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Campeonato Panamericano Amateur de Ajedrez 2016

Del 25 al 30 de Octubre 2016 se llevo a cabo en Cariló, Buenos Aires el Panamericano Amateur de Ajedrez en las categorías U1700, U2000 y U2300. El evento fue extraordinariamente bien llevado a cabo por la organización entre los que cabe mencionar al Presidente de la Federación Argentina de Ajedrez Ing. Mario Petrucci, al Director del Torneo Daniel Menon, al Coordinador Hector Fiori, a los Árbitros Principales AI Marcelo Hermida, AI Leandro Plotinsky, a los Árbitros Adjuntos AF Alejandro Hutt, AN Pablo Paris, AN Jose Luis Ramos y AR Pablo Amorosa. Junto a ellos agradecer a la maravillosa gente de Cariló quienes nos atendieron maravillosamente y nos hicieron sentir como en casa.

En lo personal viví una de las experiencias más fuertes y maravillosas de mi vida deportiva y me lleve gratos recuerdos que perdurarán en mi mente por mucho tiempo y los cuales espero algún día transmitir a mis hijos y a mis nietos (cuando los tenga). Debo iniciar mi narración describiendo el lugar escogido para el torneo el cual fue maravilloso. Cariló es una localidad argentina del partido de Pinamar, provincia de Buenos Aires. Constituye una reserva natural de bosque, dunas y playa situado a 360 km de la ciudad de Buenos Aires. En uno de los lugares de veraneo más exóticos y paradisíacos que uno pueda imaginar, rodeado de pinos, eucaliptos y distintas aves entre los que podemos encontrar a muchos pavos reales. Ha sido justo aquí donde por primera vez vi a un pavo real desplegando maravillosamente las plumas de su cola.

Puedo dividir mi narración en tres etapas: La preparación para el torneo, las vivencias de las partidas y el drama final y todo su corolario. La preparación del torneo fue intensa, cuando me entere del evento unos 4 meses antes hable con mi esposa y nos pusimos de acuerdo que sería una buena oportunidad para subir mi elo fide y lograr el título de Maestro Fide que era la motivación principal por la que retome la práctica del ajedrez 2 años antes después de casi una década con muy poca actividad. Compre los pasajes con tiempo pero cometí el “error” de no confirmar mi reserva para el alojamiento en el Hotel Cariló Village. Y luego empezar a entrenar. Como no sabía el nivel de mis rivales simplemente dí el 100% cada hora que tome para prepararme. Era consciente que había decaído mucho en mi antiguo punto fuerte que era el cálculo de variantes y que tenía que mejorar mucho en dos aspectos que siempre me traían problemas como son la parte teórica y el juego posicional. Estos tres aspectos los resolví de un plumazo cuando decidí leer los 5 tomos de Mis Geniales Predecesores de Garry Kasparov (de los cuales solo pude leer 150 páginas del primer tomo). La razón de esta elección era obvia, Garry es uno de los mejores teóricos de todos los tiempos y además seguir sus análisis requiere un gran cálculo mental que poco a poco me fui formando. Por otro lado revisando las partidas de los antiguos campeones del mundo mejore notablemente mi concepción estratégica. Otro punto importante de mi entrenamiento fue la resolución de problemas de táctica lo cual hice desde muchas fuentes. Volver a mi antiguo nivel de cálculo me dio mucha confianza para entrar en variantes complicadas y resolver situaciones difíciles en el tablero.

Un punto aparte merece mi preparación física. Sabía que en este tipo de torneos suizos a 9 fechas y con varias dobles rondas por día el estado físico era de suprema importancia. Para ello tome clases de natación diarias o interdiarias y cuando no se podía nadar salía a correr. Por otro lado nada de alcohol o cigarros, cero salidas a fiestas y aprovechar todo el tiempo disponible. Mejorar la comida y complementarla con suplementos vitamínicos.

Finalmente le dedique un espacio a la preparación mental revisando videos de motivación personal o deportiva. Si bien es cierto muchos eran específicos para deportes físicos da igual la intención cuando se trata de fortalecer la actitud mental y la entereza de ánimo para enfrentar una partida difícil.

