Lo que esta pasando en el ajedrez peruano es lamentable y como ajedrecista me siento profundamente decepcionado de la forma como se están manejando los hilos de la FDPA. Y no es que deje de aplaudir los éxitos infantiles y juveniles que seguramente para el ciudadano común no han pasado desapercibidos ni tampoco dejar de alegrarme por la gran cantidad de torneos que hay al menos para escolares pero debo dejar en claro que dichos logros se han forjado no gracias a la actual junta directiva si no a pesar de ella.
Pero cuando uno piensa que las cosas no podrían ir peor ocurre precisamente lo contrario y es lo que le ha sucedido a nuestro ya de por si maltratado equipo nacional. La selección de ajedrez de Perú acaba de perder a tres de sus principales figuras Julio Granda y Emilio Córdova en varones y Luciana Morales en damas. Las razones son simples: los dos primeros pidieron a la federación un apoyo económico y la tercera ofreció participar gratis e inclusive pagándose los pasajes pero omitió participar en el campeonato nacional femenino y por ende se quedo sin chances de representar al país.
A continuación adjunto la carta que Julio Granda publicó en en un diario local en la que se queja de los malos manejos de nuestra federación:
Valga la ocasión para aclarar las circunstancias que han propiciado mi declinación a participar en las olimpiadas de Ajedrez a celebrarse próximamente en Turquía.
En primer lugar, lamento muchísimo que así sea. Los entendidos podrán corroborar que luego de haber asistido a 10 olimpiadas de ajedrez, siempre he tenido la mejor disposición para representar a mi país, e incluso cuando más de una vez hubo problemas económicos para cumplir con los gastos básicos que implica una competencia de ese nivel, tuve el compromiso en asumir los gastos de mi propio bolsillo y así propiciar mi asistencia a un evento que es la máxima expresión ajedrecística en competencias por equipos en el mundo, siendo el ajedrez un juego básicamente individual.
Obviamente eso no se valora, porque o bien te toman de tonto o asumen con barato chauvinismo que hay que “poner el pecho” para representar al Perú y este es un tema que se presta a manipulación y no se analiza de una manera objetiva y sensata.
Una cosa es fomentar el deporte amateur para la sociedad y otra muy distinta es tener que competir a alto nivel y créanme que no es nada fácil y requiere más de lo que la gente se imagina.
La actual dirigencia de la Federación Deportiva Peruana de Ajedrez, cuya gestión he criticado públicamente por sus múltiples errores y torpezas, parece que ha buscado la ocasión vindicativa para, valiéndose de artimañas y triquiñuelas propias de quienes no practican la transparencia, sembrar una serie de falacias para hacerme quedar mal y, por ende, justificar mi exclusión del equipo olímpico peruano como una mala actitud de mi parte y no como lo que realmente es: una incapacidad dirigencial una vez más manifiesta y una falta de respeto a quienes con nuestro esfuerzo en el ajedrez pretendemos hacer de este un medio de vida.
Como tal vez algunos sepan, hace ya más de 5 años que soy residente en España, donde vivo con mi familia y mis ingresos económicos dependen básicamente de las competencias ajedrecísticas.
Lamentablemente, dada la severa crisis que atraviesa este país últimamente, las competencias cada vez son más escasas y los ingresos menguan, por lo que cuesta muchísimo hacer frente a los inevitables gastos que hay que afrontar todos los meses.
Aparte de estas circunstancias difíciles que me toca asumir, considero que un Gran Maestro de Ajedrez merece una remuneración económica especial por participar en una olimpiada de Ajedrez y así dignificar a los que con nuestro esfuerzo y capacidad representamos continuamente al Perú.
No olvidemos que tan solo somos 4 Grandes Maestros activos y los jóvenes valores que felizmente abundan en el Perú tendrán una positiva referencia de que llegar a Gran Maestro significa un trato preferente.
Una verdadera y consistente visión dirigencial implica cuidar toda la pirámide donde obviamente la cúspide tiene que ser tratada como su propia condición lo amerita.
