Estimados blogeros:
Va unas reflexiones muy interesantes sobre la relación entre crecimiento económico y desarrollo en el Perú. Son del escritor y comunicador Gustavo Rodríguez y aparecieron en el Diario El Comercio del 01.05.2010 bajo el título “Soy un aguafiestas”. Suscribo esas reflexiones.
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Por: Gustavo Rodríguez
La noche del sábado una familia hizo una fiesta en mi edificio. Con el rostro bajo la almohada, los imaginaba felices, ruidosos, ignorantes de que el resto del condominio estaba con otro estado de ánimo.
La noche del sábado una familia hizo una fiesta en mi edificio. Con el rostro bajo la almohada, los imaginaba felices, ruidosos, ignorantes de que el resto del condominio estaba con otro estado de ánimo.
Esta imagen ha vuelto a mí antes de escribir estas líneas: Felipe Jaramillo, director regional del Banco Mundial, ha expresado hace poco que es posible que este año Perú crezca 8%, pero “me queda la sensación que se corre el grave peligro de que Perú pueda quedarse en estado de complacencia”. Mientras lo escuchaba, imaginaba a muchos integrantes del gobierno y del empresariado bailando bajo engañosas serpentinas, mientras que el señor Jaramillo o Michael Porter -que ven la fiesta desde afuera- pueden darse una idea completa del panorama.
Mi principal temor es que estemos confundiendo crecimiento económico con desarrollo, lo cual equivale a confundir el correcto manejo económico de un país con su competitividad.
Nuestra última década de crecimiento nos debe dar orgullo, pero no olvidemos que recién nos está poniendo al día, y recién en el partidor de la carrera. Y, en verdad, estamos lejos de ser competitivos para lo que se viene. (Si alguien me retrucara “pero somos competitivos exportando muchos cultivos”, yo le diría: “claro, pero pagándole sueldos bajos a nuestra gente”) Mi buen amigo Julio Luque -que este año preside el CADE- me lo dijo claro el otro día: nuestra pifiada selección de fútbol ocupa el puesto 68 del ranking de la FIFA.
Nuestra competitividad está peor: puesto 78 en el ranking del World Economic Forum, sin haber mejorado los indicadores del 2002 al 2008. No digo que no debamos celebrar nuestro equilibrio económico, pero no podemos obviar que nos faltan reformas titánicas. Por ejemplo, la infraestructura es una luz roja en el tablero: ¿De qué sirve crecer, si no tenemos puertos a la altura de lo que se produce? ¿O si eso equivale a que nuestra gente pierda su vida en embotellamientos? La educación es otra: ¿Qué personal bien formado será el encargado de darle sostenibilidad a nuestra producción? Y ya ni hablaré de Justicia, Salud o Seguridad, pues tengo un límite de palabras. Así como este año fue bautizado pomposamente como el de “la consolidación económica”, convendría que el próximo quinquenio se designe como el de la competitividad. Si no, la fiesta se acabará. La Historia ya nos lo ha demostrado antes.
3 Comentarios
no entiendo
no entiendo nada esta muy aburrido
Interesante análisis, yo si lo entendi. Trata de hacernos ver que el crecimiento económico solo es eso, económico.
Pero el desarrollo del Perú sigue aún, estancandose, sin que nadie de nuestros gobernantes pueda hacer algo.
Interesante, alarmante y preocupante sin dejar obviamente de ser animante, pero al fin y al cabo puede que termine en desastre.
Seguire explorando este blog. Buena reseña.