El Perú, desde hace más de 15 años, según el INEI, mantiene un crecimiento económico constante; sin embargo, ese crecimiento se viene dando de manera desigual en las regiones. Esta desigualdad es en parte al modelo descentralizado que otorga recursos económicos y poder a las regiones sin fiscalización directa del Gobierno. Por consiguiente, la administración autónoma de los gobiernos regionales ha permitido que este desarrollo sea heterogéneo porque administran sus “propios recursos”.

El Índice de Competitividad Regional (INCORE) es un informe que “evalúa la competitividad de las 24 regiones del Perú. Su construcción ha considerado un total de 41 indicadores, los cuales han sido agrupados en seis grandes pilares: Entorno Económico, Laboral, Educación, Salud, Infraestructura, Instituciones”. Es decir, el crecimiento de las regiones no solo está asociado al factor económico. Dentro de ese progreso hay otros factores (políticos y sociales) que intervienen con la misma importancia; como lo refleja el resultado de esta metodología, que calificada entre cero y diez cada indicador, siendo diez el puntaje más alto y cero el más bajo.

Así, teniendo en cuenta estos seis pilares: el Entorno Económico, Laboral, Educación, Salud, Infraestructura e Instituciones, podemos decir que las regiones se encuentran en constantes cambios lo que pone al descubierto el trabajo que realizan las autoridades regionales (principalmente) y nacionales.

Según el INCORE 2014*, los departamentos que tienen una mayor competitividad son: Lima, Moquegua y Arequipa.

Arequipa ocupa el tercer lugar (6.73 puntos). Este departamento fue desplazado del segundo lugar por Moquegua, debido a que ha mantenido casi el mismo puntaje en todos sus pilares (no ha hecho mejoras), salvo en el de Instituciones, que bajó del puesto  11 al puesto 22 por la poca confianza en la rendición de cuentas públicas, ha aumentado la criminalidad, así como también la percepción de inseguridad.

El segundo lugar de este ranking es ocupado por Moquegua (7.05 puntos), que subió una posición, desplazando a Arequipa. Moquegua, ocupa el segundo lugar gracias a que cuenta con un Entorno Económico estable, en la región hay buenas condiciones laborales y una adecuada educación de la fuerza laboral. En Salud, mejoró en la atención de partos institucionales y en el acceso al seguro de salud. En Instituciones hay menor percepción de corrupción, menores conflictos sociales y mayor resolución de expedientes judiciales. Sin embargo, todavía le falta mejorar en el pilar de la Educación, aunque tiene un alto rendimiento en comprensión lectora y matemática, el incremento del analfabetismo y población sin educación secundaria son altos, que detienen el avance de este pilar.

Mientras que Lima (7.45 puntos) continúa liderando el ranking de competitividad. Los pilares más competitivos son los del Entorno Económico, porque tiene un mayor PBI, mayor gasto por hogar y más acceso al crédito. En Salud ha mejorado la percepción de morbilidad y hay mayor acceso a la salud. Mientras que en Educación aumentó la asistencia escolar en la secundaria y ha disminuido la deserción escolar. El pilar que más retrocedió corresponde a Instituciones, debido a que no hay transparencia en la rendición de cuentas públicas, hay una baja en la percepción de la gestión pública, así como también en la percepción de seguridad.

Si miramos al otro extremo de los resultados, es decir, a los que tienen muy baja competitividad, encontramos que los departamentos de Huancavelica, Puno y Loreto, tienen los menores puntajes de competitividad del país.

Huancavelica (3.48 puntos) ocupa el puesto 22 del ranking. En este departamento la mayoría de los pilares se encuentran al final del ranking por categorías. En el Entorno Económico se encuentra muy bajo, esto se debería a que tiene un PBI muy pobre, no existe un gasto por hogar, no hay disponibilidad para los servicios financieros ni mucho menos hay acceso a crédito. En lo Laboral no hay un empleo adecuado y tampoco ha mejorado en educación de la fuerza laboral, eso ocasiona que el nivel de ingresos por trabajo esté por debajo de un punto. En Infraestructura también tiene un índice de competitividad muy bajo; esto se evidencia en la escasa cobertura de agua, no existen las coberturas de desagüe, de internet y de telefonía móvil. Pero, un dato a favor y alentador, es que en Instituciones lidera este pilar. La percepción de seguridad y rendición de cuentas públicas es muy alto, mientras que la criminalidad y los conflictos sociales son muy bajos. Los pilares de Salud y Educación también tienen puntajes expectantes.