Siento una compasión por aquellos que, cegados por sus limitaciones, no ven las cosas con amplitud y recurren en su miseria a artimañas para tratar de encubrir su mediocridad.
Discúlpenme, pero tengo que referirme al Dr. (Milton) Iturry que, valiéndose de las argucias que permite la maltrecha Ley del Deporte, ha encontrado en la dirigencia del ajedrez un ilícito medio de vida y, pese al repudio que su gestión conlleva, se aferra al cargo como si su vida dependiera de ello.
Lo curioso es que este señor, cuya felonía es más de una vez manifiesta, se atreve a denostarme valiéndose de argumentos sin consistencia. El IPD hace algunos años estableció una ayuda económica directa al deportista que se me hizo efectiva en la gestión del GM (Henry) Urday y que, ya siendo pequeña, renuncié a ella cuando sorpresivamente me la redujeron.
Cuando el Dr. Iturry asumió la dirigencia de la federación y habiendo el IPD aumentado significativamente la cantidad, Iturry en su gestión no hizo nada para gestionarla pese a que me correspondía, ya que no se puede negar que soy número uno del Perú por más de 25 años.
Fue la Dra. (Daisy) Zereceda quien, en un gesto que debo agradecer públicamente, tuvo el detalle de formalizar tal ayuda y efectivamente la estoy recibiendo desde entonces, aunque inicialmente solo se me otorgaba 1,000 soles mensuales.
Un día me pregunté por qué no se me daban los 1,500 soles que correspondían a los deportistas de alto nivel (en ese momento era campeón panamericano e iberoamericano). Una vez más, ante la total indiferencia de la federación que no cumplía con algo tan elemental como proteger a sus deportistas, me vi obligado por una cuestión de justicia a solicitar al IPD, presidido por el Ing. (Arturo) Woodman, a que se me asignara los 1,500 soles. A la verdad, tal cantidad que se agradece y que de ninguna manera desdeño no me cubre más que una semana de mis gastos básicos y que por una cuestión de dignidad renuncio irrevocablemente a ella.
En abril pasado se realizó el Campeonato Iberoamericano en Quito – Ecuador, donde como el mejor clasificado del ránking peruano era lógico que se me considerara. En realidad asistí porque el presidente de la Federación Española de Ajedrez se comunicó conmigo y me transmitió la inquietud del comité organizador ecuatoriano en que participara pagándome todos los gastos, inclusive el boleto aéreo desde España.
Por supuesto, Iturry jamás se comunicó antes conmigo y tuve la desagradable tarea de contactarme con este señor para oficializar mi asistencia, ya que su misión se ha convertido en un inevitable estorbo cuando a competencias oficiales se refiere. Por eso suena tan mendaz e hipócrita que ahora diga en alguna declaración que la federación se ha portado bien conmigo al nombrarme representante del Perú en tal competencia. ¡Vaya barbaridad! ¡Qué caro el precio que tengo que pagar al tener un dirigente tan inepto y desubicado! Debo también aclarar que no recibo un pasaje del IPD desde el 2010 justamente porque no lo solicito.
El 17 de mayo, y no en abril, como pregona la federación, el Ing. Boris Ascue me escribió para ver lo referente a mi concurrencia a las olimpiadas. Aunque debo reconocer que es un tema delicado y sabía que se podía prestar a arteras manipulaciones, tomé la valiente decisión de solicitar un requerimiento económico que no tengo reparos en decirlo: 1,000 euros.
Aún recuerdo la desagradable sensación que me produjo la inmediata réplica de Ascue: que solo podían ofrecerme 1,000 dólares. En realidad, considerando sumas más elevadas que otros países pagan a sus grandes maestros, yo solo buscaba un punto medio para propiciar mi asistencia porque consideré, ya que estoy viviendo en España, que con el teórico ahorro que hubiese significado un pasaje desde el Perú habría bastado para cumplir con mi requerimiento.
