Va el Pronunciamiento del recientemente celebrado Foro Unión Europea, América Latina y el Caribe sobre “Las políticas fiscales en tiempo de crisis: volatilidad, cohesión social y economía política de las reformas”.
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Vulnerabilidad de sistemas tributarios condiciona políticas fiscales para enfrentar crisis
Ecuador, Panamá, México y Bolivia son los más afectados en su capacidad de recaudar impuestos para financiar políticas anticíclicas.
La política fiscal es la más indicada para enfrentar la actual crisis, pero es la más difícil de implementar ya que depende del espacio macroeconómico y desarrollo institucional con que cuentan los países, señaló la Secretaria Ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, durante el Foro Unión Europea, América Latina y el Caribe abierto hoy en Montevideo.
El foro “Las políticas fiscales en tiempo de crisis: volatilidad, cohesión social y economía política de las reformas”, que se realiza el 19 y 20 de mayo, fue convocado por los gobiernos de Uruguay y Alemania, con el apoyo técnico de la CEPAL y la Agencia de Cooperación Alemana GTZ. En la inauguración participaron Alicia Bárcena; Álvaro García, Ministro de Economía y Finanzas del Uruguay; Dorothee Fiedler, Directora de Asuntos de América Latina del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania; Stepán Zajac, Embajador de la República Checa en la Argentina y Hans Eichel, Diputado del Parlamento Alemán, ex Ministro de Finanzas de Alemania.
El Ministro García relevó la importancia y oportunidad del tema de la reunión para Uruguay. Por otra parte, Uruguay y CEPAL, firmaron un convenio de colaboración técnica.
En su presentación, Alicia Bárcena afirmó que “Reducir impuestos es más fácil pero menos efectivo, porque el aumento del ingreso privado que implica no necesariamente se va a transformar en más gasto privado. Lo más probable es que una parte importante se ahorre. Aumentar el gasto es más efectivo, aunque no siempre los países tienen proyectos ya evaluados y listos para implementar rápidamente”.
CEPAL presentó dos documentos donde se alerta sobre la posibilidad de que el espacio fiscal conseguido en los últimos años se seguirá reduciendo si la crisis internacional no mejora.
Esto agudizará las tensiones al interior de los países. Por ejemplo, entre preservar la sostenibilidad de la deuda pública y aliviar los efectos sociales y financieros de la crisis; entre proteger la liquidez del sistema de pagos y mantener las reservas internacionales y la inflación bajo control; y entre subsidiar sectores expuestos a la crisis internacional y recurrir al proteccionismo.
En Crisis, volatilidad, ciclo y política fiscal en América Latina, Juan Pablo Jiménez y José María Fanelli plantean que los gobiernos enfrentan duros desafíos macroeconómicos, particularmente en relación con la política fiscal y su rol estabilizador.
Existe preocupación por identificar iniciativas eficaces para amortiguar los efectos macroeconómicos de la crisis, que este documento clasifica de dos maneras: choques exógenos de comercio, e interrupciones súbitas (sudden stop) en los flujos de capital.
Los flujos de capital se deterioraron, varios países tuvieron que hacer uso de sus reservas, y el nivel de actividad está cayendo. Según estimaciones de la CEPAL Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela están sufriendo un choque comercial, mientras que Argentina está muy cerca de padecerlo. Si bien Brasil parece estar más cubierto con respecto a los efectos comerciales, se encuentra bajo los efectos de una interrupción brusca de capitales, al igual que Perú, afirman.
Estos hechos sugieren que las restricciones que enfrentará la política fiscal se agravarán. Por una parte, se reducen los ingresos fiscales, ya sea por la caída en el nivel de actividad de la mano de las exportaciones, o por la disminución del precio internacional de los recursos naturales. Por otra parte, el acceso a financiamiento voluntario en los mercados se dificulta y puede incluso tornarse negativo.
En El papel de la política tributaria frente a la crisis global: Consecuencias y perspectivas, Juan Pablo Jiménez y Juan C. Gómez Sabaini señalan que la envergadura del impacto fiscal que sufra cada país dependerá de sus características económicas pero también de sus sistemas tributarios: de la estructura, el nivel de recaudación y las diversas fuentes de financiamiento utilizadas.
Los autores elaboran un índice del grado de exposición de la capacidad recaudatoria de cada país ante la crisis, y analizan el efecto de distintos factores macroeconómicos sobre los ingresos fiscales. Estos son: importancia de los recursos naturales, nivel de presión tributaria, relevancia de los ingresos por concepto de importaciones, importancia del IVA, seguridad social y renta.
Ecuador, Panamá, México y Bolivia son los países más expuestos, por su alta dependencia de los ingresos por explotación de recursos naturales, bajo nivel de carga tributaria y peso significativo del impuesto a las importaciones en los recursos tributarios (con excepción de México). Ecuador es lejos el país más expuesto, con un índice de 91/100, mientras que el promedio de la región se ubica en torno a 49/100. A modo de referencia, el coeficiente de los países de la OCDE es de 14/100.
Los países de exposición media son Venezuela, Paraguay, Chile, Colombia, República Dominicana, Guatemala y El Salvador. Los países de menor exposición de la capacidad recaudatoria son Costa Rica, Uruguay, Nicaragua, Perú, Argentina y Brasil.
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