostrando sus cicatrices de diversas peleas. Nada del otro mundo, solo una Lima que pocos conocen y menos aún se atreverían a conocer. Pero es la Lima de mucha gente.

Ni bien entrando a la casa preguntamos: “¿Ahora que hacemos?” No hubo respuestas. Hagan lo que su corazón les dice. Perdón? Que hiciéramos qué?. Felizmente estaban los hermanos para ayudarnos. Ustedes chicos vayan por allá y ustedes vengan para acá. Tomen escobas y trapeadores y a limpiar. Los otros vayan al segundo piso a lavar ropa. Los otros a dar de comer a la gente.
En verdad había mucho que hacer y pocas manos y además pequeñas. Barrimos, lavamos, limpiamos. En medio de todo un niño con hidrocefalia nos miraba, más allá un loco escupía al suelo y lo limpiaba, volvía a escupir y lo limpiaba. El chico estaba limpio, extrañamente limpio para un lugar así y no parecía pobre en su aspecto. Pero estaba ahí escupiendo y limpiando el piso durante horas.

HERMANACARIDAD

Poco antes de salir doy una última mirada. Un viejo nos hace un gesto de lejos, encierra su mano formando una O con los dedos y la mueve de arriba para abajo. Yo sonreí. No se me ocurría nada más a los 15 años. Con Jorge habíamos pedido permiso para salir unos minutos antes de la hora porque teníamos que hacer. No se nos ocurrió que seríamos los últimos en regresar.

Renzo: “Jorge, ¿sabes cómo regresar?”
Jorge: “Si normal, he visto varios carros que nos pueden llevar”

Caminamos de prisa y mirando a todos lados. No era para menos. Debíamos además esquivar la basura, al menos por unas cuadras hasta que al fin llegamos a un lugar más despejado.

Jorge: “Es por allá”
Renzo: “Ok, vamos”
Policía: “Señores, sus documentos”

¿Perdón? ¿Documentos? ¿Qué documentos?

Policía: “A ver señores sus documentos”
Jorge: “No tenemos documentos, somos menores de edad”
Policía: “Así que no tienen documentos”
Renzo: “No señor, venimos de la casa de la caridad, venimos de ayudar a los pobres”
Polícia: “Mendoza, estos no tiene documentos, súbelos”

Sin apenas darnos cuenta ya nos habían subido a un micro de color celeste y nos estaban llevando muy lentamente a la comisaría. En el camino subió mucha más gente, la mayoría de ellos trabajadores que habían olvidado sus documentos o simplemente no los tenían.
Eran épocas difíciles es cierto, tiempos del toque de queda, de los atentados en Tarata y Canal 2. Pero nosotros éramos chicos de 4to de secundaria. Era un atropello lo que estaban haciendo con nosotros! Pero como reclamar. Mi amigo Jorge estaba más o menos tranquilo. Yo también, como una lechuga casi. Pero me asustaba que mis padres no supieran en donde estaba y que no se fueran a preocupar al menos hasta las 6 de la tarde.

Al llegar a la comisaría nos bajaron, nos hicieron formar y nos pidieron que nos quitemos toda prenda de la cintura para arriba. Yo pensaba: “estos están locos, ¿acaso quieren vernos los tatuajes?” Poco a poco se acercaban, nos hacían mostrar los brazos y separaban a uno que otro. Había un tipo de unos 25 años, blanco, alto, bien vestido. “¿Qué miércoles hace aquí?” pensé. También fue separado del grupo.

Uno de los más muchachos más malandros y que también fue separado del grupo empezó a hacerse cortes en su brazo con un pedazo de metal. Yo lo miraba, su cuerpo entero estaba lleno de cicatrices en especial sus brazos. Y se estaba haciendo cortes sobre las cicatrices.

Renzo: “Jorge, mira”
Jorge: “Asu, qué hace”
Renzo: “Se esta cortando”
Jorge: “Lo que quiere es que lo lleven a un hospital para que no lo metan adentro” me dijo Jorge super canchero en estas lides.

