Todo parque es algo sagrado. Es el ícono del barrio, donde se nace y se muere muchas veces.

Cuando era pequeño solía salir al parque Virgen de Fátima de Pio Pata. El parque tenía una gran resbaladera de cemento liso. Según evoca mi mente, era algo así como las resbaladeras de Sacsayhuamán del Cusco. Eran tiempos donde te resbalabas de panza o decúbito supino en peligro de romperte la madre si no sabías detenerte. Años más tarde, por alguna “genialidad” de un “experto” en áreas de esparcimiento la demolió y sólo puso cuadrantes rellenos de grass, molles y quinguales. La diversión se esfumó y tuvimos que emigrar buscando algo similar sin fortuna.

¿Qué hicieron con la Plaza Constitución? ¿Qué hicieron con nuestro parque? ¿Será acaso que como antaño, nosotros no tenemos ni voz ni voto para decidir la suerte de nuestro piso y los que nos gobiernan adjudican proyectos anodinos?. En fin, me atrevo a predecir (con ansias de equivocarme) que tendrá los mismos cuadrados y hallarán la forma para que coexista un desperfecto que asegure una futura remodelación.

Dejemos las conjeturas a un lado y aportemos. He leído por ahí que sugieren aprovechar esta remodelación para hacer un mega estacionamiento subterráneo, puede ser. Por otro lado, he leído que muchos quieren botar esos horrendos arcos y poner en su lugar algo realmente valioso que identifique la cultura wanka; definitivamente de acuerdo.

De mi parte solo quiero que, luego de hacer lo que tengan que hacer, nos dejen esta vez disfrutar del sol en el césped sin  botarnos a silbatazos.

@tayiel