PRONOSTICOS ECONOMICOS PARA 2010

Estimados blogeros:

Van unas importantes reflexiones de Jurgen Schuldt, Economista y catedrático de la universidad del pacífico sobre las predicciones económicas para el próximo año. Aparecieron el 31.12.2009 en el Diario EL COMERCIO

Por estos días, como todos los años, resucita el diminuto Nostradamus que habita en las entrañas de los economistas. Cada cual pronosticará, cuando menos, la tasa de crecimiento económico, el tipo de cambio y la inflación que proyecta para fines del año que se inicia esta medianoche. Los estilos varían: los apurados lo hacen a ojo de buen cubero; los sofisticados, con modelos macroeconométricos; y los más experimentados, por olfato.

Curiosamente, sin embargo, cada año las cifras de las proyecciones que presentará cada uno se parecerán mucho entre sí, a pesar de la diferencia de métodos. ¿A qué puede deberse tanta coincidencia, cuando en ese complicado ejercicio interviene una miríada de variables? Para que ello suceda, diría usted, todos tendrían que dar una misma respuesta a las interrogantes que se plantean para este año.

En el ámbito internacional: ¿Quién puede predecir en cuánto subirá o caerá el precio del petróleo o el del oro? ¿Si Obama propiciará un ajuste drástico o paulatino de su gigantesco déficit fiscal? ¿Si China revaluará o no el yuan? ¿Si aumentará la turbulencia mundial, quizá por una crisis que se desatará en algún país este-europeo o de uno de los BRIC o de Mefistolandia?

A lo que se añaden los complicados aspectos domésticos: ¿Despertarán los “espíritus animales” de los empresarios autóctonos en torno a la inversión? ¿Y la inversión extranjera? ¿Concesiones? ¿Seguirán endeudándose peligrosamente los consumidores? ¿Qué efectos tendrá El Niño? ¿Se seguirá revaluando el sol respecto al dólar? Y, con elecciones, ¿escapará el Gobierno a la tentación de iniciar un “ciclo político de la economía”? Más aun: ¿A dónde nos llevarán los conflictos y movilizaciones sociales?

Dadas las dificultades para prever tan complicadas cuestiones u otros sucesos poco probables, como algún terremoto, guerra, incendio del Congreso o invasión de langostas u ovnis, los economistas terminan comportándose como los jueces de algún concurso de belleza, en el sentido que le daría Keynes. En su opinión, cada miembro del comité evaluador elegirá “no los semblantes que él mismo considere más atractivos, sino los que cree que serán del agrado de los demás”; es decir, los economistas nos “dedicamos a anticipar lo que la opinión promedio espera que sea la opinión promedio”.

Así, por lo demás, nadie quedará mal, por equivocadas que resulten las proyecciones. Tal como sucedió este año en que todos los gurúes domésticos e internacionales aseguraban que creceríamos entre 5 y 6%.

Por supuesto que toda regla admite una excepción: Waldo Mendoza, más conocido como el Nouriel Roubini peruano, predecía que creceríamos menos de 1%, ya en octubre 2008. El profesor de la PUCP dio en el clavo precisamente porque no pertenecía al gran jurado que, por cierto, lo consideraba un despistado.

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Acerca del autor

Luis Alberto Duran Rojo

Abogado por la PUCP. Profesor Asociado del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Director de ANALISIS TRIBUTARIO. Magister en Derecho con mención en Derecho Tributario por la PUCP. Candidato a Doctor en Derecho Tributario Europeo por la Universidad Castilla-La Mancha de España (UCLM). Con estudios de Maestria en Derecho Constitucional por la PUCP, de Postgrado en Derecho Tributario por la PUCP, UCLM y Universidad Austral de Argentina. Miembro de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional, del Instituto Peruano de Investigación y Desarrollo Tributario (IPIDET) y la Asoción Fiscal Internacional (IFA).

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