Hoy fue un día de lo más extraño. Todo empezó temprano…. o mejor todo empezó ayer. Porque el lunes llegó mi gran amigo Rafa desde Quito y no se diga más había que hacerle un agasajo como se merece. Para ello estuve haciendo las coordinaciones con Carlos y Jesús. Quedamos en encontrarnos en el cine Pacífico a las 7:30 pm y de ahí ir a comer al Tío Mario que es un restaurante muy agradable que queda en Barranco. Hasta aquí todo bien pero las cosas empezaron a complicarse cuando Rafa me llama y me dice que su reunión iba a demorar un poco más y que llegaría a las 8. Al minuto me llama Carlos para decirme que recién va salir de su departamento. Al otro minuto me llama Jesús y me dice que ya está llegando y que obviamente no iba a encontrar a nadie. Yo le digo que me espere 10 minutos. Lo encontré mirando el cielo y las chicas miraflorinas que siguen aprovechando los últimos rayos de sol.
De ahí partimos a la casa de Carlos pero cuando estábamos a medio camino Carlos llama y nos dice que ya se encuentra cerca del cine Pacífico. O sea plop! Cambio de de planes, espéranos en el casino Atlantic City.
Luego de recoger a Carlos nos dirigimos con celeridad a buscar a Rafa pero yo que soy tan distraído confundí la Av. Paseo de la República con la Av. República de Panamá. Se parecen no?
Felizmente están cerca una de otra! La cosa es que tuvimos que dar un vueltón para finalmente recoger a Rafa en el edificio de la CAN. De ahí partimos al Tío Mario.
Llegamos sin sobresaltos y pedimos una jarra de chica, una jarra de limonada, dos porciones de anticuchos y una parrillada.
El mozo por error nos trae pancita y nosotros entendimos que era de cortesía pero Jesús no lo creyó así. Así que un poco tímidos le preguntamos al mozo si la pancita era de cortesía y como nos dijo que no entonces la devolvimos no sin antes haberle dado un par de buenos mordiscos. La comida fue apacible.
Rafa hablando de sus proyecto (buena Rafa!), Carlos siempre con sus comentarios lógicos y Jesús metiendo un poco de política, finanzas y flacas. Yo hablando de la bolsa (y de flacas también jaja). Rematamos la comida con una gaseosa de litro y medio de Inca Kola y 2 porciones de picarones. Estos últimos estaban para chuparse los dedos.
Saliendo del local aprovechamos para recorrer un poco las calles de Barranco.
Caminamos por el Puente de los Suspiros,
pasamos por un pequeño mercado de pulgas,
y luego por el boulevard, para terminar entrando en La Noche. Miramos un buen rato, pero no había nada interesante así que emprendimos el camino de vuelta. Primero lo deje a Carlos y cuando iba a dejar a los demás Rafa nos invita un café en el Starbucks.
Nuevamente a retomar la conversa en donde la dejamos. Jesús ánimo!, ya vienen tiempo mejores. El Rafa por otro lado muy contento por todo lo que le estaba pensando últimamente. Y yo algo preocupado porque tenía bastante trabajo acumulado. Después del café nos despedimos. Llegue a mi depa como a la 1 am, de aquí a preparar las alarmas y dormir.
Y empezó el largo día de hoy. Primero que nada levantarme. Quien quiere levantarse a las cinco de la mañana? Pero era necesario para cumplir con la implementación del ISO 9001 en mi empresa. Entonces llego a las siete y cincuenta con las pilas recargadas y a ponerme a trabajar. A las 8:00 am llegan las auditoras y me paran de cabeza. Fue una masacre anunciada. Me sentí mal el resto de la mañana. Siguió el trabajo duro hasta que llego un mail de mi hermana preguntándome si ya había comprado las entradas. Qué entradas? No! Las entradas de Oasis. Pucha, ahora que hago? Ni modo, tenía que aprovechar mi hora de almuerzo para ir a comprar las entradas al Ripley de Miraflores. Tome el carro y llegué rápido. Miraflores a medio día es otra, hay mucho comercio de ropa, muchos niños y señoras caminando por ahí. Donde venden las entradas para Oasis? En el tercer piso. En el tercer piso? Ok, gracias. Camine apurado, ojala que haya entradas. Entretanto iba sacando el mail de mi hermana. Si no hay entradas compra Roll with It. Ok entiendo comprare Roll with It. Señorita donde venden las entradas para Oasis? La señorita se ha ido a su refrigerio. Y a qué hora regresa? A las tres y media. Miro mi reloj, son las dos y media. Pucha, llamo a mi hermanita y le cuento todo. Ella me dice que no me preocupe que Ripley atiende hasta las once. Que amable se ha vuelto repentinamente pensé. Camine hacia el estacionamiento y vi que el joven a quien le había pedido que lave mi carro aun estaba por la mitad. Bueno esperare, total no creo que demore más de cinco minutos. Al cabo le di sus cinco soles y de regreso al martirio. Poco después de llegar me llama Carlos. Renzo, oye necesito un préstamo. Habla Carlos, de nuevo? Ok no te preocupes, vente a mi chamba a las siete. Listo te llamo antes de partir.
