Psicoanálisis y política

Estimados Blogeros:

Vuelvo, después de unas merecidas vacaciones blogeras. Copio un interesantisimo artículo del filosofo alemán Helmut Dahmer, aparecido el 22 de julio del 2010 en el Diario El Comercio de Lima.

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Por: Helmut Dahmer

Sigmund Freud fue, al igual que Karl Marx, un judío o creyente y, tal como este y Friedrich Nietzsche, heredero filosófico de Ludwig Feuerbach. En su condición de miembro de una minoría discriminada, su interés central radicó en la superación de una cultura de la desigualdad, que requería guerras para su conservación.

El sueño de una cultura “que no oprima más a nadie” motivó al exitoso joven fisiólogo a descifrar el enigma de las dolencias histéricas (y más tarde de los sueños). Para conseguirlo evolucionó de científico natural a científico de la subjetividad. Concibió los síntomas de la histeria y de la neurosis obsesiva como producidos inconscientemente —por tanto incomprensibles— como resultado de una sobreexigencia: seres humanos que colapsan bajo la presión de las renuncias impuestas se vuelven incapaces de buscar compromisos racionales y encuentran refugio en ruinosos recursos de emergencia. Una vez instalados aquellos, fuerzan al individuo a la repetición.

Freud se percató de la analogía estructural entre las instituciones del alma y las instituciones de la cultura: ambas aparentan constituir fenómenos naturales sin serlo. Si aspiramos a rebasar las instituciones —que en lugar de aliviar la vida de los hombres la hacen imposible—, solo hay una salida: el camino hacia atrás. Solo se abren posibilidades de salir del confinamiento cuando se reconstruye, mediante el diálogo, la olvidada historia de la creación de las instituciones psíquicas y sociales para edificarlas mejor.

El psicoanálisis freudiano ha compartido, durante sus más de 100 años de existencia, el destino de otras teorías críticas, no conformistas. De manera presurosa, la generación tras Freud perdió la perspectiva del nexo entre la crítica cultural, la teoría de las pulsiones y la terapia. Cuando en los años 20 del siglo pasado los psicoanalistas médicos se impusieron en sus organizaciones, se inició el proceso de reducción de la crítica freudiana a una restringida y blanda técnica de tratamiento de pacientes con trastornos inabordables mediante otros medios. Se convirtió en un fin en sí mismo, en contraste con Freud para el que la terapia era un medio de conocimiento y una útil aplicación de la nueva ciencia del inconsciente. La instrumentalización de la ilustración freudiana pareció permitir que la nueva teoría sea puesta al servicio discrecional de cualquier objetivo político. De esta forma encontramos freudianos en diversos grupos políticos: de derecha, de izquierda, republicanos y seguidores de regímenes autoritarios, nacionalistas y de orientación internacional. Sin embargo, no es un destino inevitable la instrumentalización y la reconversión del psicoanálisis en una técnica de adaptación y de represión. Hace ya tiempo que ha arrancado la reconstrucción de la teoría freudiana que conducirá a la revisión de su contraproducente institucionalización.

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Acerca del autor

Luis Alberto Duran Rojo

Abogado por la PUCP. Profesor Asociado del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Director de ANALISIS TRIBUTARIO. Magister en Derecho con mención en Derecho Tributario por la PUCP. Candidato a Doctor en Derecho Tributario Europeo por la Universidad Castilla-La Mancha de España (UCLM). Con estudios de Maestria en Derecho Constitucional por la PUCP, de Postgrado en Derecho Tributario por la PUCP, UCLM y Universidad Austral de Argentina. Miembro de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional, del Instituto Peruano de Investigación y Desarrollo Tributario (IPIDET) y la Asoción Fiscal Internacional (IFA).

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