Tombo: “Capi aquí este loco se ha cortado”
Capitán: “A ver”

El capitán se acerco rápido, miro al malandrín y lo pateó. “Así que te quieres pasar de vivo” Lo tiro al piso y lo volvió a patear. La sangre manchaba el piso y los lugares por donde pasaba el cuerpo del chico. Calculo que no tendría más de 20 años.

Capitán: “Mendoza quítele la ropa y lo revisa bien por si tiene escondido algo”
Tombo: “Si mi capitán”
Capitán “Y traiga limón para la herida y si no tiene limón échele ají para que se acuerde”
Tombo: “Si mi capitán”

Y lo desnudaron. El chico apenas ofreció resistencia. Estuvo así por un buen rato. Luego lo llevaron a una carceleta pequeña, le dieron sus ropa, se vistió, lo sacaron y no supe más de el.

Después de esto nos vestimos y nos tomaron los datos. Casi todos eran mayores excepto tres. Mi amigo, yo y un chico que vestía una chompa a cuadros de colores celeste y azul. Nos llevaron a la misma carceleta de 1 x 2 metros. Apenas cabíamos, pero me alegro porque eso significaba que nos veían como menores de edad. Yo ya estaba pensando que decirles a mis papás cuando nos den la oportunidad de llamarlos. Pero no paso así.

Capitán: “¿Y a ustedes quién los ha metido aquí?”
Jorge: “Nos pusieron aquí por ser menores de edad”
Capitán: “Mendoza, llévalos a la carceleta grande!”

La carceleta grande era el lugar en donde estaban todos los demás detenidos. Era oscuro, sucio, maloliente y estaba terriblemente tugurizado. No había donde sentarse. Y no solo por la gente. El piso estaba lleno de escupitajos y barro entre otras cosas. Yo pensaba que ojala no tenga ganas de ir al baño, porque si aquí es así como será allá. Al decir allá me refería aun lugar ubicado en un rincón, que no tenia ni puerta ni ventana, apenas cercado por un muro de 1 metro de altura en cuyo centro había un hueco oscuro. Ni hablar, busque un buen rato algún lugar despejado para sentarme hasta que encontré un espacio no tan sucio, apoye mis posaderas y cerré los ojos.

Jorge: “Renzo, que hacemos”
Renzo: “Hay que esperar, en algún momento nos dejaran hacer una llamada”
Jorge: “Pero hay que hacer algo, tengo miedo” Y mi amigo rompió a llorar
Renzo: “Tranquilo compadre, que aquí todos estamos igual, además la gente que esta aquí no son choros o delincuentes, solo son trabajadores que no tenían documentos y no nos van a hacer nada.”

Mire a mi alrededor, en realidad con esas caras fácil que la mayoría eran rateros, pero no podía hacer nada y tenía que animar a mi amigo.

El otro menor de edad se nos acerco. Durante nuestra corta permanencia en la carceleta chica conversamos un poco y nos habíamos conocido. En lo personal me caía bien. Uno puede darse cuenta cuando una persona es transparente y respetuosa.

Renzo: “¿Y tu que harás?”
Juan: “La verdad no se, en mi casa ya deben estar preocupados”
Renzo: “En mi caso no se van a preocupar hasta más tarde”
Jorge: “Pucha, ¿por qué no nos quedamos con los demás?”

En eso se acerca el capitán.

Capitán: “Muy bien señores, aquí tienen para 24 horas, pero si alguno quiere salir más rápido son solo 5 lucas”

Y se fue. Así no más, tranquilo, rápido, sin problemas, el tipo nos estaba coimeando. Y no teníamos que haber pasado una luz roja o entrar en contra por una calle. Nos coimeaba en el corazón de su comisaría, sin que se la caiga la cara de vergüenza. Yo a mis 15 años sencillamente no lo podía creer. Era el desplomé de todos mis valores sociales en un segundo.

Polis

Uno de los presos, porque eso éramos, empezó a pedir sencillo. “Por fa alguien no tiene 1 sol para completar?”, “Amigo, tengo 3 soles, es todo lo que tengo porfa, ayúdame con lo que puedas”

Por alguna extraña razón no se acerco a nosotros. Y mejor, porque nos hubiéramos muerto de miedo. La mayoría de los ahí presentes estaban muy sucios, algunos llenos de grasa. Me parece que muchos trabajaban en mecánicas o labores similares.

