Estimados blogueros:
A continuación una interesantísima entrevista al historiador Teodoro Hampe Martínez, realizada por Raúl Mendoza Cánepa para el Diario El Comercio sobre la búsqueda del probable entierro de la Momia de Pachacutec –y otros incas- en Barrios Altos (Lima). Cabe recordar que actualmente el arqueólogo francés Thierry Jamin cree haber encontrado la tumba de Pachacútec en Machu Picchu.
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Por: Raúl Mendoza Cánepa
Se sabe que hacia 1560, el virrey Marqués de Cañete ordenó depositar en el Real Hospital de San Andrés, en la octava cuadra del jirón Huallaga, las momias embalsamadas de tres o cuatro incas que habían sido recogidas en el Cusco. Al parecer, llegaron a Lima: Viracocha, Huayna Cápac, la coya Mama Ocllo y Pachacútec.
¿Usted qué opina sobre Thierry Jamin, el investigador francés que dice que la momia de Pachacútec se encontraría en Machu Picchu?
Conozco su propuesta solamente por referencias de prensa. Yo coincido con la opinión de los expertos de la Dirección Regional de Cultura del Cusco, en el sentido de que la momia no se halla bajo los recintos pétreos.
Se ha detectado escaleras interiores y metales…
He visto que las pruebas del radar penetrante del suelo han arrojado la existencia de cavidades, escaleras interiores y metales no ferrosos.
Si no es la momia, ¿qué es?
Podría ser el sitio de enterramiento de su panaca, el Hatun Ayllu.
¿Polo de Ondegardo envió la momia a Lima?
Es una versión que corre escrita desde las crónicas del siglo XVI y que ha sido retomada por numerosos investigadores peruanos y extranjeros.
Si bien el informe de sus actividades se ha perdido, está claro que en un lapso relativamente breve, habría descubierto y confiscado casi todas las momias de los difuntos soberanos incas. El corregidor enterraría secretamente a muchas de las momias en el Cusco, para evitar que los cuerpos fueran exhumados y entregados a la “idolatría” de los nativos. Pero Ondegardo reservó las momias que estaban mejorpreservadas, o eran objeto de mayor veneración, y las envió a Lima, para que fueran vistas por el virrey y allegados de la corte virreinal.
José de Acosta la describió…
Vio la momia de Pachacútec cuando se hallaba expuesta en el Real Hospital de San Andrés, y la describe de esta manera: «Estaba el cuerpo tan entero y bien aderezado con cierto betún, que parecía vivo. Los ojos tenían hechos de una telilla de oro, tan bien puestos que no le hacían falta los naturales, y tenía en la cabeza una pedrada que le dieron en cierta guerra. Estaba cano y no le faltaba cabello, como si muriera aquel mismo día, habiendo más de sesenta u ochenta años que había muerto…»
Pero ya José de la Riva Agüero hizo una excavación y no halló nada.
Su excavación se concentró en un lugar a mi parecer equivocado: la cripta debajo de la capilla del Hospital de San Andrés. Los incas eran paganos y no merecían ser inhumados en ese recinto cristiano.
¿La diferencia es un radar?
La diferencia está en la tecnología más avanzada de nuestra época y en la noción de que los incas fueron ubicados presuntamente en un “corral” o patio del viejo Hospital de San Andrés, tal como relatan las crónicas de la época temprana colonial. Es bastante probable que el entierro de los incas en Lima haya permanecido intacto a través de los siglos, ya que la estructura del claustro principal de San Andrés y sus patios adyacentes no ha sido alterada.
¿No debería haber señales?
Se trata, aparentemente, de la inhumación de tres incas y dos coyas o reinas. Sin embargo, todo se llevó a cabo con bastante sigilo.
¿Qué se ha encontrado?
La investigación en los predios del antiguo Hospital de San Andrés se inició en agosto del 2001, con un equipo de profesionales peruanos y norteamericanos, bajo los auspicios de la National Geographic Society.
El proyecto fue debidamente autorizado por el INC. Con la ayuda de un instrumento no destructivo, el radar penetrante del suelo, se logró identificar unas 50 anomalías diferentes, de variados tamaños y profundidades, bajo la superficie de este monumento El informe técnico de las excavaciones arqueológicas realizadas entre julio y octubre de 2005 en San Andrés se encuentra en poder del Ministerio de Cultura (antes INC). Si bien no aparecieron las codiciadas momias de los incas, se abrió una serie de bóvedas, pisos y conductos subterráneos, de donde se extrajo una buena colección de ceramios, metales y huesos.
¿Siente que Pachacútec podría estar ahí en Barrios Altos?
Nadie ha podido certificar que las cuerpos de los soberanos incas fueran destruidos, quemados o removidos de allí después de su “desaparición” en el siglo XVII. La actitud propia del científico acucioso debe ser el escepticismo metódico y razonado.
Habrá que agotar todas las vías. De todos modos, mi objetivo es también hacer saber públicamente que San Andrés es un verdadero santuario inca en la ciudad de Lima.
1 Comentario
Interesantísimo artículo, el ilustre historiador Teodoro Hampe Martinez, ya falleció, quien continuará su investigación?