Y aquí empezamos otra vez. Cinco para las siete salgo tranquilamente de mi empresa y veo que la luz esta en rojo pero justo cambiando a verde. Vi que tenía tiempo para cruzar la pista de doble sentido por la que he transitado los últimos tres años. Camine la primera mitad rápido y me detuve. Mire hacia la derecha, vi que no venía ningún carro y di un paso. Solo fue un paso corto, lento, sin prisa. Un paso que pudo haber sido el último porque un carro, avanzando en contra piso mi pie izquierdo y siguió rápido, sin detenerse. Se detuvo poco antes del paso de cebra a esperar que pase el rojo. No sabía qué hacer. Esta indignado. El pie me dolía un poco pero era lo de menos. Y si hubiera pasado corriendo? Y si hubiera dado un paso más largo? Preguntas que quedaran sin respuestas, espero que para siempre.
Camine hacia mi carro y lo encendí. Llame a Carlos, no contestaba. Lo espere unos minutos y decidí ir a comprar las entradas en el Ripley de San Isidro. A medio camino Carlos me llama. Oe sorry, normalmente cuando camino apago mi celular. Bueno, lo que pasa es que estoy yendo al Ripley de San Isidro a comprar unas entradas para Oasis. Ah pucha, entonces mejor lo dejamos para mañana. Mira te parece que nos encontremos en tu depa más tarde? Ok, me llamas cuando llegues. Ok. Seguí avanzando por el tráfico insufrible de San Isidro a las siete de la noche. Llegue a Ripley y que creen? No había estacionamiento por ningún lado. Hum… que hago? Quiero cumplir con mi hermana. No creo que le pase nada al carro por unos minutos en la calle. Así que me estacione al lado de Ripley Joven en un lugar aparentemente seguro. Disculpe donde venden las entradas para el concierto de Oasis? Ah, en el sexto piso. Qué?? Sexto piso? Ala. Espero que la señorita no se haya ido al refrigerio al menos. Felizmente la cola era de una sola persona y pude comprar las entradas Roll with it. Uff, al fin.
Hora de ir a casita. Hum, las llaves…. dónde están las llaves del carro? Se me habrán caído? Camine despacio como suelo hace cuando estoy preocupado. No, no se me habían caído. Estaban dentro del carro! No las llegue a sacar. Ahora que hago? Pensé. Llamo a un cerrajero? No, donde voy a encontrar un cerrajero en San Isidro a las siete y media. Rompo una luna. Hum, es una opción pero mi papá podría molestarse. Tal vez me podrían traer un duplicado de la casa. Aló? Mamá me ha pasado esto y puedes buscar por favor un duplicado en la casa. Ya ok te llamo en quince minutos. A esperar entonces. Aló? Encontraste las llaves. No lo que pasa es que he dejado el carro en la calle y no quiero dejarlo. Ok, esperare entonces. A esperar otra vez. Elías por donde andas? Ya ok, mira bájate en las Begonias y camina cinco cuadras. Aló? Donde estas? Por Navarrete? No, no, camina hacia Ripley, te espero. Al fin. Vamos te llevo a que conozcas mi depa.
Oe este yogurt está mal. Cómo que mal? Si, prueba. Hum… parece no? Es que es yogurt natural. Oye y las llaves de carro? No sé, tú las tenías. Voy a buscarlas. Nada. Aquí están. Una sonrisa ilumino mi rostro. Ahora a dormir de este día tan pesado. Aló? Era mi hermana. Oye por qué compraste Roll with it? Es que eso era lo que decía tu correo. No, yo te dije que compres Supersonic y si no había que compres Roll with it. Y tenía razón. Pero también era cierto que yo era quién me había comido el tráfico de Miraflores y San Isidro, yo había tenido que caminar nueve pisos, comerme la cola, el sol del mediodía y el frío de la noche. No, no era justo que se moleste, así que me molesté. Era bastante para un día sobre todo porque era un problema que se podía solucionar. Después de un corta discusión corte. Pesado fue también el sueño. Parece que el yogurt que me tome al final no quiso que descanse bien. Al día siguiente amanecí muy cansado.
RG
q ascooooooooooooo me da jesus con esas fotos jaja no lo consco xD
chevere el paseito pero blogear sobre eso se me hace recontra gay!
pobrecitoooo francamente un distraido del todo pero tambien con esa presion cualkiera y con ese trafico horror…bueno al final de esos dias la dormir es lo mejor