patati.<aim. pataat’i <pata ‘poyo, grada’+?surf. enf. –ti; ⊆ con esp. petate (‘patajagua, poyo de piedra’). NOTA: Hay una razón para que conectemos patati con petate y no el mero capricho que podría derivarse del parecido de dos palabras en nuestras investigaciones. Dice Bertonio (1612) en su extraordinario Vocabulario de la lengua aymara: “pataatti: poyo grande para dormir o para comer las bestias, pesebre” y añade en la misma entrada: “cama hecha, con mucho hicho, aunque no sea poyo de adobes, o piedras”. Sin discusión.La primera vez que aparece petate (< nahua petlal ‘estera’), como tal y no a través de la proyección en otra lengua, en el CORDE es un texto peruano: “me regaló el Eri del partido de Mataoae un petate de once varas, el que trajo un criado suio” (Rodriguez, Máximo: Relación diaria que hizo el intérprete Máximo Rodríguez de la ysla de Amat, alias Otagiti…,1774-1776), pero no se refiere a una cama, sino a un tejido común de palma, cosa que se aclara cuando añade: “Me regalaron varias mantas y un petate fino”. Y la primera documentación conocida es de 1531, en narración referente a Culiacán (Méjico), como señala Corominas. pero en el texto de Bertonio ya tenemos su influencia.
Calvo Pérez, Julio (2014). Diccionario etimológico de palabras del Perú. Lima: Universidad Ricardo Palma.