GUERRA CON CHILE: Restos de soldados chilenos en Chavin (Ancash)

Estimados blogueros:

A continuación una interesante nota de Gabriela MAchuca, aparecida en el Diario El Comercio del 30.10.2011 sobre la hipótesis de que los restos hallados en estos últimos años en Chavin de Huantar no serían de la epoca prehispanica sino de soldados chilenos muertos durante la Guerra del Pacífico.


Por: Gabriela Machuca

Soldados chilenos de la Guerra del Pacífico enterrados en Chavín de Huántar. Así como lee. Esa es la principal hipótesis sobre la cual trabaja el arqueólogo estadounidense John W. Rick tras descubrir fortuitamente, en el famoso monumento, 32 restos humanos que en los últimos tres años vienen acumulando indicios que pueden llenar un vacío en las historias del Perú y Chile. Aunque no ha sido del todo comprobada, la premisa cobra cada vez más fuerza histórica y científica.
Son 9 hombres, 8 mujeres y 9 individuos cuyo sexo aún no se determina. Hay adolescentes, niños e incluso fetos.
Los primeros 26, que son analizados en Lima, fueron localizados en la explanada del edificio C del complejo entre el 2009 y el 2010. Ello al igual que los otros 6 descubiertos este año y guardados por ahora en el sitio.
“Desde que tocamos el primer hueso supimos que había algo en ellos completamente diferente. Desde entonces estamos “cabezones” tratando de descubrir quiénes son”, cuenta Rick, director del Proyecto de Investigación y Conservación Chavín de Huántar y profesor de la Universidad de Stanford.
¿Qué hizo pensar al equipo de expertos de Rick que podría tratarse de restos poscoloniales y no prehispánicos, como los que usualmente se encuentran ahí? La forma de los entierros.
“Es gente echada mirando hacia arriba, con las piernas extendidas y las manos cruzadas en el pecho o el estómago, lo que es una costumbre cristiana. Los entierros no tienen cajones, envolturas ni ropa. Pero hay, en varios de ellos, botones de metal corroídos a la altura de las rodillas como si fueran de botas. También están cerca del estómago. Pudieron formar parte de pantalones o cinturones. Además, hallamos una pequeña cruz de cobre y dos cuentas de lo que podría pertenecer, tal vez, a un rosario”, indica Rick.
Luego detalla una teoría interesante: los individuos habrían sido sepultados de forma abrupta. “Por la falta de ropa, lo pequeño de las fosas y la posición de los cuerpos, como si hubieran sido forzados a caber en los huecos, da la impresión de que no fueron entierros respetuosos. Además están muy cerca de la superficie, algunos a menos de un metro. Parecen, más bien, como si todos hubieran sido enterrados en un solo evento rápido y no en una secuencia larga como si se tratase de un cementerio”.

TRAS LOS PASOS DE CÁCERES
Asumiendo que los restos son poscoloniales, ¿por qué de la Guerra del Pacífico? ¿Y por qué soldados chilenos? Es aquí donde entra a tallar, vigorosa, la historia.
En 1883, durante la Campaña de la Breña, el general peruano Andrés Avelino Cáceres tenía como meta ir de Tarma a Cajamarca para confrontar a Miguel Iglesias, a fin de seguir la guerra. Decidió ir por la sierra, apurarse y ser precavido, pues las huestes chilenas lo perseguían con dos días de retraso. Así enrumbó hacia Huánuco, siguió por Aguamiro (hoy La Unión), cruzó el Callejón de Conchucos, San Marcos y llegó a Chavín. Según él mismo consignó en sus memorias, no hubo poblado que lo recibiese mejor que ese en la sierra de Áncash. Luego continuaría su camino hacia el norte.
Rick señala, tras leer archivos chilenos de la Guerra del Pacífico que datan de 1884 y guardados en Stanford, que la tropa que iba tras Cáceres se dividió en dos para evitar ser burlada por el también conocido Brujo de los Andes. Un grupo de 1.007 soldados chilenos lo siguió hasta Chavín. De eso no existe ninguna duda.
Sin embargo, sí la hay en torno a qué les pasó a estos hombres en Chavín, o al menos, a un reducido grupo de ellos. Según explica el estudioso, las páginas de la colección custodiada en Stanford, que debían registrar algún evento allí, no aguantaron el paso del tiempo y están, literal y desafortunadamente, en blanco. Hojas más adelante dan cuenta de que las agrupaciones chilenas divididas se reunieron de nuevo más al norte.

