Vivimos en un país que sale lentamente de una crisis larga y dolorosa. Un crisis que a muchos nos ha llevado a buscar mejores opciones fuera del país o a tirarnos al piso por un trabajo medianamente digno. Cada quién obviamente ve la crisis desde su muy personal perspectiva y desde su muy particular situación, pero cierto es también que la situación económica en general va mejorando poco a poco. Sin embargo nuestra crisis no es solo económica. Lo es también civil, religiosa, ética, social y, atolondradamente, legal. Y resalto esta última cara de nuestro problemas porque es un aspecto en el que no reparamos fácilmente. Las leyes no siempre son justas, tampoco perfectas y mucho menos simples. Es algo que se va consiguiendo junto con el desarrollo del país y de su gente.
Es por ello que debo remarcar que el intento por parte del gobierno de regular las elecciones del Directorio de cada uno de las Federaciones Deportivas Nacionales a traves de su Ley del Deporte ha resultado en verdaderos circos electorales tal y como hemos sido testigos en las últimas elecciónes de Directorio de la Federación Deportiva Peruana de Fútbol (FDPF). Lo que también da que pensar dos cosas. La primera es si realmente tenemos políticos capacitados para emitir leyes adecuadas a nuestra realidad. Y la segunda es que si realmente tenemos políticos preparados para darse cuenta de sus errores y derogar o cambiar para bien las leyes actuales rápidamente.
Por supuesto que es en la FDPF donde resalta y se nota más el martirio legal que ha impuesto nuestro gobierno sobre sus federaciones e indirectamente sobre sus atribulados hinchas, pero el calvario sucede también en mayor o menor grado en todas las federaciones deportivas nacionales, como muestra de ello y dado que conozco un poco más de su realidad, tenemos a la Federación Deportiva Peruana de Ajedrez (FDPA) que presente similares problemas a su homologa de futbol. Lo que se no entiendo aún y no se puede concebir es en qué cabeza cabe o quiénes pudieron elucubrar semejante criatura legal sin tomar en cuenta los sensibles matices que nuestra realidad deportiva nacional.
Por ejemplo y retomando el caso de la FDPA, según la dichosa Ley del Deporte, a su Junta Directiva la pueden elegir las ligas departamentales o regionales (Artículo 44). Sin embargo en todo el Perú no existen ligas departamentales o regionales. Es más, no existen ni siquiera ligas provinciales. Apenas si tengo memoria de alguna liga distrital y que ni siquiera se si esta inscrita en Registro Públicos. Esto es de suma importancia dado que sin ligas no hay elecciones de Directorio y no hay quien guíe los destinos de nuestros deportes federados. Felizmente si tenemos votantes, gracias a una especie de permiso del IPD y son los presidentes de los clubes inscritos formalmente en registros públicos. Vaya uno a saber con quienes se encontrará el día de las elecciones dado que hay clubes que existen desde hace muchos años solo en el papel pero que no tienen actualmente actividad y menos aún representatividad alguna.
Al respecto y para salir del paso yo tenía una propuesta muy sensata y era la siguiente: Que votemos todos los jugadores activos que tengamos interés y participación directa en el sino de nuestra federación. Claro que habría que definir claramente quienes podrían votar, pero elaborar una norma al respecto es mucho más sencillo y se puede hacer internamente y validarse a través del IPD. Por ejemplo podría proponerse que pueden votar todos los jugadores de nacionalidad peruana con rating internacional, es decir que han estado tan interesados en el ajedrez que han participado en torneos válidos para el ranking de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Que además sean mayores de edad. Que no ejerzan cargos públicos para así evitar algún conflicto de intereses. Y podría listarse un largo etcétera, pero una vez normado este aspecto y aprobado por la Asamblea de Bases, que dicho sea de paso tampoco esta claramente definida su composición por la Ley del Deporte, o el Directorio de la FDPA, entonces de ahí en más las elecciones y renovaciones del Directorio de la FDPA sería fácil, sencillo, sin problemas y sin controversias más allá de los ámbitos de la sociedad ajedrecística.
Pero la realidad es otra y quienes han venido votando por nuestros dirigentes han sido en su mayoría ignotos provincianos, desconocidos por casi todos los principales jugadores de ajedrez del Perú, tal como ha sucedido ahora en el fútbol y que para nuestra suerte de la realidad deportiva del ajedrez saben tanto como de mecánica cuántica. Tan es así que hasta hace pocos años también el ajedrez tuvo su Manuel Burga, salvando las distancias, dado que nuestro dirigente si trabajaba de vez en cuando, aunque tuvo el defecto de querer perpetuarse en el cargo.
Son obvias y conocidas las maniobras de Manuel Burga para reelegirse y calco exacto de lo que pasaba con las reelecciones de nuestro anterior presidente de la FDPA. Lo primero es ubicar a dirigentes amigos y darles las facilidades para que el día de las elecciones estén presentes (transporte, hotel, viáticos). Luego entrar en conversaciones con los otros dirigentes, que sabes que no votarían por ti y proponerles algunos intercambios comerciales por debajo de la mesa. Con el poder actual de Manuel Burga esto es tarea fácil. Lo demostró ahora al llevarse las elecciones con más del 70% de votos válidos.Quienes votan por Manuel ya saben que les tocará una parte del pastel y tampoco quieren soltar la mamadera. Es parte de las leguleyadas en que nos ha dejado postrados la bendita Ley.
Pasando al tema fútbol mencionamos los mismo. Sin ser experto en la realidad del fútbol nacional más allá de las desastrosas presentaciones internacionales de los clubes y de la selección propondría lo siguiente:
1. Un voto por cada club de primera división
2. Un voto por cada club de segunda división
2. Un voto para la agremiación de árbitros
3. Un voto para la agremiación de futbolistas
Los votos podrían tener pesos distintos, por ejemplo el voto de los árbitros podía pesar doble o triple asimismo con el voto de los futbolistas, pero estos son detalles que deben definirse internamente. El punto es que pienso deberían votar quienes están más interesados en que mejore la realidad de nuestro fútbol y no personajes aceitados que cuando eligen a nuestros representantes están más pendientes de su participación en la fiesta que de elegir a nuestro mejor dirigente.
Saludos, Renzo Leer más »