Renzo: “Jorge aquí tengo 10 soles”
Jorge: “Qué y por qué no me lo has dicho antes”
Renzo: “Lo que pasa es que si se lo decías al capi al toque fácil que se daban cuenta y me podían robar el billete, mejor acércate a la puerta y dile al tombo que llame al capi y le dices que 3 menores de edad x 10 soles”

Jorge volteo lentamente no tanto para mirar al tombo, si no para mirar a Juan. Sabía que no podíamos dejarlo aquí. Así que se armo de valor, se acerco al tombo y le dijo:

Jorge: “Jefe, puedes llamar a tu capitán”
Tombo: ” ¿Para qué chibolo?”
Jorge: “Es que tenemos aquí la plata para salir”
Tombo: “Ahora vengo”

Y se fue sin más. Ahora que lo veo en retrospectiva me da la impresión que el capi pidió muy poco. Pero también hay que tener en la cuenta que la mayoría era gente misia y bastante misia. Fácil que 5 soles era para ellos medio día de trabajo.

Capitán: “¿A ver cuánto tienes?”
Jorge: “Tenemos 10 soles que hemos juntado entre los tres”
Capitán: “A ver Mendoza, sácalos y llévalos a mi oficina”

El tombo abrió las rejas y nos sacó lentamente.

Tombo: “Vengan por acá”

Caminamos despacio, no era la gran caminata, eran solo 20 metros pero a nosotros nos pareció una maratón. Poco antes de llegar a la oficina del Capitán apareció otro oficial

Teniente: “Mendoza, a donde llevas a estos chicos”
Tombo: “A la oficina del capitán, Sr.”
Teniente: “Y ustedes que han hecho?”
Tombo: “Los levaron por no portar documentos Sr.”
Teniente: “Mendoza váyase a hacer sus cosas”
Tombo: “Como usted ordene teniente”

El tombo se fue raudo, mientras nosotros pensábamos que era nuestro fin. Aquí en persona estaba el mismísimo teniente! El mandamás de toda la comisaría.

Teniente: “Así que, ustedes son menores de edad”
Jorge: “Si, lo que pasa es que veníamos de prepararnos para nuestra confirmación y bueno no llevamos documentos y nos levaron”
Teniente: “Así que se están preparando para confirmarse. A ver dime los diez mandamientos”
Jorge: “Amarás a Dios sobre todos las cosas, no tomarás el nombre de Dios en vano, santificarás las fiestas, honrarás a tu padre y a tu madre, no matarás, no cometerás actos impuros, no robarás, no mentiras, no consentirás pensamientos ni deseos impuros, codiciaras los bienes ajenos”

Jorge estaba feliz, habíamos pasado la prueba, éramos libres! En eso el teniente se dirige a Juan.

Teniente: “A ver tu háblame de la Biblia”

Mierda! ahora si que nos van a meter presos. Juan no sabe absolutamente nada de la Biblia, es solo un pobre chico trabajador sin educación alguna, apenas habrá terminado el colegio. Ahora si que estamos en problemas. Nos van a descubrir e iremos a la cárcel para siempre!

Juan: “Bueno, la Biblia es la palabra de Dios escrita, tiene dos partes antiguo testamento y nuevo testamento. El antiguo testamento contiene toda la historia anterior a Jesús y es en alguna forma una preparación para el nuevo. El nuevo testamento contiene la vida de Jesús en los cuatro primeros libros que se llaman evangelios, están los evangelios según San Lucas, San Marcos, San Mateo y San Juan….”

Teniente: “Ok, ok, chicos váyanse nomás por allá es la salida y no se olviden de llevar sus documentos”

Nos miramos, miramos la salida, y empezamos a caminar no sin antes agradecer al Teniente por su atención. Ya veíamos la salida, yo en especial tenía hambre, empezaba a pensar en los sanguchones de Goyo en el colegio.

Tombo: “¿Oye tu, ya le pagaron al capi?”

Jorge se detuvo, en realidad era el que andaba más retrasado por un par de metros, no se por qué. Yo no llegué a escuchar la pregunta, solo recuerdo que cuando volteé no estaba ahí, lo vi un poco más allá conversando con el tombo. Seguí caminando, tal vez le estaba preguntando algún dato que se había olvidado. Salimos a la luz del sol. La gente pasaba como si nada hubiera sucedido.