No es extraño interpretar por los ulteriores hechos que la federación nunca tuvo buenas intenciones ya que en su doble discurso por una parte aceptaba que había que pagar a los grandes maestros y por la otra nos denostaba públicamente como si fuera un delito cobrar por ejercer una actividad, por cierto, cada vez más sacrificada.
Un cordial saludo a todos
GM Julio Granda
Fuente: Diario 16
Posteriormente el mismo Julio hizo una aclaración mayor vía facebook:
Con todo respeto por la opinión de Deivy y los comentarios de muchos relativos a la participación del Perú en las Olimpíadas de Estambul, siento que es pertinente hacer un análisis de este tema que por lo sensible del mismo, corresponde tratarlo de una manera objetiva y acorde con la realidad peruana. El ajedrez en el Perú pese a su creciente popularidad y demostrado talento, lamentablemente no tiene ni ha tenido una organización que fomente torneos de cierta jerarquía donde los jóvenes valores puedan alternar con maestros internacionales y grandes maestros de quienes obviamente en el fragor de la competencia van a ir evolucionando hasta conseguir un nivel que les permita representar dignamente a nuestro país. Estoy refiriéndome básicamente a torneos absolutos porque si bien es muy positivo organizar competencias infantiles y juveniles, es imprescindible que toda esa pléyade de nuevos valores tengan un adecuado ámbito donde sigan desarrollándose. Desafortunadamente generar ese anhelado medio toma su tiempo y estamos muy lejos de alcanzarlo. Siendo el proceso de un ajedrecista largo, relativamente incierto y caro por los viajes que implica, son muy pocos los que con un especial talento y decisión superan esa barrera nacional y adquieren un nivel competitivo internacional. ¿ No es esto un mérito que merezca un trato deferente y bien remunerado que a la vez sirva de aliento a los que pretenden emularlos ? ¿O debemos seguir alimentando en un mundo cada vez más competitivo, la falacia de que no se debe remunerar a los que representan al Perú ? No caigamos en romanticismos y chauvinismos que si bien suenan bonito no se pueden sostener ante el peso de la realidad; si un deportista de alto nivel no hiciera de su deporte un medio de vida, no podría desarrollar todo su potencial por más ganas y entusiasmo que tuviera. El ajedrez está en una línea confusa ya que por una parte están los aficionados, los que están en el limbo y los grandes maestros. A diferencia de otros deportes,el ajedrez es muy democrático y todos podemos competir entre sí con las legítimas aspiraciones que ello implica, pero tratándose de la máxima competencia por equipos como es la Olimpíada Mundial de Ajedrez ¿ corresponde prescindir de los grandes maestros que viven exclusivamente del ajedrez competitivo como es mi caso, para reemplazarlos por jugadores que aún no están aptos para tan magno evento ? Por supuesto surgirán opiniones subjetivas a esta interrogante, sólo pretendo generar para el futuro un debate positivo donde prevalezcan los criterios técnicos y no se confundan las cosas, ya que de pronto pareciera que todos cultivan un compromiso y amor por el Perú como si fuera de su exclusividad, cuando se asume es un sentimiento implícito que genuinamente puedo decir he saboreado en más de 30 años representando internacionalmente al Perú. Me afecta especialmente no poder jugar la Olimpíada más aún por la manera cómo se han manejado las cosas donde claramente he visto vulnerada mi dignidad, pero prefiero haberme expuesto a tanta miseria humana que ser cómplice de situaciones que no comparto.
Esto es lo que respecta a Julio. Emilio no se ha pronunciado oficialmente pero imagino la opinión que debe tener. En cuanto a Luciana esto es lo que salió publicado hace pocos días:
Con tan solo 15 años la peruana Luciana Morales participó en la Olimpiada Mundial de Ajedrez 2002 que se llevó a cabo en Eslovenia. Cuatro años más tarde fue nada menos que la capitana de la delegación nacional que participó en la Olimpiada Mundial de Turín, en Italia.
