Copyleft: ¿Será cierta tanta belleza? Conversación con Claudio Ossa y Marcelo Huerta en Santiago de Chile

Renuncia:

Los participantes de la presente edición convienen de modo voluntario en renunciar expresamente a los derechos patrimoniales de autor que pudiera generar el presente artículo en uso de sus facultades para hacerlo.

Nota del autor:

En algunas oportunidades, como en este caso, resulta ineludible iniciar el análisis de una conversación sin narrar los antecedentes que la motivaron y las circunstancias que propiciaron tan elevada, emotiva y detallada discusión jurídica.

Este motivo, y no por otro que pudiera interpretarse como un acto ocioso, determina que inicie relatando los pasajes previos a llegar a un lugar de Santiago que decididamente no era el planificado por nosotros pero que el destino, que siempre es generoso, nos permitió visitar.

Como era de esperarse nos reunimos en mi hotel y de allí empezó, luego de los abrazos de rigor, nuestra caminata no planificada hacía nuestro destino (aquí la palabra destino no se utiliza como punto de arribo, sino como el aleatorio trayecto del tiempo). A pocos metros de iniciada nuestra caminata enfrentamos a la piratería chilena, léase avenida 11 de septiembre en la misma puerta del mall Panorámico, empezó nuestra conversación haciendo mención a la piratería y los problemas que esta generaba…era solo el comienzo.

Llegamos, luego de algunos asuntos que resolver, inesperadamente a un pintoresco lugar que el destino determinó que fuera ese. El dueño no se imaginaba lo que se discutiría aquel día jueves 24 de mayo al final de la tarde en su local y tampoco enterado estaba del costo de las partituras musicales que tenía colocadas como decoración de connotaciones contestatarias en las paredes, estimamos que el ambiente era el mejor, nada discreto por supuesto, y la gente que estaba en ese momento sin lugar a dudas era feliz conversando de todo y de nada simultáneamente. El nombre del lugar I Consiglieri…se percatan no pudo ser mejor y más relajado el lugar.

Sobre el Copyleft

El primer tema corresponde al nombre que se le asigna a este sistema. En efecto, nos preguntamos el motivo de la utilización de este término, y aunque como abogados sabemos que el nombre no determina la esencia de las cosas, discutimos respecto del mismo y le incorrección de su utilización.

De este modo, se concluyó que a raíz de la frecuente y casi unánime utilización del término copyright (anglosajón por naturaleza y con antecedentes decididamente alejados de connotaciones asociadas con el derecho moral del autor) se buscó un nombre que contenga al menos una vis atractiva respecto de su supuesto rival conceptual y se eligió la denominación copyleft para representar un espíritu contestatario respecto de las tradicionales formas de entender al copyright.

Por favor, debe entenderse de una vez por todas que copyleft no es lo opuesto a copyright. No podría serlo bajo ninguna circunstancia. Ni siquiera las personas que suelen bajarse música a través del Internet y adoran las relaciones p2p deben entender el copyleft como algo opuesto al copyright. El copyleft permite la difusión de contenidos en cierto modo libre, pero no te sugiere que copies por copiar…no podría hacerlo. De hecho mucha gente se ha sumado a estos postulados por moda o porque ya no saben como luchar contra la piratería y entonces se han convertido en servidores de lo que no entienden.

La creación, es un tema descuidado permanentemente en cualquier análisis de derecho de autor, nos venden falacias del tipo comprar piratería quebrará Blockbuster o que el cine y la industria musical acabará sin su debida protección, este es un tema completamente absurdo e indefendible. El ser humano por naturaleza es creador. Podría imaginarse la desaparición del cine a causa de la piratería o acaso la extinción de la poesía debido a que el derecho de autor de la forma como se concibe actualmente es insuficiente (no somos débiles mentales); o pensar, que estas se mantendrán incólumes debido a que se difunde cada día más el copyleft (ni siquiera nos provocó hablar del creative commons pues desde nuestro punto de vista resulta ocioso conversar respecto de algo completamente absurdo y que obedece a formas “alternativas” diseñadas bajo un esquema rarísimo imposible de pensarlo más aún de comentarlo). Existen muchos intereses económicos que determinan muchas veces una posición; sin embargo, la creación como acto propio de la naturaleza del ser humano debe ser adecuadamente protegido.

