¿CUÁL IGLESIA CATÓLICA? A propósito de las prohibiciones al padre Gastón Garatea

Estimados blogueros:

Muchos estamos dolidos por la situación en la que la Arquidiocesis de Lima ha puesto al padre Garatea, al quitarle las licencias eclesiales. El dolor es mayor para quienes no solo vemos un acto de injusticia sino que además siendo católicos reconocemos en la Iglesia Católica como nuestra “madre” y “maestra”.

Creo que los planteamientos de Victor Vich (Investigador del Instituto de Estudios Peruanos), publicados en el Diario La República, el 13.05.2012, bajo el título “La Iglesia Católica está secuestrada” puede ser un importante eje de análisis y reflexión sobre la injusta medida tomada por el Cardenal. A continuación reproducimos esas reflexiones.

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Por: Víctor Vich

La Iglesia Católica vive tiempos oscuros. Ha sido tomada por un conjunto de fundamentalistas que no toleran la diferencia de opiniones ni el debate intelectual, que han sustraído toda autocrítica personal del mensaje realmente incómodo del hijo de Dios y cuyo único objetivo parece ser la pura ambición económica y el poder político. “Mi reino no es de este mundo” (Jn. 18, 36), dijo Jesús y lo dijo para subrayar que el modelo de vida que proponía era completamente distinto a las viles pasiones que mueven a los hombres.
Jesús nunca se refirió a las pasiones de índole sexual sino a aquellas más humanas que buscan juicios, ambicionan propiedades, se seducen con sortijas y mitras, y que gozan de ejercer poder sobre los demás.
Hoy la Iglesia no la dirigen personajes que admiremos por su humildad ni su compromiso ante los hombres.
Tampoco los admiramos por su inteligencia ni por su producción teológica ni por su diálogo con la cultura universal. Hoy muchos de los sacerdotes tienen una pésima formación académica que no es producto de la duda que el verdadero conocimiento trae consigo sino de la paporreta de los dogmas y la normativa. Las mejores clases sobre Nietzsche que yo escuché fueron las de Vicente Santuc. Hoy, por el contrario, muchos nuevos sacerdotes no saben nada de filosofía, nada de ciencias sociales y casi nada de literatura. En mi colegio, sin embargo, los jesuitas nos hacían leer a César Vallejo y a Jorge Eduardo Eielson; a José María Arguedas y a Luis Hernández. Nos llevaban al teatro a ver Collacocha y disfrutaban con nosotros de los Beatles y de Pink Floyd. También nos llevaban a cortar caña en las haciendas azucareras del norte y a deshierbar café en la selva de Cajamarca. Pero hoy es aún peor: muchos de los sacerdotes actuales pueden llegar a admirar a un dictador corrupto de la misma manera en que están fascinados con una imagen de plástico como aquella del Morro Solar. Han perdido sentido estético y parecen haber olvidado las propias palabras de Jesús: “No todo el que dice señor, señor, entrará al reino de los cielos (Mt. 7, 21)”.
Hoy muchos sacerdotes vuelven a vestirse de negro, a usar cuellos cerrados y se ve en ellos una manifiesta voluntad de diferenciarse del resto como si fueran personajes “superiores” y tuvieran garantizado el paraíso divino. No los vemos trabajando con la gente y promoviendo mejores vínculos entre las personas, sino obsesionados en controlar el cuerpo de la mujer y en juzgar la vida sexual de todos nosotros. Hoy tenemos a un conjunto de inquisidores que ha adquirido mucho poder y que está empobreciendo a la tradición católica. Yo me formé en otra iglesia, con sacerdotes –como el padre Gastón Garatea– que entregaban su vida al servicio de los demás y que sabían bien que el mensaje de Cristo era un mensaje liberador situado más allá de la dialéctica entre la ley y su transgresión. Ni ley, ni transgresión, solo un mensaje de verdadera humildad y de real compromiso con los demás sin importar sus credos o sus opciones privadas.
Un mensaje de profunda solidaridad humana. Casi nada de eso vemos en la Iglesia de hoy: la han secuestrado.

Puntuación: 3.5 / Votos: 4

Acerca del autor

Luis Alberto Duran Rojo

Abogado por la PUCP. Profesor Asociado del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Director de ANALISIS TRIBUTARIO. Magister en Derecho con mención en Derecho Tributario por la PUCP. Candidato a Doctor en Derecho Tributario Europeo por la Universidad Castilla-La Mancha de España (UCLM). Con estudios de Maestria en Derecho Constitucional por la PUCP, de Postgrado en Derecho Tributario por la PUCP, UCLM y Universidad Austral de Argentina. Miembro de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional, del Instituto Peruano de Investigación y Desarrollo Tributario (IPIDET) y la Asoción Fiscal Internacional (IFA).

2 Comentarios

Carmela Loayza

Muy cierto lo dicho por Victor Vich, muchos católicos, entre los que me cuento crecimos en la fe con modelos de sacerdotes y religiosas muy diferentes a los que ahora quieren liderar la iglesia. Y son estos líderes lejanos, los que se preguntan porque cada día tienen más adeptos otros grupos religiosos.

Reply
Luis Durán Rojo

Estimado Pedro:
No he borrado tu comentario en un ejercicio de tolerancia. No veo verdad en tus comentarios pues en realidad estas luchando contra tus propios fantasmas.
Te pediría más seriedad al intervenir en los comentarios en este blog.

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