Puno (3.44 puntos) ocupa el penúltimo lugar con 23 puntos (casi un empate técnico en el puesto 22), al igual que Huancavelica, en este departamento las puntuaciones por pilares están muy bajos. La diferencia entre Huancavelica y Puno, es que el primero tiene mayor competitividad en el pilar de Instituciones.

El último, el puesto 24, lo ocupa Loreto (3.07 puntos). Este departamento tiene la menor competitividad del país; por ejemplo, en el pilar de Entorno Económico, el PBI es muy bajo y la disponibilidad a los servicios financieros es casi nula. En el pilar Educación, la asistencia escolar en secundaria, la deserción escolar, el rendimiento en comprensión lectora y matemática y el acceso a internet en primaria tienen un puntaje de cero en competitividad. En Salud, la percepción de mortalidad infantil esta en los últimos lugares, así como también en partos institucionales. En Infraestructura, la competitividad en la cobertura eléctrica y la cobertura de agua también tienen cero puntos.

Con los datos obtenidos, el INCORE 2014 ha formado tres grupos según la competitividad de las regiones, los mismos que han sido agrupados en ocho regiones por cada grupo.  En el primer grupo tenemos a Lima, Moquegua, Arequipa, Ica, Tacna, Madre de Dios, Tumbes y La Libertad; en el segundo grupo tenemos a Lambayeque, Áncash, Cusco, Junín, Piura, San Martín, Pasco y Ucayali; mientras que en el tercer grupo están Ayacucho, Apurímac, Huánuco, Cajamarca, Amazonas, Huancavelica, Puno y Loreto.  (Ver ranking)

 incore2014.jpg

El color azul, representa a las regiones con más competitividad; amarillo, a las medianamente competentes; y rosado, a las menos competentes.

Asimismo, el documento también muestra que existen regiones que han obtenido variaciones en los pilares con relación al INCORE 2012; donde La Libertad sobresale con tres puntos en positivo y Piura lo ha hace a la inversa con tres puntos en negativo.

La desigualdad competitiva que existe entre el primero y el último lugar, revela que el desarrollo en los diferentes pilares no es equitativo. Los departamentos que están con mejor puntaje (los de la costa, mayoritariamente) no son los que han llegado a la excelencia en gestión o que son las regiones modelos del país. Los departamentos con un puntaje alto o en los primeros lugares hacen notar que van por buen camino y que sus planes de acción están dando resultados positivos en la mayoría de los pilares.

Si comparamos el mapa de la pobreza monetaria del Perú 2012-2013, presentada por el INEI, con los resultados del INCORE 2014, podemos ver que prácticamente los resultados son los mismos. El INCORE 2014 presenta ocho regiones con menor competitividad: Ayacucho, Apurímac, Huánuco, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Huancavelica, y Puno. El mapa de la pobreza monetaria también muestra que las regiones más pobres son las que tienen menor competitividad. Esto demostraría que la pobreza esta fuertemente relacionada a la competitividad. En ese sentido, el crecimiento económico no garantiza el desarrollo si es que no fortalecemos también los pilares sociales y políticos.

Como dijimos, hace 15 años nuestro país está en constante crecimiento económico, lo que ha hecho que la pobreza y la extrema pobreza se reduzcan significativamente en la mayoría de las regiones. En el 2013, el crecimiento económico fue de 5.02, pero al igual que años anteriores, este crecimiento ha sido únicamente el reflejo de nuestra economía. Según el INCORE 2014, por un lado, no existe una región que se haya consolidado social, política y económicamente. Por otro lado, evidencia que si queremos que las regiones sean económicamente solventes, administrativamente eficientes y socialmente inclusivas, el modelo de la regionalización tal como la tenemos (sin fiscalización del Gobierno o con gobiernos regionales autónomos) debe ser replanteado. De lo contrario continuaremos creciendo de manera desigual y exclusiva, desatendiendo otros aspectos que contribuyen al ansiado desarrollo de las regiones-país.

El dato:

Es importante resaltar que Moquegua es el único departamento que ha superado el promedio de competitividad regional en todos los pilares, según el INCORE 2014.

 * Los datos del documento corresponden al 2013.

Lee la segunda parte del artículo en:

LA COMPETITIVIDAD REGIONAL 2013: Región Amazonas, una realidad de incompetencia y pobreza -segunda parte-

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Fuente:

Instituto Peruano de Economía – INCORE 2014

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