Con estas armas fui torneando mi nivel de juego para lograr el objetivo final que era el ganar el Panamericano.

El torneo. El viaje a Argentina desde Perú duró un poco más de 4 horas y fue felizmente muy tranquilo. Llegué al Aeropuerto de Ezeiza en la madrugada y afortunadamente me estaba esperando un viejo amigo de Lima el popular “Che Carlitos” que casualmente también estaba de visita en Buenos Aires. Luego de recogerme me llevo a su casa y me dio los primeros “tips” para movilizarme en BA. La suerte aparentemente participó en esta historia desde el principio.

En la tarde del día de mi llegada me aloje en un hotel de turistas y al día siguiente muy temprano tome un taxi al Club de Ajedrez Torre Blanca, famoso por haber albergado el match de candidatos entre Victor kortchnoj y Lev Polugaevsky hace ya algunos años. Desde Torre Blanca la organización nos envío un bus que nos transportaría a Carilo. El viaje duró aproximadamente 5 horas y en el camino conocí gente muy interesante viniendo de lugares tan lejanos como la Patagonia o Formosa. Descubrí que el pueblo Argentino es un pueblo muy social y preocupado por el bienestar de los demás, en algunos casos de forma muy desinteresada. Llegamos a Cariló pasado el medio día, algunos con mucha hambre y sin saberlo empezaron a darse las casualidades. Por una confusión mi reserva del hotel no había sido efectuada. Similar situación le ocurriría a otro jugador argentino llamado Oscar Lingiardi pero mientras que Oscar fue a buscar inmediatamente otro hotel yo me quede esperando a ver si me otorgaban una habitación en la sede oficial. Justo cuando estaba a punto de tomar una habitación llego Oscar y me sugirió aceptar otro hotel un poco alejado de la sala de juego pero mucho más económico. A veces uno no se da cuanta del valor de una decisión y de como esta influirá en sus destino pero afortunadamente acepte compartir habitación con Oscar en el otro hotel. La compañía de Oscar fue un invaluable aliciente durante el torneo.

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Inauguración

No había mucho tiempo para descansar pues la primera partida empezaría a las 17:30 de ese mismo día. Mi primera rival fue la argentina Maisa Nejanky de 2073 de Elo quien llevaría las piezas blancas. No tuve mucho tiempo para prepararme y mi mayor preocupación fue encontrar un bolígrafo para poder escribir mis jugadas. La partida empezó con una Siciliana Najdorf con la variante h3 la cual no había preparado especialmente y pronto empezaron los problemas. Maisa enroco largo y lanzó sus peones del flanco de rey a la caza del monarca negro. Su estrategia estuvo a punto tener éxito pero en apuros de tiempo mutuos jugué mejor y con un jaque doble aseguro el punto. Fue un alivió empezar con un triunfo porque sabía que al día siguiente estaría más descansado y seguramente jugaría mejor. Con lo que no conté fue que sufriría un amago de resfrío los dos días siguientes lo que controlé tomando intensas dosis de vitamina C.

La segunda ronda empezó muy puntal el día 26 de Octubre a las 9:30 am y jugué en la mesa 2 con blancas contra Gerardo Santopietro (2086). Esta partida fue diferente, empezó con una Nimzoindia en la cual el negro no esperó mucho para jugar Axc3+ e intento crear una posición sólida de bloqueo pero ligeras imprecisiones lo llevaron a un posición muy restringida. Para tratar de salvarse Santopietro sacrifico una pieza por ataque en posición muy dudosa pero que tuvo el efecto de hacerme pensar más de la cuenta. Con poco tiempo en el reloj tuve que tener mucha sangre fría para capear el temporal y anotarme el segundo punto del certamen. Esta fue una clarinada de alerta que no debía confiarme en posiciones superiores, aviso que lamentablemente desoí en la siguiente partida.

