Estimados blogueros:
Una interesante noticia aparecida en el Diario El Comercio del 05.01.2013 sobre un anuncio médico realizado por investigadores japoneses que, usando la técnica de reprogramación celular, han logrado crear células humanas que atacarían el sida y el cáncer. Evidentemente, aún faltan estudios para confirmar la efectividad de tales células en la lucha contra esas enfermedades.
A continuación reproducimos la nota:
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Un equipo de investigadores japoneses afirma haber logrado linfocitos T asesinos de larga vida y que son específicos para destruir células cancerígenas. Así se señala en la revista “Cell – Stem Cell”.
La importancia de este estudio radica en que en el futuro a partir de estas células se podrían desarrollar nuevas terapias para el tratamiento del cáncer.
Los científicos, encabezados por Hiroshi Kawamoto del Centro de Investigaciones Riken, en la ciudad japonesa de Yokohama, hicieron regresar a una especie de estado embrionario a glóbulos blancos adultos y obtuvieron células madre pluripotenciales inducidas (células iPS), a partir de las cuales crearon los nuevos linfocitos T asesinos.
Las células o linfocitos T asesinos son glóbulos blancos que forman parte del sistema inmune. Reconocen organismos extraños o células enfermas en el cuerpo y las pueden eliminar.
También las células cancerígenas pueden ser reconocidas y destruidas por las células T asesinas, por lo que desde hace años que estas están en el centro de las investigaciones contra el cáncer.
Sin embargo, hasta ahora no se logró en la mayoría de los casos una nueva terapia eficiente contra el cáncer, debido a que la cantidad y la vida de las células T asesinas no eran suficientes para un tratamiento exitoso.
Los científicos extrajeron linfocitos T de muestras de sangre donadas por pacientes que habían contraído el sida y las reprogramaron para convertirlas en células iPS. A continuación realizaron un cultivo durante 10 semanas de estas células iPS junto a otros glóbulos blancos y obtuvieron nuevos linfocitos T.
Los investigadores también descubrieron que estos nuevos linfocitos T pueden multiplicarse entre 10 y 100 veces más rápido y tienen un ciclo de vida más largo.
Estos nuevos linfocitos T inducidos mostraron tener las mismas características que las células originales. En su superficie existían los mismos receptores que son necesarios para reconocer a las células cancerígenas, pero estas nuevas células tienen una vida más larga.
Aún se deben realizar investigaciones para determinar si es posible tratar con estas células con éxito el cáncer.
“En los próximos pasos se debe investigar si estos linfocitos T regenerados reconocen en el organismo humano específicamente células tumorales y las pueden matar, sin tener efectos sobre las otras células del cuerpo”, indicó Kawamoto.
Por la técnica de reprogramación celular para obtener células iPS, el japonés Shinya Yamanaka recibió en el 2012 el Premio Nobel de Medicina.
Para la creación de células iPS existe un protocolo, pero lleva mucho tiempo. Además, estudios hechos por el Centro de Medicina Regenerativa en La Jolla (EE.UU.) descubrieron que se producen cambios en el ADN, como mutaciones en genes, que influyen en el crecimiento del tumor cancerígeno. En lugar de combatir el cáncer, las células iPS también podrían causar esta enfermedad en los pacientes.
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