Respecto a la controversia entre la [Universidad] Católica y la [Iglesia] Católica cabe un poco recordar la historia:
1. Desde sus inicios existía un vínculo muy fuerte entre la PUCP y la Iglesia Católica, tanto así que era prácticamente el Cardenal quién elegía al rector en esos tiempos. Valgan verdades el Perú y especialmente Lima ha cambiado mucho desde la fundación de la Universidad allá por 1917. La Iglesia Católica por otro lado se ha debilitado mucho en todo este tiempo, disminuyendo su número de fieles y perdiendo mucho poder ante una la sociedad secularizada que ve casi como una herejía la intervención del Arzobispo.
2. Fue el Cardenal Lanzaduri Rickets, un tipo muy gentil, que cordialmente decide no participar en temas internos de la universidad, especialmente en la elección del Rector y otros representantes.
3. Hay que aclarar al respecto que en los Estatutos de la PUCP se menciona lo siguiente: “La Asamblea Universitaria es el máximo órgano de gobierno de la Universidad y está integrada por los siguientes miembros: […] f) cinco representantes del Episcopado Peruano, designados por la Conferencia Episcopal […]. La Conferencia Episcopal designará también representantes accesitarios”
La Iglesia siempre tuvo injerencia en la política interna de la PUCP, pero como mencione anteriormente, el hecho de que la sociedad se ha ido secularizando lentamente y sobre todo la pérdida de poder de la Iglesia Católica en el Perú ocasiono que con el tiempo la Universidad se maneje con mucha más autonomía al margen de las decisiones de la Iglesia. Sin embargo lo que reclama el Cardenal es un derecho otorgado por los mismo estatutos de la PUCP. Inclusive recuerdo que cuando Cipriani asumió el poder visitó la universidad y solicitó una oficina dentro del Campus, pedido que fue rechazado de plano.
Los bienes de la universidad pertenecen a la universidad y esto no está en discusión, a pesar de la campaña de desinformación de la universidad, pero ciertamente sí el Cardenal pudiera tener, aunque en un porcentaje pequeño, capacidad para elegir al rector, entonces de alguna manera podría tomar también decisiones sobre los bienes de la Universidad.
Se dice que los bienes fueron donados por Riva Agüero para fundar una universidad Católica, la cual posteriormente recibió el título de Pontifica otorgado por la Iglesia y que ciertamente también puede ser (el título) retirado por ella, pero a estas alturas del partido es imposible que se pretenda que los bienes de la PUCP regresen al Arzobispado, por dos motivos: porque el testamento de Riva Agüero no lo indica así y porque la actual administración de los bienes de Riva Agüero no lo van a permitir y esta demás mencionarlo, tienen el poder para hacerlo.
Al respecto existe un interesante artículo que profundiza más el tema: Notas Riva Aguero. En el se menciona que Riva Agüero en su testamento solicita que se forme una Junta Administradora de los bienes, la cual se formó en 1944 y funcionó hasta 1994 año en que la Universidad decidió que sería la misma universidad quien exclusivamente administrara los bienes de la Iglesia. Lo que actualmente pide la Iglesia es que se vuelva a retomar el funcionamiento de la Junta Administrativa de los bienes de Riva Agüero, dejando en claro que la PUCP es actual propietaria de dichos bienes, hecho que nunca ha estado en discusión, y tiene inscrito su derecho en el Registro de la Propiedad Inmueble de Lima desde el año 1957 por mandato judicial que le reconoció su calidad de propietaria, antes del cumplimiento de la condición suspensiva consistente en que dicha Universidad accedería recién a los 20 años después de la muerte del Dr. Riva Agüero y Osma que se cumplieron en el año 1964. (Cláusula décimo sétima del testamento de Riva Agüero de 1933).
En resumen el Arzobispado pretende dos cosas: 1. Tener injerencia sobre la elección del rector y sobres las políticas de la Universidad. 2. Que se reactive la Junta Administradora de los bienes de Riva Agüero. Adicionalmente solicita la adecuación de sus estatutos adecuándolos a la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae (Uno de los tantos documentos que la Iglesia emite para direccionar el manejo de las Universidades Católicas) solicitud que adicionalmente es un nuevo frente de batalla dirigido por el Arzobispado para lograr sus pretenciones.
La Univesidad católica pretende por otro lado: 1. Autonomía sobre sus políticas internas y sobre la elección de sus representantes 2. Plena decisión sobre los bienes heredados.
Lo cierto es que el caso esta en el Tribunal Constitucional que ya se ha pronunciado anteriormente al respecto y que al parecer velará porque se respete el testamento de Riva Agüero (que a mi entender es lo que debe primar).
Al respecto, la PUCP y obviamente sus representantes, han iniciado una campaña de desprestigio hacia el Cardenal (que data ya de muchos años) y desinformación a los medios para generar confusión. Me sorprendió sobre manera su página http://www.pucp.edu.pe/endefensadelapucp/ en la que no se busca aclarar la verdad respecto al testamento de Riva Agüero, siquiera incluso llegar a un consenso o punto medio, más bien se plantean temores por amenazas a intromisiones contrarias a la vida universitaria, temores por una merma en la calidad educativa, expulsión de profesores que no se adecúen a lo pretendido por la Iglesia (una cacería de brujas), opiniones (todas parcializadas) a favor de la universidad, encuestas a los alumnos (¿?), hasta hablan de una nueva Inquisión o que se pretende quedarse con el dinero de la PUCP.
En verdad lo que desee o no el Arzobispo es un tema que me parece hasta personal y que se está usando, siempre partiendo de supuestos, para quitarle credibilidad y autoridad. Es como si alguien heredase un carro y luego viene otra persona que piensa que lo manejará mal y le diga: “sabes, yo creo que vas a manejar mal este carro y por eso pierdes el derecho a usar tu carro y yo me quedaré con el”
Solo un comentario final, el manejo de los bienes de la universidad se está disputando entre dos poderes que están utilizando todas sus armas para no perder o para ganar aunque sea en parte su administración. En medio de todo surge el tema del título de Pontificia de la Universidad que no tiene que ver directamente con el problema pero que es usado como un ataque en otro flanco. Ambos buscan el respaldo de la opinión pública. Adicionalmente la universidad ha buscado en dos juzgados y una sala civil dejar sin efecto la sentencia que emitió el Tribunal Constitucional en Marzo de 2010 a favor del Arzobispado cosa que lamentablemente se presta a muchas suspicacias dada la forma en la que muchas veces se maneja la justicia en nuestro País.
Espero para el bien de todos que se sienten a conversar y se pueda llega a un acuerdo aunque para esto claro esta se debe dejar de lado la ambición de poder de cada uno cosa que veo muy improbable.
Saludos cordiales, Renzo