Hoy, a sus 25 años, tiene merecidamente el título de Maestra Internacional otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Además, los torneos nacionales e internacionales que ha ganado a lo largo de su aún breve carrera deportiva le han permitido estudiar becada en la Universidad de Texas, en Estados Unidos.
Según la FIDE, actualmente Luciana ocupa el segundo lugar en el ranking nacional femenino. Solo es superada por la reconocida Deysi Cori, quien ostenta el título de Gran Maestra Internacional y que además ha sido campeona mundial juvenil en 2009 y 2011.
¿No resulta extraño que esta joven trebejista, la segunda mujer mejor ubicada a nivel nacional y con experiencia internacional, quede fuera de la lista de peruanos que nos representarán en la Olimpiada Mundial de Ajedrez 2012?
NO LA TOMAN EN CUENTA
En febrero de este año Luciana se comunicó con el presidente de la Federación Deportiva Peruana de Ajedrez (FDPA), Milton Iturry, para decirle que la tomara en cuenta para la Olimpiada Mundial que se desarrollará en Turquía a partir del próximo lunes 27 de agosto.
Tres meses después, la FDPA hizo pública las bases clasificatorias para dicho torneo donde los Grandes Maestros Internacionales Julio Granda, Emilio Córdova, Jorge Cori, y la Gran Maestra Internacional Deysi Cori, aparecían como “deportistas designados de manera directa” en el evento internacional. Inexplicablemente Luciana no apareció en esa lista.
Al enterarse que no había sido considerada, la ajedrecista se comunicó desde Estados Unidos con el dirigente de la FDPA, Boris Ascue, quien es el coordinador general para el torneo en Turquía y, que además, ha sido designado capitán de la delegación peruana.
La madre de Luciana, la señora Tula Mendoza, reveló a diario16 que Ascue le dijo a su hija que podía viajar a la Olimpiada Mundial “como intérprete” (porque estudia en EEUU y sabe inglés) o, en todo caso, para “pasear”.
En el mes de junio, Luciana le envió un correo al presidente de la FDPA, Milton Iturry, comunicándole que había conseguido un auspicio con el cual podía financiar el pasaje de US$ 1.100 desde Estados Unidos, lugar donde reside, hacia Turquía, y así ahorrarle el viaje al Instituto Peruano del Deporte (IPD).
Si bien resulta incomprensible que la propia ajedrecista haya tenido que buscar el dinero para pagar su viaje y que su federación, la que debería hacer todos los esfuerzos necesarios para que ese tipo de cosas no sucedan, lo concreto es que el IPD, que financia los pasajes para el viaje a Turquía, se iba a ahorrar uno. En otras palabras, Luciana le estaba ahorrando dinero al Estado y a pesar de eso no la consideraron para el campeonato internacional.
LOS VIAJEROS
Según un documento al que tuvo acceso diario16, en total son 13 personas las que viajarían a la Olimpiada Mundial en Turquía. Diez de ellos son los ajedrecistas que nos representarán (cinco hombres y cinco mujeres) y los tres restantes son dirigentes.
Al final de esa lista también aparece el nombre de Luciana, como si lo hubiesen colocado a última hora. Según nos dijeron, ese documento es la solicitud de visa que envió la FDPA para ingresar al país europeo.
Las cinco participantes femeninas son: Deysi Cori (#1 a nivel nacional), Ingrid Aliaga (#3), Ann Chumpitaz (#4), Cecilia Casusol (#6) y Vanessa Sánchez (#11). Es inexplicable que Luciana (#2), quien consiguió el dinero para pagar el viaje a Turquía, no participe del torneo. ¿Por qué la FDPA no deja que vaya a la olimpiada?
“No hay razón técnica para descartarla por ser segunda fuerza, y tampoco desde el punto de vista económico porque el precio del boleto de Texas a Turquía es casi la mitad del precio de lo que cuesta desde Lima”, sentencia la madre de Luciana tras señalar que la estadía y la alimentación de todas las delegaciones es cubierta por el organizador del evento.