En este orden de ideas, preferimos, y en esto existe coincidencia absoluta, en hablar del problema identificando al derecho de autor como ente rector, por encima del copyleft y del copyright (ambos concebidos bajo circunstancias de hecho asociadas ineludiblemente con la explotación de la obra y que de cierta manera no logran comprenden adecuadamente los derechos morales) y en definitiva identificar posiciones ideológicas que llenan de contenido al copyleft partiendo de una base de trato igualitario creando finalmente free riders (se puede revisar el informe Xerox al respecto…aunque no se fíen mucho).

Sin embargo, logramos identificar que el tema es mucho más dificultoso de resolver debido a que existen situaciones asociadas a la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano (tremendo tema) su debida conciliación con los instintos primarios y finalmente llegar a analizar una serie de contenidos jurídicos indeterminados.

En efecto, el problema que abordamos pasa por varios escenarios como por ejemplo la incompleta perspectiva de los diversos actores; es así, que se identifica a la piratería como la gran culpable que el sistema de distribución (y por consiguiente los ingresos esperados) no opere adecuadamente y en consecuencia a través de esta falacia se llega a nuevas teorías ideológicas basadas exclusivamente en las deficiencias del sistema actual y del tipo de licencias que se conceden en la actualidad proponiendo sistemas como el copyleft (del creative commons no hablamos pues la ideología que esta detrás es muy sospechosa…pueden leer si les apetece su contrato de licenciamiento y notarán muchas cosas curiosas).

El copyleft nace como respuesta alternativa y se basa en el principio de relación igualitaria, y en consecuencia un tema que muchas veces se confunde con la lucha por los ciberderechos…un absurdo. Es un poco de perder el tiempo en convencer a alguien que ya cree en ese tema… ¿Instintos primarios acaso? ¿Satisfacción de necesidades básicas del ser humano?. ¿El libre acceso a la cultura?….suena familiar…pura coincidencia.

En definitiva, la posibilidad de adoptar una posición ideológica es válida lo que no es válido es desviar la atención del problema pues finalmente los intereses que se apropiaran de estos escenarios serán los mismos… ¿Podrían ser otros?… imposible. Todas estas construcciones teoréticas culminaran en un desplazamiento de actores hacía un nuevo escenario y en consecuencia no se habría avanzado absolutamente nada.

De este modo, pensamos que el copyleft no es tan bello como parece, sobre todo a los que les interesa copiar todo lo que pueden (obediencia indiscriminada a los instintos primarios), sino que finalmente es un tema lleno de contenido ideológico que se venderá al mejor postor y ya sabemos quienes son los postores y futuros monarcas del copyleft. La idea es ir más allá, ver el horizonte de modo completo, atender al derecho de autor como lo que realmente es y no forzar teorías de contenido ideológico que finalmente llevan al libre albedrío a comportarse como se indica en el film Devil´s advocate.

La supremacía del derecho de autor como punto de partida es el verdadero objeto de estudio y análisis de cualquier posición seria que entiende que el mismo está en evolución y el contexto lo redefinirá de manera coherente (quizás espontáneamente). Entender el problema y el sistema copyleft desde otra perspectiva es osado ideológicamente.. El estudio del copyleft no puede ser a partir de un problema como la piratería y mucho menos pensar que la creación desaparecerá por motivo de esta o que se mantendrá a causa del todo poderoso copyleft.

Es un tema que no acabará identificando quienes van a reinar finalmente (ya lo sabemos) sino identificando que es lo que entiendo realmente por derecho de autor. En fin, citando a Michael Ende en la Historia Interminable “Esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión”…Por favor la cuenta… que estos señores se dirigen a disfrutar de otros eventos también ineludibles.

Fuerte, honesto y fraterno abrazo para Claudio y Marcelo que siempre permiten que encuentros de este tipo se mantengan en mi memoria de largo plazo.

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