¿ENVENENADOS?
La causa de la muerte de los sujetos hallados en Chavín aún no se ha establecido. No tienen lesiones de balas ni de objetos punzocortantes. En este punto, no obstante, la tradición oral entra a apuntalar la premisa de Rick.
En Chavín, hoy en día, sobreviven muchos relatos sobre la presencia de Cáceres y de los chilenos en la zona. No son recuerdos directos, sino provenientes de los abuelos o padres. Y son relativamente “frescos”; después de todo, solo han pasado unos 130 años. Casi ninguno, sin embargo, evoca que chilenos fueran asesinados en el pueblo o enterrados en el complejo preínca. Excepto uno.
El anciano agricultor Teófilo Cáceres Antúnez contó, en una entrevista de 1981 a miembros del Ejército Peruano que hacían estudios por el centenario de la Campaña de la Breña, que su padre le narró lo siguiente: Antes de partir de Chavín, Cáceres le dio pólvora a una mujer que vendía chicha con el fin de que la echara en la bebida y envenenara a las huestes chilenas que lo seguían. Ella así lo habría hecho. Es más, a pedido de estos últimos, ella habría tomado la chicha y se la habría hecho tomar a sus hijos. Finalmente, tanto la mujer y su familia como una veintena de hombres habrían muerto.
Es un relato que refuerza, mas no comprueba la hipótesis. Lo siguiente tampoco, pero vaya que da qué pensar: la entrevista de Teófilo fue publicada por el entonces Ministerio de Guerra en un libro titulado “La resistencia de la Breña”. Allí también figura la conversación con Martín Flores García, profesor jubilado oriundo de Chavín. Él detalla lo contado por parientes fallecidos sobre abusos de los soldados en Chavín. Pero hace algo más: entrega a sus entrevistadores dos uniformes de oficiales chilenos de caballería y un revólver. El libro no da cuenta de cómo Flores poseía las prendas y el arma, por lo que no puede aseverarse que las hubieran recogido de los entierros en Chavín, pero suma una evidencia más de la presencia chilena por esa tierra. Este Diario solicitó conocer el paradero de estos elementos a la Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú (¿tendrán botones similares a los hallados por Rick?), pero no se nos dio respuesta.
Hay muchos cabos por atar en esta historia. ¿De qué murieron realmente? ¿Y las mujeres y niños? ¿Por qué los botones y no las botas? Los antropólogos forenses que examinan los restos creen que podrían saber algo más concreto el próximo año.

Puntuación: 4 / Votos: 5

Acerca del autor

Luis Alberto Duran Rojo

Abogado por la PUCP. Profesor Asociado del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Director de ANALISIS TRIBUTARIO. Magister en Derecho con mención en Derecho Tributario por la PUCP. Candidato a Doctor en Derecho Tributario Europeo por la Universidad Castilla-La Mancha de España (UCLM). Con estudios de Maestria en Derecho Constitucional por la PUCP, de Postgrado en Derecho Tributario por la PUCP, UCLM y Universidad Austral de Argentina. Miembro de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional, del Instituto Peruano de Investigación y Desarrollo Tributario (IPIDET) y la Asoción Fiscal Internacional (IFA).

1 Comentario

Victor Kitamoto

Hola Luis,

alguna actualización sobre este tema? estoy bien interesado de saber sobre más evidencias de la presencia de Cáceres en Chavín.

Gracias!

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