La tercera partida se jugo ese mismo día a las 17:30. Mi rival fue el experimentado jugador chileno Héctor Barra (2131) quién llevaría las blancas. Héctor es un jugador que no suele pensar mucho tiempo sus jugadas, cosa que me siempre me incomoda. Según me explico posteriormente el suele pensar con el tiempo de su rival. El tema es que durante la partida, que inició con una Siciliana Cerrada en la que logre una buena ventaja posicional en la apertura otra vez pensé de más y me fui apurando de tiempo paulatinamente aunque nada complicado de resolver. Lo que fue grave fue mi exceso de confianza en una posición muy superior y justo cuando debía ejecutar un simple cambio de torres y ganar un peón se me ocurre emular burdamente a Capablanca, mover mi rey para intentar controlar sus casillas sin percatarme que me amenaza un doble con ganancia de pieza. Una sola jugada irresponsable y estaba tirando todo por la borda. Me puse lívido por varios minutos y hasta pensé en abandonar pero internamente ya había visto algunas posibilidades de tablas claro siempre que mi rival me ayudase. De cara al resultado parece que elegí la mejor jugada aunque si yo hubiera estado del lado de las blancas posiblemente no habría tenido muchos problemas para resolver la partida. Lo que paso a continuación fue increíble. En una posición ya con pieza de más Héctor devuelve el caballo para ganar “fácilmente” el final de peones. Yo no podía creer lo que había jugado y me agarraba la cabeza. Lo sorprendente fue que el final de peones no solo no estaba ganado si no que hasta me daba posibilidades de victoria. A pesar que tenía un peón de menos mi posición era lo suficientemente buena como para sobrevivir. Finalmente llegamos a un final de Dama contra Dama y peón que no hubo forma de desnivelar y acordamos el empate en la jugada 90. Era el último aviso de Caissa quién me avisó que deje de tontear y me concentre o sufriría las consecuencias.

La cuarta partida se jugo al día siguiente en la mañana y fui con blancas contra el MF argentino Ezio Toniutti. Ninguno de los dos tenía la menor idea de la importancia de la partida de cara al final del torneo. Empecé con d4 y me contesto d5 a lo que siguió un esquema conocido con Cf3 y Af4. Ezio jugó bien e igualo sin problemas pero empecé a presionarlo posicionalmente. Cambiamos algunas piezas y estoy seguro que en algún punto pude jugar mejor pero otra vez el tiempo me jugo en contra y solo pude alcanzar un posición de tablas. De esta forma el suspenso se mantendría hasta el final.

La quinta ronda marco el inicio de la carrera entre Ezio y yo por el primer lugar. Nos íbamos alternando las mesas 1 y 2 conforme íbamos ganando nuestras partidas. Ese día jugué contra Luciano Maggiori (2065), un chico de 16 años y con mucho futuro por delante. La partida fue una siciliana cerrada (otra vez) pero en esta ocasión jugué un esquema diferente con el triángulo e5-d6-c5 lo que me brindo una duradera ventaja posicional sobre todo después que Luciano permitiera el cambio de mi alfil por su caballo en d5. La estructura de peones quedo muy favorable y fui poco a poco mejorando mi posición hasta que un error en el final por su parte derivo en un final de peones fácilmente ganado. 4/5 y las cosas empezaban a ponerse interesantes.

La sexta ronda la jugué como primer tablero contra uno de los jugadores más experimentados del torneo, el MF argentino Carlos Perez Pietronave. Carlos es un jugador muy activo con muchísimas participaciones en torneo de diversa índole pero también gracias a ello pude preparar mejor mi partida dado la gran cantidad de información disponible. Me quedo claro desde el principio que a mi d4 jugaría una holandesa y estuve por plantear un esquema basado en g3 y Ch3 pero finalmente encontré otro esquema que me pareció más interesante y que se basa en jugar g3, c4 y e3 con Ce2. El esquema puede derivar en posiciones de Siciliana Cerrada con los colores cambiados lo cual me resultaba más familiar a mí que a él. Carlos mordió el anzuelo y cuando se dio cuenta ya estaba jugando una posición incómoda. Pietronave amagó un ataque a mi rey que contuve con precisión y luego otra vez lo fui presionando estrategicamente. Fue una de las partidas que más me gusto porque nunca me he considerado un jugador posicional y doblegar a un fuerte MF maniatándolo totalmente me hizo ver que podía jugar con otro estilo y hacerlo bien además.

