A MARTILLAZOS SE ME PASÓ
Sucede que desde que terminamos ella y yo, pues vuelve a mis recuerdos (y de forma mas frecuente cuando bebo) las experiencias amatorias con mi chakana.Y ayer, después de “portarme mal” con una compañera de la universidad, fui de arrebato a buscarla.
La llamé antes, le llamé y me dijo que no vaya, que estaba en casa de su abuelita, sin embargo alcoholizado y empecinado fui a buscarla.
Me dejaron, más o menos, en la entrada de mi barrio y me dí a caminar. Eran mas o menos 50 cuadras, que los recorrí muy enamorado, entusiasmado, lleno de ganitas para encontrarla , rellenarla a besos y satisfacer mis falencias emocionales, rayos!. Mientras caminaba estaba pensando y repensando en todo (tengo tendencias psicóticas), con una mente de ida y vuelta, ideas recurrentes de algún trauma pasado. En fin, ya estando cerca, me arrellanaba en la idea de que ella me recibiría llena de emoción, y si no era así, por lo menos, me recibiría, y me encantaba la idea.
Llegué a su casa, toqué la puerta como borracho y también todas las puertas de sus familiares (todos vivían cerca para mi “buena” suerte),salieron por la ventana a amenazarme a gritos. Era obvio que más que ganas de volver a la cama tenían ganas de sacarme la mierda y no cabía la menor duda de que matarían al culpable de dejarles la almohada fría.
No me pude evitar. Después de joder la puerta de sus tios, fui a joder la puerta de su abuelita, ( que divertido me pareció en ése momento).Soplé y soplé y la casa no se cayó, pero salieron furibundos los dos abuelos y los tíos de mi Mercedes (yo me esperaba chanchitos, carajo!).
Su abuelita salió con un palo de escoba, y otra chica más también. Su tío salió con un martillo (ese sí era un granuja, facineroso, gallina y ridículo) y mientras disuadía a la nona para que baje su escoba el pollino ése me encajó un par de martillazos en la cintura, y uno más en el hombro.
En fin. El tema es que después de todo ésto, mientras se me pasa la borrachera, y el dolor se hace real, todo está finiquitado entre “chakanita” y yo y será menester olvidarme de ella y empezar a buscar nuevas costumbres, desacostumbrame de ella o bien desacostumbrarme de ti, mi querida botella.