La medida, más alla de si es efectiva o no, apuntaba a sensibilizar nuestras conciencias por el problema del calientamiento global. Un problema que nos involucra a todos. Aunque claro, como comenté en otro post creo que las posibilididades juegan en nuestra contra.
Asi como también juega en nuestra contra la posibilidad de obtener un buen resultado en el partido de hoy frente a Brasil. Pero como el ingenio peruano nunca se queda atrás, recibí también este chistosísimo mensaje que hace referencia al primero:
Y sin embargo como casi la mayoría creo, encenderé mi televisor resignado a ver a una de las peores selecciones nacionales enfrentando a un Brasil jugando de local y con todas las ganas de limpiar su imagen a punta de goles. Sinceramente no creo que me afecte la derrota. Ni siquiera si el marcador supera el histórico siete a cero que nos propinó ese mismo equipo en la copa américa del 97 cuando osamos llegar a cuartos de final sin merecerlo. Tampoco me afectará ver correr a nuestros jugadores detrás de las estrellas cariocas en busca de un autógrafo después del monumental papelón, porque valgan verdades es lo único valioso que podrán rescatar. Lo que si me afectará es la desgraciada imagen que estaremos proyectando al resto de nuestros vecinos. Sobre todo porque viajaré en unos días al extranjero. Me imagino la siguiente conversación:
Ey che, vos de donde sos?
Soy peruano y tu?
Soy argentino. Una lástima lo de tu equipo.
Si una pena, pero felizmente no vi el partido.
Noo, que va, como no vas a ver el partido.
No, no se cómo reaccionare. Tal vez baje la mirada lentamente y camine cabizbajo un buen trecho deseando que la próxima vez todo sea diferente.
RG