Pero hay otro cuestionamiento: ¿Es necesario que viajen a Turquía el titular de la FDPA, Milton Iturry, el dirigente Boris Ascue, y la también dirigente Norah Palomares? La señora Mendoza nos asegura que no.
Incluso nos cuenta que en anteriores olimpiadas no han asistido las autoridades de la federación porque quien se encargaba de cualquier trámite que surgiera durante el periplo era el Gran Maestro Internacional Julio Granda. ¿Cuál es, entonces, el afán de la federación de querer pagar 13 pasajes aéreos a Europa? Si uno de los dirigentes dejara de asistir a la olimpiada, podrían lograr un cupo más para Granda, quien no participará porque la FDPA no le quiso dar un apoyo económico adicional que no estaba considerado en el presupuesto.
La promesa de Iturry
A menos de una semana para que empiece la olimpiada, los padres de Luciana aún confían en que ella pueda ser incluida y participar del torneo internacional.
“Ella es Maestra Internacional y la olimpiada es una posibilidad para que pueda convertirse en Gran Maestra Internacional”, señala Tula Mendoza, madre de la joven trebejista.
Luego de que Luciana le confirmara al presidente de la FDPA, Milton Iturry, que contaba con el dinero para pagar su pasaje hacia Turquía, este nunca le respondió. Por esa razón, la señora Mendoza fue a buscar al dirigente para reclamarle.
“La inscribimos primero como entrenadora, que primero entre a la fiesta y luego le cambio el estatus a jugadora”, fue la promesa que le hizo Iturry. Incluso el dirigente le envió su carta de invitación para que gestione desde Estados Unidos su visa a Turquía.
Sin embargo, el 8 de agosto se enteraron que la FDPA ya había gestionado los cinco pasajes de las ajedrecistas sin incluir a su hija. “¿Si viajan las cinco chicas y solo cuatro juegan porque una es suplente, mi hija para qué va a viajar, acaso va a jugar?”, se pregunta Mendoza.
Hoy, la joven Luciana tendría que desembolsar casi US$ 1.800 para viajar a la olimpiada porque el pasaje a Turquía, según nos cuenta su madre, ha subido en comparación con junio que costaba US$ 1.100.
Pero lo más importante para ella es que algún dirigente le garantice que si viaja al torneo va a poder jugar. Algo difícil luego de que la federación inscriba en el torneo a otras chicas.
EL DATO
Los cinco participantes masculinos son: Jorge Cori (#5 a nivel nacional), Marco Pacheco (#12), Deivy Vera (#15), Giuseppe Leiva (#20) y David Rojas (#100). Por presunta falta de dinero los Grandes Maestros Internacionales Julio Granda (#1) y Emilio Córdova (#2) no participarán de la olimpiada.
Fuente: Diario 16
La FDPA con su actuación ha pecado de una pésima comunicación y sobre todo maltrato hacia las principales figuras de nuestro ajedrez aunque legalmente tal vez haya cumplido a pie juntillas su reglamento que por cierto debería ser revisado pero lo que más me preocupa es la poca voluntad para intentar armar un equipo competitivo sobre todo teniendo las figuras que actualmente tenemos. El equipo nacional debería ser la principal prioridad y el campeonato nacional el mejor evento posible pero esto no lo entiende la junta directiva actual o a menos parece no demostrarlo.
En parte todo esto sucede porque son las ligas, débiles y casi inexistentes, las que eligen al presidente y esto es algo que debería cambiar. Los que deben elegir al presidente son los mismos jugadores rankeados porque son ellos los más interesados en que la federación y no solo la de ajedrez vaya mejor. Pero hacerle entender esto al congreso es bastante difícil aunque todavía no pierdo las esperanzas.
De todos modos a pesar de la situación tan precaria espero que el equipo peruano tenga una actuación al menos decorosa y que nuestra dirigencia algún día mejore en calidad y honestidad.
Saludos cordiales, Renzo