Juan: “¿Esperamos a tu amigo?”
Renzo: “Si, de todas formas, no se por qué se demora”.
Juan: “¿Y si no lo dejan salir?”

Juan tenía razón, había que pensar en esa posibilidad. Era una terrible posibilidad, porque no quería dejar a mi amigo. Tal vez lo mejor en ese caso era llamar a mi casa primero y luego ver la manera de llamar a su casa. De repente Jorge asomó su cabeza por la puerta.

Renzo: “¿Jorge que pasó?”
Jorge: “El tombo me dijo que si le habíamos pagado al capitán”
Renzo: “¿Y que le dijiste?”
Jorge: “Le dije que tu ya le habías pagado”

Nos miramos, no pensamos y corrimos. Corrimos, corrimos, corrimos hasta que nos cansamos unas 15 cuadras más allá. No pensé que tuviera tanto físico. Después empezamos a trotar y luego a caminar.

Juan: “Amigos les invito a tomar un lonche”

Juan nos llevo por unas calles y pronto llegamos al lugar. El lugar era una carretilla donde servían emoliente, quaker y bizcochos. Aún no había llegado la era de la maca y la quinua. Nos presento a su prima que trabajaba con el y le explicó los pormenores del caso. En realidad fue uno de los lonches que más recuerdo. Algunos eventos unen mucho a la gente, este nos unió a nosotros. Poco después nos despedimos, intercambiamos teléfonos, solo por cordialidad.

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UN DÍA DE PLAYA

Ir a las playas del Sur de Lima en verano puede resultar una experiencia agradable siempre que tengas claro a dónde vas y lo que vas a hacer. Ir a la aventura puede resultar un verdadero dolor de cabeza como pude comprobarlo con unos amigos hace poco. En principio ibamos a ir a Santa María que es una agradable playa con pocas olas y arena limpia. Pero al final decidimos ir a Punta Hermosa que en realidad es un conjunto de playas (Cangrejo, El Bosque, Kontiki, La Bikini, La Escondida, La Revés, Playa Blanca, Punta Hermosa, Punta Negra, Punta Rocas, Pico Alto y Santa Rosa).

Después de muchos vericuetos y el paso obligado por una farmacia para socorrer a un amigo que se moría, llegamos a Playa Blanca

PLAYA BLANCA

No había ni poca gente ni mucha gente y las olas estaban bien especialmente para los surferos. Creo que ese día conte como 50 de ellos. Nuestro desfalleciente amigo por cierto se quedo dormido y tuvimos que taparlo.

CARLOS

No salió el sol pero hacía calor asi que después de un rato decidimos darnos unos cuantos chapuzones y revolcones. Me sorprendió ver a unos chiquillos de 7 u 8 años corriendo tras olas que les triplicaban de tamaño. A la hora que la barriga avisó fuimos a comer algo no sin antes tomarle una foto a este personaje que bautizamos como “MONJE HINDU”.

MONJE HINDU

En Punta Hermosa existen gran variedad de restaurantes y comida marina para todos los gustos. En el lugar a donde fuimos incluso vendía picarones. Lo único es que en el 2do piso costaban casi el doble (!). Cosas de nuestro país.

PICARONES

El retorno a Lima fue sin sobresaltos y tranquilo. Todos nos llevamos buenos recuerdos y con la idea de regresar pronto.