Después de la sexta ronda hubo un torneo de partidas rápidas muy simpático pero que desistí jugar para enfocarme en el torneo. Al final fue una decisión importante porque el estar descansado se volvió un factor decisivo para enfrentar las rondas finales.

En la séptima ronda jugué con Pablo Molina (2226) quién también llevaba 5/6 y estaba haciendo un buen torneo. Entramos en una Siciliana con Dxd4 por parte de Pablo. Tenía una idea más o menos clara de lo que debía hacer pero temía entrar en alguna preparación teórica por lo que me desvié inmediatamente de las líneas principales lo cual por poco me cuesta caro dado que en un momento Pablo pudo jugar mejor en la apertura y lograr una posición de dominio duradera. Sin embargo cometió varias inexactitudes que lo llevaron a un posición inferior primero y luego completamente perdido. Creo que ante la situación adversa se desánimo un poco ya que en la posición final abandonó sin esperar mi jugada lo cual me sorprendió aunque el resultado era casi inevitable. Entre tanto Ezio despachaba con cierta holgura a Carlos Pérez quién sacrificó una pieza en la apertura cuya compensación no fue suficiente. La tensión hacia el final era máxima.

La octava ronda que se jugo el sábado 29 de Octubre debió haber sido la más complicada para mí pues enfrenté a Cristian Sanhueza (2250) el jugador de mayor elo del torneo. Sin embargo yo jugaba con blancas y pronto llegamos a un posición muy cómoda para mi con ventaja de pareja de alfiles y espacio. Cristian no pudo mantener la tensión y fue cayendo en una serie de inexactitudes que le costaron finalmente una calidad. El final resultante resultó extremadamente difícil no tanto por la posición si no porque sabía que un error me costaría carísimo y a esas alturas el cansancio ya hacía mella en el cálculo. Por esa razón me apure ligeramente de tiempo aunque sobre el final pise el acelerador y me anote el punto.

Sabía que para la ronda nueve me tocaría un jugador con menos ranking que en las últimas fechas lo cual me hizo caer en un estado de ansiedad. Aunque me acosté temprano no pude conciliar el sueño hasta las 3 de la mañana. Hice denodados esfuerzos para dormir pero no pude conciliar el sueño hasta las 3 de la mañana. Sabía que eso me podría jugar en contra al día siguiente pero poco o nada podía hacer. Mi estado mental estaba a punto de flaquear en la curva final.

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La última partida, el esfuerzo final de ambos, los dos lo merecíamos pero el destino también jugo su partida ese día.

La ronda final fue el domingo 30 de Octubre de 2016 a las 8:30 am o sea una hora más temprano que las rondas anteriores aunque esto no importo mucho porque me desperté a las 6 am. Mi mente se encontraba a la defensiva por el cansancio acumulado de las rondas anteriores. Mi cuerpo sin embargo estaba bien así que trate de no dormir más para despertarme bien y durante la partida estar lo más lúcido posible. Mi rival era el brasileño Luiz Mafra Kaiser (2132) quién hacía algunos años le había amargado a mi amigo el MI Marco Pacheco la ronda final de un Panamericano Juvenil. La partida se complicó pronto entrando en las líneas de la variante Noteboom de la defensa Semieslava la cual es una de mis favoritas y según había revisado, mi rival no la había jugado nunca. No se si quiso sorprenderme o si quiso jugar de forma creativa ese día pero sabía que era mi oportunidad para lograr una ventaja. En la partida gané el peón de c4 y lo aseguré con b5. Luego en lugar de entrar en una línea de igualdad jugué Ta6 para mantener el peón lo cual fue un sacrificio de posición ya que las blancas lograron mucha actividad con su pareja de alfiles. Luiz me hizo un par de celadas muy fuertes las cuales pude calcular con anticipación. La partida se volvió un toma y daca hasta el final en donde sacrifique una pieza por dos peones en busca de la victoria. Fue una decisión práctica importante porque en muchas líneas las blancas igualaban fácilmente. Al final en los apuros de tiempo mi rival cometió un error importante y me permitió sacrificar una torre para coronar dama. Ya sobre la cuarta hora de juego mi cabeza estaba muy cansada pero saque fuerzas de flaqueza y me obligue a revisar las variantes una y otra vez lo que nuevamente me hizo consumir mucho tiempo. Sin embargo la posición era felizmente fácil de llevar. Con la dama en el tablero y la ayuda de mi rey logré descoordinar sus piezas y aunque tuve que parar algunas amenazas el resultado no cambiaría. Tuve un pequeño susto sobre el final de Dama y dos peones contra dos alfiles y tres peones ya que en un momento se me pasó por la mente que era tablas pero felizmente mi rival me ayudo un poco y logré ganarlo. Con ese triunfo alcance el primer lugar del Panamericano U2300.

