“Sembremos valores”, comuniquemos valores.
La naturaleza axiológica de la comunicación humana no es nada nueva y tal vez por ello, precisamente, es que la hayamos “perdido de vista”. Santiago García Echevarría, en su Tribuna “De la Comunicación al Liderazgo” (1) nos lo recuerda como un factor determinante en las comunicaciones empresariales e institucionales y es que en la comunicación estratégica, los valores forman parte de una triada, esa que le pone cara y conducta a una institución: misión, visión, valores.
“Sembremos valores”, comuniquemos valores.
La naturaleza axiológica de la comunicación humana no es nada nueva y tal vez por ello, precisamente, es que la hayamos “perdido de vista”. Santiago García Echevarría, en su Tribuna “De la Comunicación al Liderazgo” (1) nos lo recuerda como un factor determinante en las comunicaciones empresariales e institucionales y es que en la comunicación estratégica, los valores forman parte de una triada, esa que le pone cara y conducta a una institución: misión, visión, valores.
García afirma en su Tribuna que no son las herramientas ni los sistemas, sino los valores, lo que permiten que las personas se comuniquen, y le agrega aún más valor a lo siguiente:
“El valor de una persona, el valor de una organización, de una empresa, de una universidad, de un hospital o de cualquier tipo de organización, va a depender de su conocimiento, de su capacidad y rapidez para generar nuevos conocimientos y de su generosidad para poder aportar a los demás, lo más rápidamente posible, esos conocimientos para ser compartidos. En una organización y en una empresa, no habrá nunca comunicación si no hay generosidad en el conocimiento, en la transparencia y en el facilitar “ al otro” ese conocimiento.”
Esta otra noción de García, en la que además vincula la democratización del conocimiento en el corazón de los procesos organizacionales de una empresa o institución, con el liderazgo, es una buena tarea, y tal vez deba decir, pendiente. Y es que no sólo no se suelen compartir los conocimientos, muchas veces – dicen – hasta por falta de tiempo, sino que se cree que el conocimiento es poder y sobre esta sentencia se estructuran las dirigencias. La comunicación sí tiene poder:
“El poder de creación y coparticipación de valores ( poder axiológico y cultural)” (2)
García Echevarría también nos habla de “tres claves” que distancia a la comunicación de la información, y que son efectivamente claves para entender por qué es importante que – hoy por hoy – nos detengamos en el poder axiológico de la comunicación:
“1. Para comunicar tiene que darse un proceso de compartir valores, pocos y precisos, con los cuales se identifican las personas. Por tanto, se realiza una interpretación participativa de todos ellos, es decir, compartida, que es lo que permite la dinámica flexible de los cambios de comportamiento dentro de cada una de las áreas heterogéneas que configuran la complejidad de una empresa.
2. La comunicación solamente se produce en un diseño organizativo horizontal De ahí la primacía actual de una orientación a esquemas organizativos basados en los procesos. Nunca puede darse la comunicación vertical; en este caso, lo que existiría sería “mando” pero así comunicación.
3. La comunicación, orientada al cambio de los comportamientos de las personas, que son las que disponen de sistemas y herramientas para generar productos y servicios, constituye la base que hace posible ese cambio: el diálogo. Sin comunicación no hay diálogo, pero con comunicación y sin diálogo, no hay cambio de comportamientos.”
Cuando nos comunicamos lo hacemos porque estamos convencidos que algo de valor para el receptor, vamos a comunicar: una información que necesita, que lo ayudará, que lo divertirá, que lo emocionará, etcétera. (De ahí su naturaleza axiológica) Entonces, si además de sembrar valores, como propone una campaña de publicidad televisiva, comunicamos valores – en el marco de una cultura de paz – podemos confiar, tener fe, en una buena cosecha, en un futuro cercano:
“ Una idea que no nos cansamos de repetir: la comunicación no es neutral y, si ejerce el poder de la influencia y tiene la capacidad de modificar nuestra percepción de la realidad y del conflicto y de movilizar a la acción, es porque en la comunicación emergen, se configuran y coparticipan las jerarquías de valores que mueven al mundo.” (3)
María de los Milagros Cárdenas
Profesional Publicista y Educadora PUCP
Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación – PUCP
1. PEREZ GONZÁLEZ, RAFAEL: Estrategias de Comunicación. Pág. 388
2. PEREZ GONZÁLEZ, RAFAEL. Estrategias de Comunicación. Pág. 451
3. PEREZ GONZÁLEZ, RAFAEL. Estrategias de Comunicación. Pág. 451
Fuente: www.rafaelalbertoperez.com