No queriendo ser tan pesimista sin ser constructivo primero encontremos a los culpables: Los jugadores tienen la culpa en ser conformistas, juergueros y poco profesionales, no todos claro esta pero basta que un 30% lo sean y ya tenemos un equipo mermado en un 30% suficiente para quedar eliminados antes ya de empezar las eliminatorias. Los jugadores tienen la culpa también de no amar su camiseta, de no sudarla, de cuidar las piernas. Esto último se entiendo viniendo de jugadores engreídos y que están quemando ya sus últimos años. Los jugadores no tienen la culpa de ser chatos o flacos o faltos de técnica dado que en muchos casos es una lamentable herencia de nuestra sociedad en donde muchas veces falta el combo necesario para fortalecer esos huesos y esos músculos y en donde además se premia la criollada, la viveza y el menor esfuerzo. Otro gran culpable es la dirigencia de nuestro Perú, ese manojo de inescrupulosos dirigente que en su orden de prioridades el desarrollo del fútbol está en último lugar. Esos dirigentes que anteponen la taquilla a la seguridad, la primera plana al resultado deportivo, el favor político al esfuerzo individual y que prefieren mejorar el lema a poner el lomo. Esos dirigentes que interiormente ya se siente eliminados y que no se creen de verdad en el mundial y que saben que esta es un buena oportunidad para seguir chupando con más fuerza esa mamadera llamada Federación Deportiva Peruana de Futbol y demás instituciones involucradas. El público en cambio solo tiene la culpa de creer ciegamente en nuestro debilucho equipo, de cerrar los ojos y abrir el alma, de sorber esas gotas de fantasía que de vez en cuando se convierten en goles de ilusión. Le echo la culpa también a nuestra infraestructura que favorece la práctica del fulbito pero que no alcanza para promocionar el futbol a todo nivel social. Y por último quisiera echarle la culpa al entrenador, pero aquí si me detengo y observa que está haciendo lo mejor que se puede hacer con lo que tiene. Lástima que por política no puede decir que estamos eliminados, pero ya en alguna entrevista menciono que “con este equipo no sé si vamos a clasificicar”. Yo te lo digo más claro Mago, con este equipo definitivamente no vamos a clasicar.
¿Qué hacer ahora? Dejarnos de sucedáneos y trabajar duro pero muy duro de cara al mundial de 2018. Pensar de otra manera es caer en el mismo error de siempre. Debemos tener una mesa redonda y plantear un plan a no tan largo plazo para ver a Perú en el mundial. Usar esta eliminatoria para foguear a jóvenes con talento y un promisorio futuro. Empezar la construcción de canchas de futbol en los conos emergente de Lima y de todo el país. Empezara a seleccionar chicos entre los 14 años con un buen biotipo y trabajarlos desde ahora. Promover una cultura que premio la sobriedad, el profesionalismo, la entrega y sobre todo el amor a la camiseta que tanta falta nos hace últimamente. Les dejo con la insufrible tabla de posiciones que nunca miente.
Arriba Perú, Renzo