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El Cubo de Rubik

El Cubo de Rubik ha sido durante mucho tiempo, al menos para mí, uno de esos misterios imposibles de resolver. No recuerdo bien cuando fue la primera vez que vi uno de ellos pero si que en esa preliminar ocasión me embargó una especie de trémula emoción intelectual y que aún hoy su resolución me sigue pareciendo fascinante. No se vaya a pensar que digo esto porque resolví el Cubo de Rubik a los pocos intentos o sin realizar mucho esfuerzo, que acaso conocía bien algunos de los tantos algoritmos que circulan por la red para descifrarlo o que quizás ya hubiese armado tantísimas veces la dichosa figura. Nada más lejos de la realidad pues solo he tenido la suerte de armarlo una única vez y habiéndole dedicado una cantidad de tiempo considerable.

cubo1

Pero al fin y al cabo luego de muchas lunas resolví el misterio y pude armar una figura completa del “cubito” yendo rumbo a mi trabajo, aproximadamente a las 8:00 am, a la altura de la cuadra 27 de Ignacio Merino en Lince y con un sol de verano espectacular. No grite, no salte, tampoco lloré, tan solo atiné a hacer puño en cada mano y realizar un pequeño gesto de triunfo, como desquitándome por todas esas horas invertidas, por todas las vueltas, por todas las confusiones, las aproximaciones y las distancias. Fue un pequeño triunfo del intelecto humano, el mío claro y también valgan verdades un precio a la constancia, a la tenacidad, a no darse por vencido. Y es que entiendo y comprendo que hay tipos de una genialidad inconmesurable girando por el mundo y que son capaces de armar el mencionado cubo en menos de 10 segundos. También se que existe una película (“En busca de la felicidad”) donde otro tipo, genio de las finanzas él, supo armar completamente el cubo durante un viaje de taxi. De esto último me entran serias dudas, sin embargo no puedo dejar de enviarles a todos ellos mis más sinceras y calurosas felicitaciones y también decirles que aquí estoy yo para compartir con ustedes la siguiente imagen:

cubo2

Finalmente, solo decir que no saque y pegue los sticker de los colores, no y no y que si alguna vez lo hice fue cuando tenía 8 ó 9 años y que se podía hacer, porque en este cubo en particular, comprado por mí en alguna calle parisina en 2010, los colores no se pueden sacar, al menos no fácilmente. Tampoco recibí alguna ayuda de nadie, ningún consejo o recomendación. Si en cambio revise la web en busca de algún libro o para ver si había algún método para resolverlo, pero me resulto tan complicado y aburrido leer las instrucciones que pronto desistí y empecé la tarea por mi cuenta. ¿Y cómo lo hice? Pues en base a experiencia y dedicación establecí mi propio método que resumo a continuación. Lo primero que intenté después de darle muchas vueltas al asunto y proponer estrategias fue hacer coincidir las ocho (8) esquinas correspondientemente (ojo no son 4 esquinas ni tampoco 36 cuadrados). Esto es en cada cara debían aparecer en las esquinas los mismos colores. Esto es medianamente difícil y en verdad me costo bastante, pero una vez logrado el resto fue pan comido. A continuación arme una de las caras del cubo y luego terminé la corona correspondiente. Establecida dicha corona como principal continué con la segunda corona o corona intermedia tomando como base de operaciones la tercera corona aún incompleta. Finalmente ataqué la última corona que fue un verdadero dolor de cabeza y emoción quedándome en determinado momento 3 cuadraditos por colocar. En un momento de inspiración conseguí, aún no se exactamente cómo ordenar dichos 3 cuadratidos en una fila y con un par de maniobras culminar el Cubo de Rubik. Aquí una muestra final:

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Dedicado a todos lo que lo intentaron, Renzo

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