En la campaña política 2016 se ha venido escuchando de los diferentes candidatos que sus próximas autoridades económicas bajarán la tasa de interés, especialmente para la pequeña empresa y las tarjetas de créditos. En estas líneas se va a analizar de forma simplificada los factores que conforman la tasa de interés y qué medidas o espacios estarían disponibles para su disminución.
En primer lugar habría que analizar los factores de costo como 1. La remuneración del fondeo, 2. El encaje legal, 3. Las provisiones regulatorias, y 4. Los gastos de administración. Así, desarrollando,
- El sistema financiero tiene un amplio espectro de alternativas de fondeo o costos financieros: baratos desde las cuentas corrientes y de ahorro para bancos de excelente rating y las emisiones el mercado monetario y de capitales, hasta más onerosos como por ejemplo tomar prestado de otros bancos o captar ahorros siendo una empresa financiera con un rating mediano o de mayor riesgo. En lo más reciente se viene observando que las empresas del sistema financiero vienen ofreciendo tasas de captación más altas, lo que denotaría una escasez relativa de dicha moneda. En ese sentido, cabe preguntarse la razón de la menor disposición de fondos en soles en esta coyuntura.
- El encaje legal, que responde a objetivos de la política monetaria, significa que los bancos tienen que cobrar más que la tasa que pagan de fondeo sólo para tener un resultado financiero cero. Ejemplo, me fondeo 100 a 2%, es decir, me costará 102, y voy a prestar máximo 95 (dado, por ejemplo, un encaje del 5% sobre lo que me fondeé, en caja o en cuenta corriente), entonces qué tasa debería cobrar a los 95 disponibles para ganar 102 y cubrir mi costo financiero, claramente una tasa bastante superior al 2%.
- Respecto al factor de provisiones, hay que tener presente que la legislación peruana requiere un 1% de provisión (clasificación “normal”) o gasto por cada crédito otorgado y que se asocia a la pérdida esperada al momento de otorgar un préstamo. Es decir, la tasa de provisión se añade a los demás factores para formar la tasa de interés que se cobra a los deudores. Empíricamente, en los últimos años la pérdida esperada que más ha subido corresponde tanto a la mediana como a la pequeña empresa.
- Los gastos administrativos, y su eficiencia, es un elemento que como cualquier negocio se incluye en el precio, en este caso la tasa. Siendo el negocio de créditos un tema de volumen, a mayor escala de operaciones la importancia de estos gastos se diluye, es decir, la eficiencia permitiría que la incidencia de este factor pudiera disminuir y por ende la tasa. No obstante, son muy pocas empresas financieras en el Perú que tengan un volumen de negocios elevado (masas de clientes y operaciones a gran escala) y por ende ratios de gastos administrativos bajos.
Entonces, la sumatoria de estos cuatro factores forma la base de las tasas de interés activas, de la que se parte. A esta tasa base hay que sumarle el spread por el riesgo de crédito de cada potencial deudor. Esta prima de riesgo, también llamada pérdida no esperada, es diferente entre los tipos de créditos, y también al interior de cada tipo de crédito. Por ejemplo, el crédito corporativo puede ser de un menor riesgo que el de una tarjeta de crédito; y prestarle o darle una tarjeta de crédito a una persona con poca información (antecedentes) o con ingresos no permanentes o con muchas tarjetas sería de mayor riesgo que a una persona con una excelente reputación y antecedentes de pago en el sistema así como ingresos no sólo menos temporales sino en alza. Así, hay un mayor spread que incorporar en la tasa de interés a cobrar debido a mayores primas de riesgo (de crédito y su plazo, a mayor plazo mayor riesgo). Destacar que, la prima por riesgo de crédito no es un factor que se pueda disminuir por alguna regulación ó decreto, depende directamente de la capacidad y voluntad de pago del deudor, que a su vez está en función a otros factores distintos que no vienen al análisis de la estructura de la tasa de interés.
Pudiera discutirse qué potencial impacto tendrían otras contribuciones sobre la tasas de interés, como, por ejemplo, el pago de las contribuciones al supervisor y al fondo de seguros de depósitos, además que el regulador peruano tienen otras provisiones adicionales diferentes a las de la clasificación crediticia, pero se entiende que los otros factores nombrados serían los de mayor materialidad.
Entonces, la tasa base más el spread por riesgo de crédito debería ser la tasa que podría observarse en los tarifarios individuales correspondientes, y teniendo en cuenta que cada empresa financiera puede tener distintas tasas pues le cuesta ó le cobran a ella diferente costo de fondeo ó tienen una mayor ó menor eficiencia de gastos administrativos por ejemplo.
Tasas de créditos por encima de la tasas base más el spread son aquellas tasas que podrían bajarse a través de mayor competencia en el sistema, situación que pudiera ocurrir en deudores ya “bancarizados” y con riesgo “normal” pero no es claro o simple determinar esos excesos o que no haya actualmente algún grado de competencia en el negocio de tarjetas de crédito.
En resumen, hay pocos factores que en corto plazo se pudieran ajustar inmediatamente y más bien parece que los factores estructurales, que requieren de mayor tiempo en cambiarse, son en los que habría que seguir avanzando.
Por Mario Zambrano