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Kenia

KENIA

La historia de Kenia es digna de ser contada. Kenia es una perrita que actualmente tiene 2 meses de nacida. Vino al mundo en medio del más absoluto silencio, creo que ni su mamá sabía lo que estaba pasando. En una noche de invierno, no especialmente fría, Pancha estaba jadeando y ladrando y nosotros no sabíamos por qué. Subimos, la encontre asustada, nerviosa, cansada. Para que se entienda mejor, Pancha es una pastor ovejero ingles, de esos perros con harto pelaje blanco grisáceo y una nariz enorme como de juguete. Es la mascota más tranquila que he conocido, apenas se mueve para acompañarte o jugar. Cuando le das algo en la boca se acerca lentamente y lo toma de tu mano despacio, como si no quisiera. Pero ese día estaba diferente, arisca, histérica podríamos decir. Simplemente no entendíamos que le pasaba pero parecía algo grave. Su corazón latía acelerado y nada la calmaba y así estaría por las siguientes 12 horas! Era la una de la madrugada. La subí a un sillón muy confortable que tenemos en la sala y ahí la acariciaba y trataba de tranquilizarla, pero nada. Estuve como 2 horas en el intento de saber que pasaba. Llamamos a varios veterinarios, pero nadie estaba disponible. Pensabamos llevarla de emergencia a San Fernando, pero era muy tarde asi que decidimos llevarla mañana en la mañana. A las 3 am el sueño fue más fuerte y me fui a dormir un poco. Desperte temprano, me fui a trabajar y me olvide del tema. A las dos de la tarde me llama mi hermana:

– No sabes!
– ¿Qué? Falleció Pancha!
– No, tonto, eres tío!
– ¿Qué?!!!
– Si tío!, alucina que la llevamos a un veterinario y el muy imbécil le dio un purgante. Como no se recuperaba la llevamos a otro veterinario y nos dijo que estaba preñada. Ahí mismo la atendió y dió a luz a una cria.
– ¿Y va a parir más?
– No, el veterinario nos dijo que no, la reviso y vió que no tenía más.
– Asu

Y asi nuestra familia incremento sorpresivamente su número. Como Pancha solo parió a una sola perrita decidimos quedárnosla. Es todo lo contrario de su mamá, juguetona, traviesa. Prometo colocar algunos videos… cuando sepa como hacerlo.

Saludos, RG

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La fotocopia más cara de mi vida

Fotocopiadora

– Renzo anda a sacar una fotocopia!
– No ma, no te pases, estoy cansado y tengo sueño, además por aquí cerca no sacan fotocopias.
– Si al frente del mercado hay una fotocopiadora.
– Pero está lejos!
– Tienes que ir es urgente!
– Ya, voy, dame la plata
– Agarra el sencillo que esta en la ventana

Por qué la gente necesita sacar fotocopias? No pueden simplemente ver el original y ya? Por qué tengo que vivir en un lugar tan aislado donde la fotocopiadora más cercana está a 10 cuadras de distancia! Y por qué no mandan a sacar fotocopias a uno de mis hermanos? Ya están grandes no? En fin, vamos.

– Disculpe, sacan fotocopias?
– Si
– Y cuanto están?
– Veinte céntimos
– Veinte céntimos??
– Si
– (Si?, este tipo esta loco)
– Bueno, sácame este DNI por favor.
– No hay hoja ahorita.
– Cómo que no tienen hoja?
– No hay hoja joven, se acaba de terminar.
– Pucha, es urgente, te puedo traer una hoja y me sacas la copia?
– Hum…si, normal
– Bueno

Como puede ser? O sea que encima que la fotocopiadora esta a diez cuadras de distancia y cobra carísimo por copia (al frente de la Cato esta S/. 0.05 por cara y no hablemos de San Marcos) además tengo que ir a comprar la hoja! Es el colmo.

– Buenas
– Buenas
– Tienes hojas A4
– Si
– Cuanto están?
– Diez céntimos
– Dame una por favor
– Tenga
– Gracias

Diez céntimos por una hora A4? Bueno, es que es una hoja porque si fueran cien sería menos, pero bueno, son solo diez céntimos.

– Hola, ya traje la hoja
– A ver
– Saca ambos lados del DNI por favor
– Ok pero son veinte céntimos por cara
– Que? O sea cuarenta céntimos en total?
– Si
– Pucha, es caro
– Asi cuesta
– Bueno, apurate porfa
– Ok

– Disculpa aquí tienes tu fotocopia
– Oye, pero esto esta borroso
– Si lo que pasa es que la fotocopiadora esta medio mal, pero hoy viene el técnico a verla
– (sin palabras, imaginense mi cara, no estaba molesto porque no suelo molestarme pero casi)
– Hummm…ok

– Má aqui tienes tu fotocopia, no sabes todo lo que he tenido que caminar
– Uy el chico ya se fue, pero dijo que volvería
– Noooooo! =)

RG


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