Condiciones sociales: más semejanzas que diferencias

El día de ayer comparábamos a los estudiantes del Instituto que terminan con los que recién empiezan. Y comparábamos las diferencias encontradas en sus habilidades básicas y en sus competencias pero, ¿qué diferencias de características sociales existen entre ambos grupos?

En principio, las diferencias que podrían esperarse lógicamente. Los estudiantes del sexto ciclo tienen, en promedio, 20.5 años de edad, mientras que los del primer ciclo sólo 19.5 años. Lo extraño allí es que la diferencia de edad promedio sea de tan sólo un año; siendo que la carrera en el instituto dura tres años, la diferencia pudo haber sido mayor.

También hay diferencias en la composición por género de los grupos en comparación: mientras que en el primer ciclo del instituto habían 12 varones y tan sólo 3 mujeres, en el sexto ciclo estaban divididos en partes iguales (8 varones y 8 mujeres).

Otro aspecto en que se hallaron diferencias comprensibles fue en el laboral: en el grupo del primer ciclo, sólo un joven se encontraba trabajando actualmente, mientras que hasta 12 jóvenes del ciclo final ya lo estaban haciendo. Por supuesto, todos los estaban por egresar del instituto habían tenido algún trabajo anterior mientras que, entre los que empezaban sus estudios, sólo 6 jóvenes tenían alguna experiencia laboral.

Por lo demás, no había diferencias significativas en otros aspectos sociales entre ambos grupos. En promedio, las familias de los estudiantes de último ciclo ganan un poco más que las de aquellos que recién empiezan (1566 contra 1365 soles mensuales). Pero los ingresos familiares per cápita, en ambos casos, es muy semejante (338 soles entre los estudiantes de primer ciclo y 333 entre los de último ciclo). Conviene anotar que las familias de los jóvenes de último ciclo son un poco más numerosas (más de 5 miembros por familia en promedio) que las del primer ciclo (más de 4 miembros), razón por la cual los ingresos per cápita en las familias de los jóvenes que concluyen sus carreras son algo menores.

A pesar de la semejanza en sus ingresos, 36% de los jóvenes de último ciclo tenían Internet en casa mientras que sólo el 26% de los jóvenes del primer ciclo poseían esa comodidad. Quizás lo avanzado en la carrera por los jóvenes de último ciclo justifique la inversión de las familias para tener acceso a Internet en el hogar.

Por otro lado, el nivel educativo de los padres de los jóvenes de ambos grupos era exactamente el mismo: secundaria completa en promedio. Las madres del grupo de jóvenes del sexto ciclo tenían también, en promedio, secundaria completa, pero las madres de los estudiantes del primer ciclo apenas secundaria incompleta.

Finalmente, también puede ser interesante consignar que la mayoría de alumnos de ambos grupos se considera de la misma raza: mestiza.

En síntesis, los grupos en comparación, a pesar de tener comprensibles diferencias de edad, sexo y experiencia laboral, son bastante homogéneos respecto a su situación económica, familia y raza. Pero queda por determinar si algunas diferencias sociales afectan (a favor o en contra) la empleabilidad de estos jóvenes.

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Acerca del autor

Javier Rodríguez Cuba

"Educación y Empleabilidad" nació con una investigación que hicimos en CISEPA sobre empleabilidad de los jóvenes pero ahora me permite mostrar algunos datos y avances de nuevos estudios.

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