Dos procesos: definición de conceptos y operacionalización de variables

Al comenzar la semana, Jeny, nuestra compañera en el equipo de investigación, nos planteó que para evaluar la empleabilidad de los jóvenes necesitamos definir claramente las variables a ser evaluadas. Ella decía que “cada variable debe ser definida en función de la utilidad que tiene esta información para determinar el nivel de empleabilidad de los jóvenes”.

Ciertamente, todo trabajo de investigación es un continuo ir y venir de la teoría a la realidad. Y en este recorrido usamos conceptos y definiciones y también variables e indicadores. Sólo para fines prácticos –ya que ambos forman parte de este transitar entre teoría y realidad y en la práctica pueden darse de modo simultáneo- conviene distinguir dos procesos en nuestro trabajo de investigación:
a) De definición de los conceptos o constructos.
b) De operacionalización de las variables.

En el proceso de definición de los conceptos se busca tener un acuerdo básico de lo que el concepto designa y precisar el alcance que se le a cada concepto en la investigación. Pero, además, como sostiene Ezequiel Ander-Egg, para que un concepto se considere “concepto científico” debe “pertenecer a alguna teoría que (…) oriente semánticamente su significado y lo haga teóricamente relevante” (E. Ander-Egg. Técnicas de investigación social. Ed. Magisterio del Río de la Plata, Bs. As, 1993, p 92).

Por eso es tan importante que toda investigación tenga un marco teórico y un sistema conceptual que le dé sustento (nosotros tenemos ya una primera versión de marco teórico del que hemos extraído algunos de los primeras entradas de este blog y que seguimos desarrollando).

Definir un concepto es, como dice Ander-Egg, “algo con pretensiones más modestas: no se pretende establecer lo que “es” (definición esencial) sino analizar los referentes indicativos de la cosa que se define (definición operacional)”. O, como decía Jeny, cada definición estará en función de la utilidad que tiene esta información para determinar el nivel de empleabilidad de los jóvenes.

Ander-Egg menciona un procedimiento a seguir en la definición de términos:
1) Examinar el mayor número posible de definiciones del término.
2) Intentar penetrar en el núcleo de significación hacia el que parecen apuntar la mayoría de las definiciones.
3) Formular una definición tentativa basada en dicho núcleo.
4) Considerar si este intento de definición cubre todos los casos que se piensa debería cubrir en relación con los objetivos de la investigación.
5) Someter esta definición a una valoración tan crítica como sea posible por parte de científicos.
6) Realizar una revisión final de la definición sobre la base de las críticas recibidas.

El segundo proceso es el de ir especificando cada vez más las variables en cuestión (Ander-Egg dice ir pasando de la variables más generales a variables intermedias y de éstas a los indicadores). A este proceso se le conoce también como “operacionalización de variables”. Las variables son características observables o aspectos discernibles de lo que se quiere estudiar. La palabra clave en este proceso es: “especificar”. Se trata de especificar en cada variable las dimensiones que nos acerquen a los indicadores. En este proceso nos encontramos.

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Acerca del autor

Javier Rodríguez Cuba

"Educación y Empleabilidad" nació con una investigación que hicimos en CISEPA sobre empleabilidad de los jóvenes pero ahora me permite mostrar algunos datos y avances de nuevos estudios.

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