Drama final. Cuando terminó mi partida sabía que ahora dependía de los sistemas de desempate. Hasta el día anterior llevaba una ligera venta en este aspecto pero sabía que todo podía cambiar de un momento a otro. Cualquiera de nuestros rivales que se hubiera ido de juerga el día anterior (era la última ronda) y por tal motivo jugase mal y perdiese en la ronda final podría perjudicarnos a cualquier de los dos. Así de injusto podía ser el desempate y esto precisamente lo comente con los organizadores el día anterior. Los sistemas de desempate además del puntaje final (ambos logramos 8/9) eran los siguientes: a) Resultado Particular, si aplicase (hicimos tablas en nuestra partida individual). b) Bucholz Top sacando el peor rival. c) Sonneborg Berger. d) Bucholz Mediano, restando el peor y el mejor resultado. e) Mayor Cantidad de victorias. f) Sorteo. Se dio un caso insólito en el que empatamos en todos los sistemas de desempate y no hubo otra forma de desnivelar que no sea el sorteo. No se contemplo una partida de desempate en los sistemas. Tampoco se hizo uso del performance (Ezio hizo una perfomance de 2500 y yo de 2504). Todo esto me fue comunicado casi una hora después de terminar mi partida y estuve todo el tiempo muy contenido, la emoción me embargaba a veces y tuve que sentarme para mantener mi ecuanimidad. Mucha gente se me acercaba, me felicitaban, otros me bromeaban, otros me decían que era campeón sin saber nada del desempate. Al fin se acerco uno de los organizadores Hector Fiori y me dijo que me tranquilizara que pase lo que pase ya tenía los pasajes al mundial. La organización en un acto que enaltece y ennoblece su ya magnífico desempeño decidió darnos un pasaje a ambos jugadores. Pocos minutos después nos llamaron a ambos jugadores a conversar sobre los desempates y la decisión de hacer un sorteo después de la ceremonia de premiación. Aún había que esperar un poco. Salieron los campeones de la U1700 y de la U2000 y finalmente nos llamaron a los dos. Había mucha gente en la premiación, más de un centenar de personas y se podía escuchar el aleteo de un pavo real. Por cierto lo que si se escuchaba y con fuerza era su graznar. Los árbitros habían puesto en dos cajas por separado un peón blanco y un peón negro. Quién sacara el peón blanco sería Campeón Panamericano U2300. El árbitro principal Leandro Plotinsky me invito a elegir primero. Me acerque tome la caja de la derecha y regrese a mi lugar. A su vez mi rival se acercó y tomo la caja que quedaba en la mesa. Yo no quería abrir mi caja y a la indicación del árbitro miré a mi rival. Ezio tomo su caja, la abrió y un hermoso peón negro asomo rodando por la base de cartón. Me puse nervioso. Mi caja se me cayo, aún tenía la idea que podía elegir otro peón negro pero claro eso era imposible. Abrí mi caja y mostré mi peón blanco. La gente aplaudía. Mucha más gente se me acerco a felicitarme. Parecía un sueño.

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Mi llegada a Lima. Mi esposa, mis hijos, mis padres y algunos amigos estuvieron esperándome en el aeropuerto.

PD: Adjunto algunos links de interés:

https://panamericanoamateur2016.wordpress.com/

http://www.laverdadonline.com/noticias/deportes/luciano-maggiori-se-destaco-en-el-panamericano

http://deportes.elpopular.com.ar/83361/presencia-internacional-para-alberto-zito-y-vicente